Bienvenido queridos lectores… Quiero pedirles un favor ¡Denle amor a esta historia!
Los resplandores de los fuegos artificiales engalanaban el cielo nocturno sobre la mansión. El ruido que desprendían al estallar lograron que Angelina se pendiera de la ventana de nuevo para ver el espectáculo. Se percató de que la magnífica y lujosa verja estaba abierta; caballeros elegantes protegían la entrada principal, situados de cada lado de la verja, dando la bienvenida y revisando las invitaciones. La mirada era insuperable, los recuerdos que tenía de aquella mansión no le hacían justicia, tanta magnificencia no se quedó atesorada en su mente, entonces agradeció a su madre que le hicieron aquel vestido tan adecuado con la ocasión.—Estoy nerviosa —manifestó Angelina, y sintió cómo su cuerpo se volvía acelerado, como si se tratase de una premonición. Tenía la certeza de que Caden se encontraría en ese baile junto a su esposa.—No lo estés, yo estoy contigo —Clara volvió a apretar la mano de su hija y sintió que temblaba de nuevo.—Y yo también, no las dejaré solas —Agregó Brani
Momentos antes de que Angelina saliera al jardín.Desde un lugar tranquilo, Michael observaba a los invitados que aún no se percataban de su presencia. Ralph se le acercó y le comunicó que sus invitados especiales habían llegado acompañados de su tío William. Michael se mostró entusiasmado con la llegada de las damas, habían transcurrido nueve años que no veía Angelina, entonces se fijó en la mesa que ocupada Clara con Angelina y William.—“Angelina, qué hermosa mujer te has vuelto”, reafirmó Michael sintiendo una estampida en el pecho mientras observaba a Angelina desde la distancia.—Observo que la dama lo ha afectado —le dijo Ralph.—Ella siempre ha tenido ese impacto en mí —Ralph, que era uno de sus sirvientes de confianza, sonrió por la declaración de Michael —Ralph ve a la mesa y saluda a mi tío.—Como usted mande —dijo, Michael volvió a mirar hacia la mesa, observó que los Greenwood habían llegado, permaneció un momento observando la escena, no se quitó hasta que Ralph llegó a
—Saludos cordiales, damas y caballeros, es un placer abrir de nuevo las puertas a la casa de mi padre, lord Benedict Davenport. Les extiendo mi gratitud a todos los presentes, especialmente a aquellos que han dejado de lado sus intereses en esta noche con el fin de honrarme. Es un auténtico placer tenerlos presentes en mi hogar esta noche. Alcen sus copas y beban a mi nombre, el nuevo duque de St. Moritz —. Todos aplaudieron con entusiasmo. Angelina se abalanzó y experimentó un leve malestar, mientras Michael notó la repentina falta de aire de la joven. Michael observó la persistente desagradable sensación de malestar de Angelina y se dirigió a su asistencia. Clara también observó la respuesta y procedió a su rescate, sin embargo, William no lo permitió. —¡Mi hija necesita mi ayuda, se puso mal! ¡Soy responsable de esta situación, William, y es mejor que ella y yo nos marchemos! —Deja que Michael se haga cargo, le toca a él decirle la verdad y debemos disimular, no queremos que la ge
Angelina bajó de carruaje con rapidez y entró a la casa sin despedirse de William, luego subió apresuradamente a su cuarto y pasó la llave. Clara la observó con frustración desde la entrada, no pudo detenerla. La mano de William sobre su hombro la hizo girar hacia él.—Lo lamento mucho, Clara. No quería que fuera de esta forma, permite que suba y converse con Angelina, te lo debo por el gran favor que te solicité —Clara apoyó su mano sobre la de William.—No, William, debo hacerlo yo sola. Ahora ve a descansar y habla con Michael. Dile que estamos bien muy agradecidas por la velada —William abrazó a Clara y luego partió prometiéndole que regresaría.Clara subió hacia la habitación de su hija, desde la puerta oyó sus sollozos, quiso tocar, pero lo reprimió, con dolor comprendió que no era el momento, lo mejor era dejar que Angelina depurara su dolor, ya más tarde la abordaría.***Caden y su esposa optaron por alojarse en la residencia de Gerald y Liza, donde Miriam anhelaba expresar su
