Dos días después.
Gerald había recibido en su despacho a Harry Clayton en ausencia de Caden. Ya dentro del espacio el hombre se desabotonó su chaqueta y se sentó en la silla frente al escritorio de Gerald. A los pocos minutos, Martina entró con el té que habían solicitado. La música de piano que interpretaba Alyssa llegó hasta el despacho, las notas de la melodía cautivaron la atención de Harry, que giró cuando Martina salió para ver por la pequeña abertura de la puerta a Alyssa que yacía en una de las habitaciones del frente. Harry no pudo ignorar la belleza de la joven; Alyssa llevaba un traje de color rojo y estaba completamente concentrada en la música. Harry sintió que aquella reina oscura que poseía una belleza aterradora era por dentro como la canción que interpretaba, fría, t&ea
— ¡Feliz cumpleaños mi princesa! —Exclamó con emoción Clara, llevando con ella un pequeño pastel, para dar una sorpresa a Angelina.—Gracias, mamá, no te hubieses molestado.—¿Cómo no hacerlo hija?, tú eres mi muñequita… Me parece mentira que mi niña ya tenga veinte años —Angelina sintió que su mirada se escarchaba y bendijo aquel momento, amaba cuando su madre estaba feliz, aunque en su interior sabía que su felicidad real era porque Caden llevaba días sin ir a hablar con ella, faltando a su promesa. Esa actitud le daba esperanzas de que quizás él renunciara al compromiso, Angelina por su parte no decía nada para mantener la calma. Los abrazos cesaron cuando oyeron la campanilla de la puerta.—¿Quién será tan temprano? —inquirió Angelina.—No tengo la más remota idea hija, hoy decidí dar el día libre por tu cumpleaños y no tengo pedidos pendientes —Angelina notó que el semblante de su madre cambiaba, sabía que Caden se le cruzaba por la mente, y analizó que aquella visita a horas tem
Horas más tarde. La tarde continuaba siendo preciosa a pesar de que ya estaba por terminar, aun así, el cielo se engalanaba mostrando tonos naranjas. Caden le miró en silencio pensando que pronto vería a Angelina y deseaba fervientemente que los rieles jalados por los caballos se volvieran como las estrellas fugaces para llegar lo más pronto posible hasta ella. —Hemos llegado señor —informó Gilbert. Después de pasar un tiempo, Caden sonrió y bajó del carruaje sacando con él un ramo de rosas azules. Al tocar la puerta abrió Vanessa. Desde que Clara inició el proyecto del vestido, le había solicitado a la muchacha que viviera con ellas.—Buenas tardes, señorita, ¿se encuentra Angelina? —Vanessa pretendía responder, pero Clara se les unió e intervino en la conversación.—Ya está por bajar, pero por favor, pasa, creo que tenemos una conversación pendiente —la actitud de Clara era fría y Caden lo notó con rapidez.—Vanessa, por favor, hágale saber a Angelina que el señor Greenwood ha
La velada terminó cordialmente. Caden se despidió de Clara y de las otras damas presentes, luego Angelina se dispuso acompañar a su prometido a la puerta, Clara los dejo solos para que se despidieran adecuadamente, ya que durante toda la celebración Clara los mantuvo vigilado.—En última instancia, estamos solos —dijo Caden, acariciando los contornos del rostro de Angelina.—Muchas gracias, Caden, por la velada.—No solo me debe de agradecer a mí, su madre y amigas también tienen tu parte.—Eso lo sé y ya me tocará agradecerles, lástima que Marie y Martina no pudieron estar presentes, ellas nunca han faltado a uno de mis cumpleaños.—Eso lo arreglaré yo, te lo prometo, así que no te pongas triste —Caden quedó de repente en silencio y se fijó en la mirada de Angelina, luego con su dedo pulgar le aca
