Naia de inmediato llevó la mano a su rostro mostrándose desconcertada ante el golpe que acababa de recibir. No lo había esperado, ni siquiera lo imaginó posible. Pero, tras esa agresión quedó sin palabras.—Matthew es mío, ¡entiéndelo bien maldit4 tercermundista! —gritó y aquel sonido estridente provocó que Leo despertara y empezara a llorar asustado.Esto hizo reaccionar a Naia alejando el coche de la mujer e interponiéndose entre ella y su hijo para protegerlo.—No importa lo que diga, no le creeré nada, ¿entiende? Nada —espetó enojada.No era la primera vez que recibía un golpe, aunque sí era la primera vez que se trataba de una mujer quien lo propinaba reclamándole sobre algo que debía ser mentira. Estaba segura. En esta ocasión no se arrodillaría ni clamaría por perdón, ella no era Curtis.— ¡Auxilio!, ¡Llamen a la policía!, ¡Esta mujer me está atacando! —exclamó Naia solicitando ayuda para que esa mujer se alejara.Aunque de inmediato se arrepintió, porque si llegaba la policía
—Sí, tienes cierta aura, carisma, no sé, tienes algo que me agrada.— ¿Te agrada?Ella estaba confundida, no lograba entender a qué tipo de gustar se refería. Se asustó un poco cuando pensó que ese gustar se relacionaba con atracción o cariño, pero al parecer se trataba de amistad.—Repito, no me gustan las injusticias, por eso siempre termino en problemas intentando defender a los demás, aun cuando ellos después se arrepientan.— ¿Estás hablando sobre el Sindicato?—Sí, muchos de mis compañeros que antes estaban de acuerdo conmigo y me apoyaban, luego de ese día me dieron la espalda. Sólo unos pocos decidieron acompañarme hasta el final. Pero... no pensé que la amenaza de Garner fuera real y ahora no sólo yo, sino que mis compañeros más leales están por fuera de la fábrica. Es algo que no esperaba.— ¿Te arrepientes de eso?—No... quiero decir, sobre ti sí, pero sobre nuestros reclamos no, lo único que me molesta de los resultados es que tú estuviste involucrada y mis compañeros qued
—Mi madre decía que toda historia tiene más de una mirada, es decir, que una situación puede tener más de un punto de vista, tal vez si hablaras con él sobre eso podrían...—No Naia, no te conté mi historia esperando que organizaran un reencuentro amistoso entre los dos. Las personas no cambian y por eso sé que él sigue creyéndose superior a los demás y lo único que le importa es él mismo y la fábrica que heredó de su familia. Entiende Naia, él ha tenido una vida muy fácil, por lo que juzga a los demás sin conocer sus vidas.—Aun así yo creo en Matthew —afirmó de forma cálida.George la miró extasiado por su belleza y la confianza que profesaba por un hombre que él creía no lo merecía. Ella era en realidad muy hermosa para estar al lado de un hombre como el que detestaba.—El día en que nos reencontramos fue en la fábrica. Supuse que me miraría o diría algo al respecto, porque después de tantos años nos volvíamos a encontrar frente a frente, él como el jefe supremo y yo por debajo de
La llamada finalizó y con ésta una nueva preocupación nació en Naia, al creer que se estaba convirtiendo en una molestia para alguien que sólo realizaba acciones buenas para ayudarla y cuidarla.— ¿Qué sucede? —indagó George al ver su expresión.—Mathew dijo que está llegando.— ¿Aquí?—Sí.— ¿Si eso fue lo que te dijo, por qué te preocupas?—Para ti Matthew Garner es un hombre egoísta, pero para mí es el ser más generoso del mundo y no me gusta ser una molestia, pero siento que lo estoy siendo porque aunque no es mi propósito parece que siempre impido que tenga sus reuniones importantes. Lo mismo sucedió cuando debía reunirse contigo y con los del Sindicato.—No deberías pensar en eso. Lo que sucedió ahora no fue tú culpa
