El tiempo se detuvo ante mis ojos y cada segundo parecía arrastrarme consigo hacia el mundo del olvido, mi corazón empezó a rugir con fuerza y mi cuerpo se vio afectado por un tsunami de debilidad y decepción.
—¿Decían algo sobre mi prometido? —agregó sarcásticamente y entrecerró sus ojos un poco—. Creo que definitivamente, ustedes sobran en esta sala.
Mell abrió sus ojos y dio un par de pasos hacia al frente, pero la tomé por el brazo, impidiendo que cometiera una locura.
De pronto, el sonido ensordecedor de una música nos sobresaltó y al girarnos, pude ver de qué se trataba. Era un grupo de mariachis que se acercaban a paso lento por el largo pasillo y con la mirada puesta en nosotras, eran guiados por un par de enfermeras que dejaban caer pétalos de rosa a medida que caminaban. La señora Queen me miró y luego quitó su
De pronto un estrepitoso trueno resonó en el cielo y retiré mi mano con brusquedad y temor, la luz empezó a parpadear debido a una falla eléctrica por el gran rayo que había caído bastante cerca. La sonrisa maquiavélica que se dibujó en el rostro que tenía frente a mí, me causó un gran pánico, pero controlé mi respiración e intenté calmarme, mientras las luces iban y venían, se escuchaban algunos gritos de terror, que solo me hacían estremecer aún más; hasta que segundos más tarde se normalizó la electricidad y las lámparas se encendieron con normalidad.Llevé una mano a mi pecho en un gesto de alivio porque ya el momento de una escena de terror había terminado; sin embargo, seguía teniendo al monstruo frente a mí y su sonrisa irónica no se borraba.—¿Creíste que
Los latidos de mi corazón eran amenazantes y mi mente se nubló un poco. Estaba en un gran aprieto si mi jefe se enteraba de que estaba mezclando mi vida personal con mi trabajo, a fin de cuentas, Matt debía velar por la seguridad de la panadería y yo estaba atrayendo con mi presencia a un delincuente.—¿Quién es James? —repitió Matt con insistencia y me miró extrañado, frunció un poco el ceño y añadió—: ¿Puedes decirme qué es lo que sucede?Estaba en medio de un lío, pero si no decía le verdad me podía ir peor, además, tarde o temprano de la boca de esos policías iba a salir la verdad y yo quedaría como una mentirosa, y eso tampoco me ayudaría tanto para mantener mi trabajo. De modo que, restregué mis ojos un poco y aclaré mi voz con un leve carraspeo.—Matt, es una histori
Me quedé inmóvil, el miedo empezó a correr por mis venas y el temor me empezó a erizar la piel. La voz de mi jefe sonaba extraña, fría pero afligida y eso solo hacía que los latidos de mi corazón se aceleraran con una fuerza incontrolable.—No lo entiendes. No puedo controlarme, es tan hermosa; pero me hierve la sangre porque no soy digno de su corazón, merece más que esto, me da miedo hacerle daño. Ella merece más de lo que soy, un...—¿Tu mamá no te enseñó que las conversaciones privadas no se escuchan? —preguntó en un murmullo una voz sarcástica detrás de mí, haciéndome sobresaltar y me giré rápidamente, hasta encontrar a Julia de brazos cruzados y mirándome con mordacidad.Le lancé una mirada de odio y moví un poco mis labios. Intenté aguzar el oíd
Decidí no contarle ese acontecimiento a mi amiga, después de todo, bastante tenía con todo lo demás que había sucedido y si le confesaba que las sospechas acerca de mi jefe eran ciertas, solo reafirmaría su miedo y a la vez, el mío.Mi mente estaba enredada entre tantas raíces de un árbol de obstáculos que cada vez crecía más y que los demás regaban con sus tonterías, haciéndolo frondoso y casi ocupando completamente la fuerza de voluntad que me quedaba.—Es una gran basura —dijo Mell de repente—, no puedo esperar el día que lo vea podrirse en una celda tan asquerosa como él.Resoplé y enredé unos cuantos macarrones en mi tenedor. Me encontraba cenando al lado de Javi y Mell y solo podía pensar en todo lo que había vivido ese día.—Mi amor, quisiera decirte que eso será posible; pero conozco a los Carter desde hace muchos años y siempre se salen con la suya. Es casi imposible que un Carter sea encontrado culpable, rec
Darle una explicación sobre ese momento fue casi insignificante al lado del discurso que le dio Matt sobre cómo debía comportarse desde ese día en adelante, empezando por tratarme bien y comprometerse a dividir las labores por igual.Julia solo asentía, pero desde lejos podía notar su furia y molestia. Era evidente que nunca podríamos llevarnos bien, mucho menos después de haber puesto a mi mejor amiga en mi contra; pero no iba a seguirle el juego estúpido y debía comportarme debidamente, aunque eso me costara.Tener un momento a solas para hablar con Matt sería difícil, porque cuando intentaba acercarme, ella también lo hacía, buscaba la excusa para anteponerse o para llamar su atención primero.Realmente mi intención era solo entender porqué Matt se comportaba de esa manera, era bastante extraño que pudiera pasar de un estad
Tapé mis ojos con una mano porque la luz era demasiado intensa y me empezaba a encandilar. Ambos miramos en dirección a la puerta y descubrí la silueta de mi amiga, que golpeaba con fuerza y enojo, aquel vidrio que nos separaba. La claridad provenía de su auto porque tenía las lámparas encendidas frente a nosotros.—No debí hacer eso —masculló incómodo y sacudió su cabeza—, lo siento, eso solo empeora las cosas.—Pero…—Te lo cuento después Bella, lo prometo. Tú amiga me mira mal, mejor vete antes de que entre y me saque los ojos —bromeó y esbozó una sonrisa triste.Su sonrisa iluminó su semblante, sus ojos se veían limpios pero tristes, carecían de brillo y algunas veces había notado su mirada perdida en este tiempo que había visto su reacción. Fue una de las sonrisas más dolorosas que había visto, de las que funcionan como una barrera para no dejar escapar tus lágrimas.—Creo que tú lo necesitas más que yo —agregué y saqué la barra de chocola
Arrugué el recorte de periódico entre mis manos y con mucha fuerza, mientras dejaba ir la rabia y el dolor que me estaba invadiendo. La angustia y la decepción acechaban cada parte de mi cuerpo. Era como estar en medio de una historia de terror. La lluvia caía incesantemente y mis lágrimas también. Negué con la cabeza repetidas veces para dejar ir la sensación tan extraña que se apoderaba de mí, pero fue imposible. Las escenas pasaban por mi cabeza y solo hacían que me sintiera peor. Los recuerdos de mis momentos al lado de los dos, se convertían en una misma imagen y todo se mezclaba hasta resultar confuso. Mi corazón palpitaba velozmente y mi respiración era agitada y descontrola
Luego del almuerzo que me tocó pagar, fuimos hasta la panadería a pesar de que Mell no estaba de acuerdo, pero prometió apoyarme en las decisiones que tomara. —Me llamas cualquier cosa, ten el celular pegado a tí —pidió mi amiga por décima vez.—Así lo haré, Mell —musité asintiendo con la cabeza. Último capítulo