Al estacionar en frente del no tan nuevo instituto (fue construido hace como dos mil años por la fachada) mamá me miró y papá me hizo señas de que saliera, pero me negué y por el contrario, quise salir corriendo y no tardé en hacerlo, no es la primera vez que me daba a la fuga y creo que por eso el viejo me alcanzó muy rápido, ya ha agarrado experiencia y ha aprendido a atraparme bastante rápido, lo cual es muy molesto, pero no puedo hacer nada al respecto. Papá tiene buen estado físico a pesar de estar más viejo que matusalén. Me noqueó, arrojándome al piso, quitándome la poca dignidad que me quedaba, lo cual me molestaba porque siempre carecí de ella o la tuve por muy poco tiempo. Los chicos que pasaron nos miraron extraño, pero al viejo que poco le importaba avergonzarme, jaló mi oreja haciéndome levantar.
Me miró enojado y miré mis zapatos.El viejo enojado aterra, no lo quiero provocar más o me quitará mi televisión que es mi único objeto preciado porque la computadora mamá me la quitó cuando se enteró de que me salía de las secciones del doctor Rodríguez y mi teléfono, me lo quitó papá en una de las noches en que salía a buscar vida inteligente, los cuales nunca tuvieron resultados. Lo más cerca de un alien que estuve, fue cuando vi a la señora de la esquina, la esposa del señor de la panadería, sin ropa a través de la ventana. Fue tan horrible de ver que quise arrojarme ácido sulfúrico a los ojos, pero desistí de hacerlo. En fin, entré a la escuela escoltado por dos policías amigos del viejo quienes pasaban cerca, los cuales me llevarían hasta el aula de clases para que no pueda volver a huir.Cuando entré, todos me miraban, tal vez sería porque me hice el corte de Kurt Cobain o tal vez porque estos dos enormes policías me escoltaban. Creo que todos pensaban que yo era un exconvicto o al menos un tipo muy peligroso. Les diré a todos que yo maté a siete.Al llegar a la puerta, me detuve y miré a John, uno de los policías que es el mejor amigo del viejo y siempre va a cenar los domingos a casa. El negó con la cabeza cuando les supliqué si podía escapar y, por el contrario, John abrió la puerta y el profesor me miró, todos los humanos lo hicieron también. M****a, m****a. Me llevaron hasta el único pupitre vacío y podía sentir la mirada intimidante de todos.Me senté junto a una horrible chica, los pupitres eran de dos estudiantes y vi a Alex en el fondo, me miraba curioso y yo no sabía si debía reír o llorar.-¿Usted es nuevo? -Preguntó el profesor.-Sí. -Respondí.-¿Por qué se transfirió de escuela a dos años de graduarse?-No fue por gusto, me echaron. -Todos rieron y no entendí a qué se debía.-¿Por qué si se puede saber?-Perdí el año. -Admití, esto empezaba a hacerme sentir ansiedad.-Eso no es causal para echar a un estudiante.-No quiero decirlo. -Pensé que cesaría las preguntas, maldito interrogador, pero no fue así. No se detuvo.-¿Por qué lo escoltaron dos policías?-Para que no huyera. -Debí mentir, pero cuando estoy en público no puedo hacerlo. Todos rieron.La clase de matemáticas empezó y no copié nada, solo hice dibujos de Alex en distintas situaciones. Lo dibujé en clase de matemáticas, lo dibujé durmiendo conmigo, lo dibujé siendo él el que me noqueaba. Esto último me hizo reír bastante. No sé cuándo exactamente me empezó a gustar, pero sé que me gusta tanto que duele, aunque en un principio no reconocí esto, pensaba que Alex tenía un aura que daba jaquecas y náuseas, pero luego, cuando lo vi besar a Cindy en mi patio supe que me gustaba porque quise ser yo a quién Alex besara. No era que Cindy me desagradara, no