No hubo palabras en el trayecto de regreso. Matthew estaba enfadado con Ashley y lo único que deseaba era que Steve se apresurara con esa demanda y la solicitud de paternidad, mientras que Naia por un momento se preguntó si tal vez la historia de la mujer era real y si se trataba de alguien cercano para Matthew. Tal vez ella había interferido en una relación y había separado a una pareja. No deseaba pensar en ello, pero no podía evitarlo. La dudas fueron sembradas cuando él mencionó su nombre al escuchar su descripción... ¿entonces tendría un bebé con esa mujer?Recordó la imagen de la ecografía que tenía guardada en su bolsillo, allí mencionaba ocho semanas, pero ella había dicho que tenía nueve. Eso significaba que estaba entrando en su tercer mes para finalizar su primer trimestre.Al ingresar en el apartamento, Leo despertó muy en&eac
¿Cómo no podía creerle? Si había sido tan bueno con ella y su hijo desde que la conoció. Además, ella quería creer en él. Era horrible esa sensación de no poder confiar en otra persona. Fue algo que experimentó al lado de Curtis y su familia. Es una sensación de soledad y desasosiego que le hacía perder la fe en la humanidad. Así que prefirió creer, él se lo había ganado con creces.— ¿Por qué crees que ella dice que el niño es tuyo?—Porque está loca, demente, es una enferma mental —utilizó todos los apelativos que indicaran que estaba mal de la cabeza.—No me lo pareció. Debe ser que está muy enamorada de ti.Matthew bufó.—Eso no es amor, está enferma, no creas en nada de lo que dijo.—Es que entiendo que pueda estar enamorada de ti.— ¿Por qué dices eso?—Porque es muy fácil amarte.Lo expresó con tanta ternura y seguridad que él creyó que se había vuelto a enamorar de ella una vez más.—La única persona que quiero que me ame eres tú y al único hombre que quiero que ames es a mí.
La cama estaba desarreglada y el cuerpo adolorido, pero percibía dentro de sí una felicidad inexplicable. De repente lo que antes pensó era algo horrible y forzado, ahora era excitante y muy deseado. Naia estaba agotada, pero se obligó a levantarse para hacer algo productivo. La sábana resbaló por la piel dando cuenta de diversos círculos rojos esparcidos por todo su cuerpo. Al notarlos, de nuevo sus mejillas se tiñeron de rojo al recordar la forma en la que había sido besada y amada durante toda la noche.Matthew se había marchado antes de que ella despertara, incluso no se percató del momento exacto en el que lo había hecho. Supuso que tenía mucho trabajo represado y hoy estaría ocupado durante todo el día. Mentiría si dijera que tanto Ashley como la amenaza que esta mujer conllevaba habían sido disipadas, pero confiaba en que el que ahora era su hombre solucionara toda la situación. Pasó la mano por la venda que cubría las tenues heridas hechas con las uñas. Pensó en que el odio d
Al ver que Naia no respondía, Virgin dejó el cheque en blanco. Luego extendió la mano para entregarlo. Pero éste no fue recibido. Entonces la mujer mayor lo dejo sobre la mesa frente a ella, generando un sonido particular al golpearlo con la punta de una de sus uñas bien arregladas. La colombiana pudo ver que no había una cifra en aquel papel, pero todo lo demás estaba diligenciado.—Puedes poner el monto que quieras, ve hoy mismo al banco y cámbialo —ordenó la mayor.Naia negó con un movimiento de cabeza, mientras Leo sonreía al ver a la madre de Matthew, tal vez sus ojos le agradaban e incluso empezaba a extender sus brazos hacia ella buscando que lo cargara, pero la mujer prefirió fingir no darse cuenta de ello.—Señora Garner, lamento que tenga esa imagen sobre mí. Es verdad que soy una mujer humilde que ni siquiera tiene una residencia legal en este país o incluso un trabajo estable que me permita sobrevivir y mantener a mi hijo. Sin embargo, no estoy con su hijo por convenienc