Capítulo 4

¡Hola! —exclamó entusiasmado. —oye, no quiero parecer un acosador, pero estoy muy interesado en ti, me gustas de verdad, estoy enamorado de ti y sé que te gusto, no lo niegues. —¿a qué le tienes tanto miedo? —preguntó.

¡DIOS!—exclamé asombrada. —mira niño, estás actuando como un psicópata, que haces aquí, vete por favor, estoy esperando a alguien, y por supuesto que no me gustas, lo que pasó fue un error, ahora mismo estoy en horario laboral y estoy esperando a un cliente, podrías marcharte por favor. —le pedí.

—¿Podríamos hablar un momento, por favor? —preguntó Scorpion.

—No, no hay nada de que hablar, lo que pasó te repito ha sido un gran error, podrías solo olvidarlo, por favor Kaleth, vete, estoy esperando alguien, tú no deberías estar aquí. —esclarecí irritada.

—Lo siento, no quería asustarte, pensé que te daría gusto verme, pensé que te gustaba, que esto era algo especial, no solo para mí. —dijo decepcionado. —soy un idiota, de verdad pensé que te gustaba y es por eso estoy aquí, yo fui la persona que agendó la cita, no tenía otra manera de verte sin que me rechazaras.

—¡Oh vaya!—exclamó. —de verdad lo siento, esto es muy vergonzoso, no tenía idea de que no te gustaba, me iré, te prometo no volver a molestarte más, no lo habría hecho si no hubiese creído que era algo especial para ti también. —argumento desilusionado.

Él se levantó y se fue, yo me quedé procesando la información, me bebí unas margaritas y unos minutos más tarde fui de regreso al trabajo, estaba ansiosa por llegar a casa, ducharme y descansar, de verdad necesitaba descansar. Habían sido unos días estresantes y con todo ese lío en que me había metido.

«Vaya que día tan pesado, lo mejor es que sea sí, que me aleje de ese chico, ¡DIOS!, si tan solo tuviera mi edad o un poco más».

«Ya déjate de pensamientos tontos, continua con lo que estabas haciendo, había sido una linda experiencia y debe quedar como un agradable recuerdo —me duché, me metí a la cama y me dormí».

Habían pasado unas semanas y por más que intentaba no podía evitar dejar de pensar en Kaleth, en la manera en que me había hecho sentir en tan poco tiempo.

Quería volver a verlo, volver a sentirlo. Hablé con mis amigas, sé que es una estupidez, les dije, pero iré al club, necesito verlo, quiero y deseo estar con él, que me haga sentir mujer.

—Amiga, espero que no te hayas enamorado de ese joven, recuerda que él solo está interesado en tu dinero, ya eres una mujer adulta, no puedes andar fiándote de jovencitos. —espetó Lidia intranquila.

—Ya amiga, no digas tonterías, tú qué sabes, no lo conoces y si él llegara enamorarse no le veo nada de malo, para el amor no hay edad —dijo Claudia. —amiga, tú ve y disfruta de ese chico y lo que sea que lleguen a tener, pero no huyas esta vez, sí te gusta lo que te hace sentir vívelo y disfrútalo mientras puedas, Aún eres una mujer joven y lo mereces, no te niegues la oportunidad de darle a ese hermoso cuerpo el placer que merece. —explicó despreocupada.

—No sé, si está bien eso, él es muy joven para mí. —aseguré.

—Amiga, déjate de formalidades por una vez en tu vida, arriésgate, disfruta, sé feliz, permite sentirte viva, amada, deseada. No pienses en las consecuencias, sino en disfrutar los actos. —añadió Claudia.

Decidí seguir mi instinto, esta vez, era más sexual que lógico. —había llegado al lugar, los chicos aún presentaban su show, espere hasta que finalizó, él me vio y se acercó.

—¿Hola estás bien? —preguntó extrañado. —no me digas que té quedé debiendo lo de la otra vez, pague por el tiempo que te hice perder.

—No sabía que habías pagado por ello, en ese caso tendré que devolverte el dinero. —afirmé. —y si, ¡estoy bien!, ¿y tú? —pregunté.

¡Estoy bien! —afirmó. —no te preocupes, no tienes que devolver nada, te hice perder el tiempo, es justo que te quedes con el dinero. —¿Si no es eso que te trae por aquí? —preguntó curioso. —por cierto estás muy hermosa hoy, tú siempre lo estás, pero hoy aún más.

—¡Gracias Kaleth! —exclamé nerviosa. —quería verte y disculparme por lo de la otra vez, es que soy mayor que tú Kaleth y es muy tormentoso para mí eso, pero me gustas si puedo llamarle así a lo que siento. —justifiqué.

—¡Vaya!, no sabes lo que me alegra escuchar eso, te comería a besos, si no te incomodará que lo hiciera aquí delante de todos. —espetó Scorpion, esperando una afirmación o negación de mí, parte.

—No se vería bien que lo hicieras aquí, nos podrían ver, y sería muy incómodo para mí, ya que soy mayor que tú —dije apresurada.

—Te he dicho que tu edad no me interesa, me gustan las mujeres mayores y tú eres perfecta para mí, Mariam, me traes loco. —¿quieres ir a un lugar más Privado o solo has venido a decirme esto? —preguntó

—Por favor vamos a un lugar más privado. —dije avergonzada. —fuimos al lugar donde todo había comenzado, él empezó a hablar y me le tire encima y susurré a su oído, “hazme tuya Kaleth, te he extrañado tanto, me gustas mucho”.

—¿Estás segura Mariam? —preguntó desconcertado. —no quiero que después te sientas mal y huyas de nuevo, quiero que te convenzas de lo mucho que me gustas. —añadió.

—¡Estoy enamorado de ti, Mariam! —¿Te gustaría ser mi novia? —preguntó decidido.

No podía creer lo que me estaba preguntando, ¡DIOS! —pensé sorprendida. — me encantaría poder decirle que sí, pero es solo un adolescente calenturiento y yo una mujer madura con descontrol hormonal, «que es lo que estoy haciendo»…

Cerré mis ojos y me dejé llevar por el placer que me proporcionaba sentirme suya, él siguió diciéndome muchas cosas lindas mientras me hacía el amor. —terminamos y él se quedó en mi vientre.

—No me respondiste Mariam —¿quieres ser mi novia? —preguntó de nuevo. —está bien, sé que no es fácil para ti, te he dicho muchas veces que no me importa tu edad, me gustas mucho y sé que te gusto dé igual manera —Mariam no tendría que ser algo público si así lo deseas, por mí le diría al mundo entero, pero dime qué sí y será como tú desees. —Aseguró.

—Me levanté de la cama y le respondí que no. —lo siento Kaleth debo irme esto no puede ser. —proteste con seguridad.

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