Clara se armó de valor y tocó con decisión la puerta de su hija.—Angelina, ¿podemos conversar? —el silencio respondía a su pregunta, la mujer volvió a insistir. —Hija, te ruego que me brindes la oportunidad de explicarte todo y defenderme —esta vez Angelina no ignoró a su madre y decidió abrirle. Clara se sintió incómoda cuando vio la expresión de su hija, se percibía que había llorado durante toda la madrugada. —¡Oh cariño! Las cosas no son como las supones! —Angelina le dio la espalda sin decir nada, Clara entró y cerró la puerta tras de ella. —Angelina mírame. —No quiero hacerlo, abrí la puerta para escucharte, aunque me duela el alma, eso no me hace olvidar que eres mi madre y de todo lo que has hecho por mí. —Clara estaba triste y trató de calmarse y fue a la peinadora de Angelina donde posaba la caja de música que le había regalado Michael. —Todo comenzó con este regalo que Michael te otorgó. —Angelina giró para ver a su madre, no había entendido el comentario —. De
—Mientras pueda tenlo por seguro que lo haré. Tú aún no sabes a profundidad lo que es la maldad y el hambre —Clara jaló la silla y se sentó, sentía que de un momento a otro iba a caer, el dolor de los recuerdos la doblegaban, Angelina notó el estado vulnerable que de pronto poseyó a su madre y quedó en silencio para dejarla hablar. —Nunca tuve esos cuidados que yo dignamente te di cuando eras una niña, tu abuela no era una buena mujer… Y Ricardo, tu tío, tampoco —Angelina se paralizó, su madre jamás le había hablado sobre su abuela y su tío.—Mamá no es necesario, no es el tema a tratar.—Si debo hacerlo, debes entender el porqué de mi obsesión por la protección —los ojos de Clara se inundaron de lágrimas —. Tu abuela era una alcohólica y mi hermano un ladrón despreciable que me golpeaba cada vez que podía. Tu abuela me vendía Angelina. Desde que cumplí doce años llevaba hombres a la casa para que abusaran de mí, luego ella cobraba —Angelina tapó su boca y sintió como si todo el dolor
—Tu hogar es muy bonito y acogedor —manifestó Michael para romper el silencio que dominaba a Angelina.—Muchas gracias, este hogar es un sueño que construimos con la ayuda de ustedes. El talento de mi madre nos hizo progresar.—Observo que ya Clara te ha revelado varios secretos.—Ese era su obligación, aunque se tardó mucho tiempo, no obstante, ya no quiero juzgar los motivos por los cuales lo hizo —Michael contempló a Angelina y permaneció un instante en silencio, lo que causó que la muchacha experimentara un poco de timidez.—No otorgues todos los méritos a tu madre y a mi tío, tú también tienes responsabilidad en este logro. Tu madre ha hecho saber a William acerca de tu dedicación.—Una madre siempre deseará engrandecer las cosas que hacen sus hijos; ante los ojos de una madre, los hijos somos perfectos.—No en todos los casos, y aunque quieras ser modesta, yo sé lo mucho que has hecho para ayudar a tu madre. Sé que pronto abrirán otra tienda y me gustaría asistir para que puedan
—Listo, ya tu corpiño está ajustado —dijo Vanessa a Angelina.—¡Me has dejado sin respiración! —exclamó la mujer mientras tomaba bocanadas de aire.—Esa es la idea, debemos sacrificarnos para tener una apariencia hermosa.—Nosotras debemos usar corsés y tacones altos para modelar una mejor postura, y cada vez que no los quitamos quedamos con un dolor terrible, y todo para complacer a los hombres que no se merecen ninguna de nuestras lágrimas.—¡Qué maravilla!, me saliste feminista. Angelina, no lo mires de esa forma, la belleza es poder; la ropa y accesorios son las únicas cosas que tenemos para podernos expresar en un mundo regido por hombres. —Angelina suspiró con tristeza — ¡Ya quita esa cara! Dentro de muy poco el duque mandará por ti, y déjame decirte que la gente que oímos describirlo, quedaron cortas, porque Michael Davenport es monumental.—Por favor Vanessa, Michael es mi amigo y así debo seguir viéndolo.—No creo que él piense igual. La forma en que te miraba la noche que vi