—Mi madre decía que toda historia tiene más de una mirada, es decir, que una situación puede tener más de un punto de vista, tal vez si hablaras con él sobre eso podrían...—No Naia, no te conté mi historia esperando que organizaran un reencuentro amistoso entre los dos. Las personas no cambian y por eso sé que él sigue creyéndose superior a los demás y lo único que le importa es él mismo y la fábrica que heredó de su familia. Entiende Naia, él ha tenido una vida muy fácil, por lo que juzga a los demás sin conocer sus vidas.—Aun así yo creo en Matthew —afirmó de forma cálida.George la miró extasiado por su belleza y la confianza que profesaba por un hombre que él creía no lo merecía. Ella era en realidad muy hermosa para estar al lado de un hombre como el que detestaba.—El día en que nos reencontramos fue en la fábrica. Supuse que me miraría o diría algo al respecto, porque después de tantos años nos volvíamos a encontrar frente a frente, él como el jefe supremo y yo por debajo de
La llamada finalizó y con ésta una nueva preocupación nació en Naia, al creer que se estaba convirtiendo en una molestia para alguien que sólo realizaba acciones buenas para ayudarla y cuidarla.— ¿Qué sucede? —indagó George al ver su expresión.—Mathew dijo que está llegando.— ¿Aquí?—Sí.— ¿Si eso fue lo que te dijo, por qué te preocupas?—Para ti Matthew Garner es un hombre egoísta, pero para mí es el ser más generoso del mundo y no me gusta ser una molestia, pero siento que lo estoy siendo porque aunque no es mi propósito parece que siempre impido que tenga sus reuniones importantes. Lo mismo sucedió cuando debía reunirse contigo y con los del Sindicato.—No deberías pensar en eso. Lo que sucedió ahora no fue tú culpa
No hubo palabras en el trayecto de regreso. Matthew estaba enfadado con Ashley y lo único que deseaba era que Steve se apresurara con esa demanda y la solicitud de paternidad, mientras que Naia por un momento se preguntó si tal vez la historia de la mujer era real y si se trataba de alguien cercano para Matthew. Tal vez ella había interferido en una relación y había separado a una pareja. No deseaba pensar en ello, pero no podía evitarlo. La dudas fueron sembradas cuando él mencionó su nombre al escuchar su descripción... ¿entonces tendría un bebé con esa mujer?Recordó la imagen de la ecografía que tenía guardada en su bolsillo, allí mencionaba ocho semanas, pero ella había dicho que tenía nueve. Eso significaba que estaba entrando en su tercer mes para finalizar su primer trimestre.Al ingresar en el apartamento, Leo despertó muy en&eac
¿Cómo no podía creerle? Si había sido tan bueno con ella y su hijo desde que la conoció. Además, ella quería creer en él. Era horrible esa sensación de no poder confiar en otra persona. Fue algo que experimentó al lado de Curtis y su familia. Es una sensación de soledad y desasosiego que le hacía perder la fe en la humanidad. Así que prefirió creer, él se lo había ganado con creces.— ¿Por qué crees que ella dice que el niño es tuyo?—Porque está loca, demente, es una enferma mental —utilizó todos los apelativos que indicaran que estaba mal de la cabeza.—No me lo pareció. Debe ser que está muy enamorada de ti.Matthew bufó.—Eso no es amor, está enferma, no creas en nada de lo que dijo.—Es que entiendo que pueda estar enamorada de ti.— ¿Por qué dices eso?—Porque es muy fácil amarte.Lo expresó con tanta ternura y seguridad que él creyó que se había vuelto a enamorar de ella una vez más.—La única persona que quiero que me ame eres tú y al único hombre que quiero que ames es a mí.