la conocía, pero ella luego de besarlo a él o pasar en su auto, se besaba y emitía ruidos en la habitación de mi hermano que está junto a la mía. Creo que aún se besan o no lo sé, hace mucho que no la veo.Con el transcurrir de la mañana, me puse triste al ver que Alex no estaba más en mi clase, él me dijo que solo estaría en una sola. Sabía que estaba en once con mi hermano, pero daba solo esta clase conmigo porque quedó debiendo matemáticas por ayudar a unos profesores en tutorías especiales. Pensé que lo vería todos los días, pero no sería así o al menos eso pensaba antes de elaborar mi malévolo plan.A la salida lo vi de pie en la puerta de su auto, vi que entró y por eso corrí antes de que acelerara. Me miró extraño, pero no me atropelló, al menos. Se bajó y acomodé mi suéter, este uniforme es caluroso.-Hace mucho que no te veía, niño raro.-¿Qué? ¿quién?-Tú, Samuel.-No soy raro, soy autista que es distinto.-Lo lamento. -Se excusó. -Pasé a recogerte hoy, pero ya te habías ido.-¿De verdad pasaste por mí?-Sí Samuel, no te veía hace meses.-Ojalá hubiera estado. -Me lamenté, él sonrió.-¿Por qué me llamaste? ¿Necesitas algo?-Ayer me lastimé la pierna. -Mentí. -Hugo no me llevará de regreso porque tiene que llevar a una de sus conquistas.-No te excuses tanto. -Escuché el sonido de su risa, me gustaba. Alex tenía la sonrisa más preciosa que hubiese visto en alguien, deslumbraba, hipnotizaba y en mi caso, me fascinaba. -Te llevaré, ¿te parece?-Sí. -Sonreí, él sonrió también al ver mi enorme expresión de felicidad, entonces lo abracé por su cintura y escuché su risa, me gustaba, me gustaba muchísimo. No correspondió, pero tampoco me alejó.-¿Por qué se supone que me abrazas? Es extraño.-Porque eres un ser bondadoso.-No es para tanto Samuel, solo es un aventón. Antes te ofrecí llevarte, pero como eres misterioso con tu casa no te lo ofrecí más.-No importa eso ya.Me asomé por la ventana mientras sonaba una canción de Andrés Calamaro. Yo no lo conocía, pero una tarde escuché que Alex puso ese cd en la sala, los hermanos y Hugo lo miraron extraño, pero parecía que a él le gustaba mucho por su expresión, entonces me metí en la habitación de mis padres y tomé la laptop del viejo, reproduje sus álbumes por varios días y empezó a gustarme muchísimo. Tarareaba una canción: “Cuando no estás”.-No sabía que te gustaba Calamaro. -Me encogí de hombros. -Por cierto, ¿por qué la policía te escoltó hasta el aula? No creo que haya sido por lo que dijiste. Poco me has hablado de tu anterior escuela.-Fue exactamente por lo que dije.-¿De verdad? -Asentí, sonrió. -Sabía que eras raro, pero no tenía idea de cuánto.-No soy raro… -Me interrumpió.-Lo siento, autista. Hugo nunca dijo nada de que tuvieras una enfermedad, solo dijo que eras diferente y tú tampoco me hablaste de eso.-A él no le gusta que me llamen autista o raro, solo dice que nací diferente y que eso me hace especial. -Alex me miró enarcando una ceja. -Y… no quería espantarte.-No me espantarías nunca Samu, eres mi mejor amigo. ¿Eres tonto?-Hugo odia que me digan tonto.-Hugo te sobreprotege mucho. -Comentó entre risas.-Lo sé.-Eso es bueno, tener a alguien a quién le importes tanto.-Supongo que sí.Unos minutos después, Alex estacionó en frente de mi casa. Sentí ganas de llorar, no quería bajarme porque significaría tener que separarme de su olor, de su espacio y ya no escucharía su voz.-¿Pasa algo? -Preguntó.-No.-Eso pareciera.-Sabes que soy nuevo, no conozco a nadie. -Mentí, no conocí a nadie adrede. A todos les dije que si se me acercaban los iba a apuñalar. -¿Puedo sentarme contigo en el descanso?