—¿Es en serio Mariam? —preguntó —entonces solo usas lo de tu edad cuando te conviene, te la pasas diciendo que eres una mujer adulta, pero no actúas como una. —Mariam, yo sé que amas a tus padres, de que estás agradecida con ellos, pero no puedes continuar permitiendo que sean ellos quienes dirijan tu vida, mírame ahora es cuando debes ser una mujer adulta, asume la responsabilidad, me amas y te amo, y tu edad no me importa y a ti tampoco debería importarte, no me mires así, sabes que tengo razón, pero si es lo que quieres ni modo, guardaré el auto. —agregó abatido.—Listo amor, voy a pedir el Uber, para poder acompañarte, porque me miras así, Mariam no me digas que tampoco puedo ir contigo en el Uber. —¿es una broma Mariam? —preguntó, molestó. —Dime que estás bromeando, ahora que Mariam, te verían bajarte de un Uber y le dirán a tus padres que andas con un adolescente o es que piensas que eso arruinaría la imagen de mujer culta que tienes ante todos, por favor no seas mojigata, asume
—Iré a la cocina, ¿quieres que te traiga algo? —me preguntó dándome un beso.—No, gracias por ser tan atento Kaleth, él se había ido a la cocina, continúe haciendo mi trabajo, debía enviar un correo y cuando abrí la bandeja de entrada, había un mensaje sin leer de una tal Ingrid.Intenté abrir mi correo y por accidente se abrió el mensaje, lo estaba cerrado y regresé porque alcancé a leer la palabra “te extraño”. —él entró a la habitación y yo estaba celosa y molesta después de leer el correo, cuyo mensaje decía.—Mensajes de Ingrid. —Hola amor, sé que debes estar molesto por la última vez, no quería que te enteraras de ese modo, pero tienes que entender, era tu madre debía ayudarla, te echo de menos, por favor responde, ya no me ignores más, acaso no te gusto lo que hicimos aquella vez en tu casa, porque a mí sí, y deseó tanto volver a verte, pero no sé cómo, si aún sigues molesto. Ya no seas malito y respóndeme, yo sé que extrañas a tu Ninfa encantada como solías decirme, Kaleth amo
Me sentía tan cómoda, no quería salir de allí, pero debía hacerlo, tenía mucho trabajo por hacer, debía seguir trabajando en el caso especial. —Salí de la bañera y noté que Kaleth me estaba llamando, le respondí, hablamos un poco y le dije que debía dejarlo, así estuve horas en mi laptop trabajando.Fui a la cama y vi los mensajes de Kaleth, me había estado llamando y no le había respondido, habían pasado 5 días desde la última vez que estuve en su casa, lo amaba, pero tenía tanto miedo de enfrentar todo, pensar en la situación me generaba mucho estrés, decidí entonces evitarlo, él me había estado dejando mensajes y llamando, hasta me había enviado unas rosas al trabajo.Cuando finalmente le respondí por accidente tuve que decirle que estaba muy ocupada, él me había invitado a salir y le dije que no podía, que debía quedarme en casa a trabajar en el caso. —él me insistió, me dijo que sentía que me estaba alejando, le dije que solo estaba muy ocupada, él pareció entender al tiempo que
¿Estas terminando conmigo?—pregunté —Tras su respuesta afirmativa, me acerqué él se estaba poniendo los zapatos, me le arrodille al frente, levanté su rostro, lo miré y le di un beso, él me apartó y me pidió que me detuviera, pero me acerque más y continúe besándolo, besé su cuello y le susurre al oído que lo amaba, el se deja llevar por mis besos, nos pusimos de pies y le quité la camisa, el besó mi cuello y retiró mi ropa, estábamos haciendo el amor en la posición flor de loto. —Ya no sigas jugando conmigo, no quiero seguir siendo tu juguete sexual, yo te amo, pero no estoy dispuesto a seguir permitiendo que juegues conmigo, Mariam tú no me amas y odio saber que solo soy diversión para ti, desearía resistirme, desearía que tus besos no me hicieran falta. —explicó abrumado. —No digas que eres un juego para mí, porque tú sabes que no es así, Kaleth también te amo, pero comprende mi situación, no eres solo sexo, eres todo lo que quiero, estaba confundida, no por lo que siento por ti,