La cama estaba desarreglada y el cuerpo adolorido, pero percibía dentro de sí una felicidad inexplicable. De repente lo que antes pensó era algo horrible y forzado, ahora era excitante y muy deseado. Naia estaba agotada, pero se obligó a levantarse para hacer algo productivo. La sábana resbaló por la piel dando cuenta de diversos círculos rojos esparcidos por todo su cuerpo. Al notarlos, de nuevo sus mejillas se tiñeron de rojo al recordar la forma en la que había sido besada y amada durante toda la noche.Matthew se había marchado antes de que ella despertara, incluso no se percató del momento exacto en el que lo había hecho. Supuso que tenía mucho trabajo represado y hoy estaría ocupado durante todo el día. Mentiría si dijera que tanto Ashley como la amenaza que esta mujer conllevaba habían sido disipadas, pero confiaba en que el que ahora era su hombre solucionara toda la situación. Pasó la mano por la venda que cubría las tenues heridas hechas con las uñas. Pensó en que el odio d
Al ver que Naia no respondía, Virgin dejó el cheque en blanco. Luego extendió la mano para entregarlo. Pero éste no fue recibido. Entonces la mujer mayor lo dejo sobre la mesa frente a ella, generando un sonido particular al golpearlo con la punta de una de sus uñas bien arregladas. La colombiana pudo ver que no había una cifra en aquel papel, pero todo lo demás estaba diligenciado.—Puedes poner el monto que quieras, ve hoy mismo al banco y cámbialo —ordenó la mayor.Naia negó con un movimiento de cabeza, mientras Leo sonreía al ver a la madre de Matthew, tal vez sus ojos le agradaban e incluso empezaba a extender sus brazos hacia ella buscando que lo cargara, pero la mujer prefirió fingir no darse cuenta de ello.—Señora Garner, lamento que tenga esa imagen sobre mí. Es verdad que soy una mujer humilde que ni siquiera tiene una residencia legal en este país o incluso un trabajo estable que me permita sobrevivir y mantener a mi hijo. Sin embargo, no estoy con su hijo por convenienc
—Explícame algo, ¿estás alegre o estás enojado? —cuestionó Steve.—Las dos.— ¿Y eso cómo puede ser posible?—Estoy feliz porque contrario a lo que había imaginado, cuento con la confianza de Naia luego de que se enterara de la mentira de Ashley.— ¿De verdad? Muy bien por ti, pero ¿qué es lo que te enfada?—Que esa mentirosa ahora me cuelga el teléfono cuando llamo a reclamarle por lo que hizo. Incluso se atrevió a lastimarla...—Entiendo la situación. Tu estado de ánimo está definido por dos de tus amantes.Matthew lanza un libro de cuentas que estaba sobre su escritorio, el cual es evadido por el abogado, por lo que el libro de pasta dura cae al suelo.—Ashley no es mi amante, y Naia es mi novia —enfatiza.—Lo sé, pero una fue tu amante antes, la otra es tu amante ahora, no tienes por qué enojarte conmigo, no soy yo quien ha tomado malas decisiones al elegir a su pareja.Un gruñido brotó de Matthew. No podía decir nada en contra de aquella afirmación, puesto que era verdad.—Admito
Matthew descendió del auto, pero antes de llegar a la puerta principal, su madre ya estaba saliendo por ésta. Al verlo, frunció los labios.—Buenos días mamá.Virgin suspiró.—Si vienes a objetar mi forma de proceder con esa mujer, puedes devolverte por el mismo camino.—Vine porque necesito hablar contigo —expresó sin comprender muy bien a qué se refería.— ¿Y sobre qué tenemos que hablar?, supongo que la colombianita fue corriendo hacia ti para darte quejas sobre mí, y si viniste a reprobar mis acciones no quiero escucharte. Estoy ocupada.—No sé sobre qué estás hablando, pero ¿Qué ha sucedido con Naia para que hables de esa forma?—No te hagas el inocente, debió ir a ti llorando porque le ofrecí dinero para dejarte.— ¡¿Qué?!De repente él sintió como si hubiese recibido un golpe que no esperaba.—No me digas que no te lo dijo, debió aprovechar la situación para hacerse la ofendida y ahora tú pensarás en darle alguna cantidad indecorosa de dinero para consolarla... bien que es inte