-Claro que sí Samu, ¿Ya no me esconderás?- Negué con la cabeza. Había decidido no decirle a nadie porque en casa todos saben que estoy enamorado de él y sé que me molestarían mucho si supieran que somos amigos desde hace unos meses y Hugo en especial se molestaría, porque es un poco celoso conmigo, pero ya no puedo ocultarlo más. -Me siento en la mesa junto a la fuente, también están un par de amigos y tu hermano, si no te importa. Quiero que mis amigos te conozcan.-No, está bien. – Sequé mis manos en mi pantalón del uniforme porque estas sudaban. -Te extrañé- Confesé.-También te extrañé Samu. -Sonrió y mis mejillas se encendieron como focos. Abrí la puerta.-Nos vemos.Evitaba a toda costa sonreír porque él podría llegar y notaría mi vergonzoso estado, así como mis acelerados movimientos. Sequé mis manos en mi pantalón de la escuela y acomodé por enésima vez mi cabello. Es que nada me parecía suficiente, ni las tres veces que cepillé mis dientes, ni el baño de una hora que tomé usando todos los productos de mamá y los de mi hermano (el es muy vanidoso y por ende, tiene miles de cosas para el cabello y cuerpo) e incluso, me eché un poco de perfume que solo he usado un par de veces porque sé que es costoso, mi abuela me lo regaló y me advirtió mil veces que sólo lo usara en ocasiones especiales porque le costó “un ojo de la cara” y papá me explicó que esto se refería a que costó muchísimo, entonces solo lo usé dos veces y la tercera fue hoy, porque era un d&i
Mamá me gritó mucho esa mañana porque extravié mi uniforme nuevo. Le dije que lo lavé porque ella no lo lavó lo suficientemente bien y que como en nuestra casa por la ubicación, poco le pega el sol al patio, lo saqué al techo, escalé y lo colgué ahí hace varias horas, pero ya no estaba. Papá lo encontró a unas calles y por eso, llegaría a la hora exacta en que empezaban las clases: 06:30am y no diez minutos antes como siempre me hacían llegar.Corrí, hoy no huiría porque se lo prometí a Alex. Lo dejaría para la primera prueba nada más, en especial la de matemáticas, de esa prueba planeo huir sin piedad. Entré al aula al mismo tiempo que la profesora, quién era una mujer muy vieja, tanto que se parecía a la abuela Lilia y eso es mucho decir. Su clase fue más aburrida que la sacramental del domingo por la ma
Caminé molesto hacia la cancha de atrás y me senté frustrado en las gradas. Odio cuando Hugo me trata como niño delante de la gente, es vergonzoso, siempre le digo que no lo haga, pero termina haciéndolo siempre. Entonces saqué mi caja de cereal de mi morral y empecé a comerlo. Noté que algunos me miraban y reían, ¿será que les da risa el elefante de la caja? Llené mi boca de estos y sentí que alguien se sentó a mi lado. Era el flaco que habló enojado en la exposición de biología. Pensé que se sentó a mi lado porque quería cereal, aunque bueno, lo hizo en parte por eso, pero lo que no sabía en ese momento, era que él se convertiría en uno de los mejores amigos que tendría en toda la vida.-¿Puedo? -Preguntó el extraño señalando mi caja de cereal. Asentí y agarró un pu&nti
Fiesta de AlexLlegó rápidamente el sábado y yo estaba en pánico por no saber qué hacer. No soporto no tener plan, me da ansiedad y fue peor cuando mamá me llamó a almorzar y vi que había hecho sopa, ¡sopa maldición! Odio la sopa, la odio profundamente. Debo tomarla con los ojos cerrados para así evitar llorar y no pasar con hambre el resto de la tarde.Jugué toda la tarde Resident Evil con Chen y a eso de las 19:30h, me vestí y salimos porque Alex vive bastante lejos de mi vecindario. Yo vivo en paraíso, Chen en Villa Carolina que es bastante cerca, pero Alex vive en Puerto Colombia. Mierda, eso es muy lejos. Yo no sabía dónde era, no sé de direcciones, norte o sur, no sé nada de eso, pero Chen sí sabe y me mostró en el GPS lo lejos que quedaba. No es ni siquiera en Barranquilla, es en un municipio costero cercano. El