—¿Por qué actúas así? —preguntó con decepción —Hace unos minutos fuiste tú quien me pidió que no termináramos y ahora eres tú quien me dejas, basta de actuar como si solo tú importaras, estoy cansado de todo esto, llevamos 7 meses saliendo y no hay un solo mes en que no terminemos, siempre Mariam tengo que estar detrás de ti, no es justo. —musito hastiado. —Así que dejaré de insistir, puedes irte y definitivamente te prometo que no te buscaré más. —afirmóEscucharlo hablar así me dolía, sobre todo porque sabía que estaba hablando en serio, me subí al taxi y fui a casa. —Habían pasado dos semanas en las que no había hablado con nadie del asunto, ni siquiera con Martha, de mis amigas era con quién más me entendía.Él no me había llamado y por supuesto yo no lo haría, había estado entre la rutina, ver a mi familia, en una comida, una tarde en casa de mi madre, me di cuenta de que si controlaban demasiado mi vida, lo supe cuando me pidió sentarme correctamente, ya tenía 32 años, como era
—Por supuesto, pero deja de decir esas cosas, me pones nerviosa, me haces sonrojar. Es un lugar increíble y tenías razón, hay muchas personas aquí. —espeté ruborizada.—Te ves realmente hermosa con el cabello de esa manera Mariam, envidio a ese hombre que dices amar, se ha llevado una hermosa e incomparable joya, por cierto nunca me dijiste quien es ese afortunado hombre, quisiera saber cómo es que logró conquistar a una diosa como tú. —inquirió Juan—Buenas noches, ¿me permite continuar el baile con su hermosa acompañante? —preguntó Kaleth.—Por supuesto, Mariam volveré más tarde, ahora debo saludar a algunos invitados, te repito, estás deslumbrante. Con permiso. —Respondió Juan soltando mi mano.—¿Qué haces aquí Kaleth? —pregunté indiferente.—Ese hombre tiene razón, estás muy hermosa, irreconocible, Mariam te ves muy bella con el cabello de esa manera, y ese vestido que marca perfectamente tu silueta.—confirmó mirándome —¿Él es tu nueva pareja, decidiste salir con él?—preguntó—No,
Nos habíamos quedado dormidos, después de hablar sobre lo que habían sido esos días, no queríamos discutir, y dejamos de lado las malas experiencias. —En la mañana me levanté lentamente, para no despertarlo, estaba haciendo el café, mire por la ventana, vi de nuevo las empresas de la familia de Kaleth, está vez no lo extrañaba, estaba en mi cama, me detuve a pensar en lo incómodo que había sido conocer a su madre, parece que no le agrade mucho, se notó en sus expresiones cuando Kaleth me llamo su prioridad.Me acerqué para servirme un poco de café, haría el desayuno después de ducharme, estaba apunto de ir a la recámara con Kaleth, sentí que alguien intentaba abrir la puerta del apartamento, sentí desfallecer cuando vi entrar a mi madre.—Que es lo que te has hecho hija, porque llevas el cabello de ese modo, dime qué es una peluca, hija cómo se te ocurre, es que te quieres ver más joven, ese corte de cabello no es adecuado para tú edad, mírate pareces una jovencita en celo, que esa ro
—¿Se te olvido que no suelo desayunar? —cuestiono acercándose —estaré bien si me das un par de besos y caricias. —¿Quiere venir a la ducha conmigo, señorita Mariam? —preguntó a la vez que me daba un beso en el cuello.—Tú eres un chico sexualmente muy activo, no sé si con el paso del tiempo pueda seguir tu ritmo, y si, me gustaría ir contigo y tomar juntos una ducha, me besa el cuello mientras caminamos a la ducha y me dice que no es solo una ducha lo que quiere.Tras haber tomado la ducha, salimos y preparé el desayuno, lo convencí de desayunar conmigo, él se acerca a la ventana, me acerqué y lo abracé, juntos veíamos la ciudad.—¿Cómo ha ido la reconciliación con tus padres? —pregunté pegada a su espalda.—Bien amor, les hablé de ti, les dejé todo claro, no quiero que se involucren en mi vida amorosa, del modo en que solían hacerlo, en especial mi madre, ella siempre ha querido que me casé con Ingrid, le he dejado claro que te amo, les deje claro que no pretendía renunciar a ti y muc