Días después.Como era su habitual, Angelina y Vanessa decidieron ir al centro de la ciudad para recorrer las calles y ver tiendas, luego pasar por el museo y comprar encargos que Clara les había encomendado. También aprovecharían de darse algunos gustos.—Debemos enfocarnos en tu ajuar —dijo Vanessa con picardía, lo que hizo sonrojar a Angelina, quien desde que salió de su casa había estado muy distraída.—¿Te sucede algo, Angelina? Te veo muy distraída ¿Paso algo con Caden que yo no sé?—No ha pasado nada, al contrario, todo va muy bien.—¿Entonces por qué siento que tu mente está volando lejos de aquí?—Son tus ideas —Angelina trató de sonreír, pero las señales de Michael no le permitían pensar con claridad. Angelina y Vanessa recorrieron la ciudad contemplando las tiendas, entraron en algunas de ellas para ver las nuevas tendencias en vestidos que ofrecían. Vanessa no dejaba de insistirle a Angelina en lo extraña que la notaba aquella tarde, pero por más que indagó no pudo saca
—Quizás ellas tienen razón, quizás yo soy para Caden una distracción.—¿Te estás escuchando a ti misma? Si eres una distracción, ¿por qué quiere casarse contigo?—No lo sé, quizás solo esto es una ilusión o tal vez está buscando la forma de aprovecharse de mí. ¡Oh Dios! Mi madre tenía razón, no debí aceptar casarme.—¡Ya es suficiente Angelina y no seas cobarde! No porque esas arpías te insultaron, vas a desistir de casarte. No ves que hablan de esa manera porque les duele que él te prefiera a ti antes que, a esa tal Miriam. Así que seca esas lágrimas —Angelina hizo caso a su amiga y secó sus lágrimas. Había sido muy cobarde de desistir a la primera presión. El resto del día Angelina estuvo pensativa y algo dolida
Dos días después.Caden fue a visitar a su prometida, ya había dejado de verla dos días para ir agilizando todo lo que necesitaría para su nueva vida junto a la mujer que amaba. Llegó a la tienda y saludó a todos los presentes, Angelina se apartó de lo que estaba haciendo para atender a su prometido, ya que todas las demás empleadas estaban arreglando todo para cerrar.—¿Y tu madre Angelina?—Salió al correo a dejar una carta —Caden se pendió del rostro de Angelina, sentía cómo su cuerpo pasaba de frío a cálido, tan solo con su presencia. Él era como uno de esos niños que se sentía encantado bajo la melodía del flautista de Hamelin. Angelina trató de regalarle una sonrisa cálida, pero aquella sonrisa no fue muy convincente. Caden perc
Un mes después. Arianna había observado que Michael se había alejado un poco de ella, a pesar de que continuaba siendo amable, su mirada era diferente; Emilia le había aconsejado dejar el tiempo correr y ella accedió tristemente a seguir el consejo de su tía. —No te sientas afligida, mi niña —le manifestó Emilia a Arianna para subirle los ánimos—. Recuerda que su partida a Londres se acerca y, sin duda, la planificación de la fiesta debe estar tensa. —Todavía falta un par de meses. —A pesar de todo, mi querida, para él no debe ser sencillo volver; así que tengamos paciencia, Michael siempre ha sido así. —Él ha estado renuente, y yo creo que algo le pasa. Voy a averiguarlo. —La voz de la muchacha era de profunda frustración. —¡Te lo prohíbo Arianna! Vas a ponerte en una mala posición —Arianna permaneció en silencio tragándose su frustración delante de su tía. —Una dama siempre debe mantener la compostura, sea cual sea la situación. No podemos dejarnos llevar por los desatinos del
Alyssa, Emma y Robert finalmente habían llegado, lo cual Robert agradeció profundamente debido a la pequeña emboscada que había tenido lugar en el interior del carruaje.Al entrar en la edificación, quedaron sorprendidos por la majestuosidad del sitio. Robert ofreció su brazo a las dos damas y mostraron sus invitaciones. Posteriormente, fueron recibidos con gran cordialidad y les ofrecieron una copa del mejor champán.—El recinto para disfrutar de obras ha quedado espacioso, pero también es en sí mismo una joya del diseño y la construcción —opinó Robert. Uno de sus amigos, sir Brad Clayton, oyó sus acotaciones y no resistió a unirse a la conversación para aportar su punto de vista; el arte era una de sus pasiones.—Finalmente, esta obra arquitectónica ya es un hecho, después del elaborado trabajo realiza