-Samuel, ¿por qué rechazaste a Ana? ¿eres tonto? ¡le gustas! -Se quejó Alex, yo estaba sentado en la entrada de su casa esperando ver a Chen antes de que el viejo pasara por nosotros. No quería entrar, me sentía horrible y quería llorar, tampoco quería ver a Ana.-Ella no me gusta.-¿Cómo que no? Es muy guapa.-Eso no me importa Alex.-¿Es que conseguiste una novia y no me lo has dicho?-Alex, no tengo novia, nunca he tenido ni tendré porque no me gustan las mujeres.Escuché su risa.-Qué buen chiste. -No entendí por qué reía. Vi a Chen correr a lo lejos y corrí hacia él. Se veía aturdido y tenía los ojos llorosos. Tenía una marca en su cuello, ¿qué carajos?-Chen, ¿qué pasó? ¿Hugo te atacó? -Chen no respondía y evitaba el contacto
Caminaba por el pasillo y limpiaba las manchas de chocolate de mis mejillas. Mamá se olvidó de llevarse los chocolates que derrite para sus pasteles y no pude resistirlo, los miré toda una hora y luché en contra de la tentación, pero no pude. Mierda.Desde la fiesta de Alex pasaron exactamente dos meses. Sí, dos meses completos en que las cosas cambiaron muchísimo. Tuve que dividir el tiempo para poder estar con mi mejor amigo Chen y Alex. Sí, Alex y yo nos habíamos hecho inseparables, incluso mucho más que antes que lo escondía de todos, pero ya no era así. Mis padres sabían que lo veía, también sus amigos y mi hermano, quién no le agradaba eso en absoluto, pero qué puedo hacer, no me alejaré de Alex. El me llamaba todos los descansos y me sentaba con él, Chen se rehusaba por algún motivo, entonces siempre estaba con Alex en los descansos
Alex’s POVMe desperté por el sol que entraba en la ventana, me pegaba en el rostro, por lo que abrí los ojos para así tomar fuerzas para levantarme y cerrar la cortina. Miré el techo, es machimbre, en mi casa no es así… solo en la de Samu. Mierda. Se hizo tarde, podrían verme sus padres y aunque él no me lo diga, sé que no quiere que ellos me vean, no sé por qué, Samuel es muy raro a veces. Miré hacia todos lados buscando recordar algo, siempre que bebo por algún motivo suelo olvidar al menos la última hora antes de quedarme dormido, siempre es así y hasta ahora no he hecho nada de lo que deba arrepentirme (mis amigos siempre me cuentan todo lo que dije e hice y no es nada a lo que haya darle relevancia), pero ahora no recuerdo mucho de anoche. Recuerdo que jugábamos y yo estaba molesto con Cindy, tengo sospechas de ella, he escuchado rumores d
Alex’s POVRespiraba ahogadamente, sudaba y mi cuerpo estaba caliente por completo, mucho más al sentirla a ella moverse sobre mí, al ver sus redondos y rosados senos erectos y duros por mí, los apreté y ella se movió más rápido, cerré los ojos mientras me corría… Cindy se tiró a un lado, agarró su camisón, me dio un corto beso y se dirigió a tomar una ducha. Suspiré, era domingo por la noche, tuvimos sexo todo el fin de semana, fue genial y odiaba que fuera a acabarse. Al menos sé que lo aproveché lo más que pude y eso me deja una gran satisfacción. Tomé el control remoto de la tv y al encenderla, escuché que sonó mi teléfono. Lo agarré de la mesita y vi que no era el mío, eso pensé porque tenemos el mismo tono de notificación. Lo iba a dejar, pero un mensaje me llam&o