Nos habíamos quedado dormidos, después de hablar sobre lo que habían sido esos días, no queríamos discutir, y dejamos de lado las malas experiencias. —En la mañana me levanté lentamente, para no despertarlo, estaba haciendo el café, mire por la ventana, vi de nuevo las empresas de la familia de Kaleth, está vez no lo extrañaba, estaba en mi cama, me detuve a pensar en lo incómodo que había sido conocer a su madre, parece que no le agrade mucho, se notó en sus expresiones cuando Kaleth me llamo su prioridad.Me acerqué para servirme un poco de café, haría el desayuno después de ducharme, estaba apunto de ir a la recámara con Kaleth, sentí que alguien intentaba abrir la puerta del apartamento, sentí desfallecer cuando vi entrar a mi madre.—Que es lo que te has hecho hija, porque llevas el cabello de ese modo, dime qué es una peluca, hija cómo se te ocurre, es que te quieres ver más joven, ese corte de cabello no es adecuado para tú edad, mírate pareces una jovencita en celo, que esa ro
—¿Se te olvido que no suelo desayunar? —cuestiono acercándose —estaré bien si me das un par de besos y caricias. —¿Quiere venir a la ducha conmigo, señorita Mariam? —preguntó a la vez que me daba un beso en el cuello.—Tú eres un chico sexualmente muy activo, no sé si con el paso del tiempo pueda seguir tu ritmo, y si, me gustaría ir contigo y tomar juntos una ducha, me besa el cuello mientras caminamos a la ducha y me dice que no es solo una ducha lo que quiere.Tras haber tomado la ducha, salimos y preparé el desayuno, lo convencí de desayunar conmigo, él se acerca a la ventana, me acerqué y lo abracé, juntos veíamos la ciudad.—¿Cómo ha ido la reconciliación con tus padres? —pregunté pegada a su espalda.—Bien amor, les hablé de ti, les dejé todo claro, no quiero que se involucren en mi vida amorosa, del modo en que solían hacerlo, en especial mi madre, ella siempre ha querido que me casé con Ingrid, le he dejado claro que te amo, les deje claro que no pretendía renunciar a ti y muc
Estaba como si me hubieran dado un golpe en la cabeza, no podía creerlo y mucho menos dudarlo, porque su madre no me mentiría, sé que no le agrade, pero dudo que se haya inventado todo, ante mis ojos Kaleth era culpable, me había estado llamando, apague mi móvil, él no tenía la línea fija de mi casa, tampoco se atrevería a ir aun cuando ya supiera exactamente dónde vivía, o eso creí.Había llegado el fin de semana y estaba donde mi madre, a la espera que llegará el invitado con el cual mi madre pretendía que saliera, escucho que alguien saluda, al voltear, veo un atractivo hombre, alto, barbado y cabello rubio, saludó a todos, y se acercó cortésmente a saludar a mi madre.Ella nos presentó y estaba sorprendida, sí que era físicamente atractivo, mi madre con sus dobles intenciones me pidió que le mostrará el lugar, no me negué, su compañía era bastante agradable, diferente a las citas que mi madre solía concretar, en su afán de escoger un buen esposo para mí, según ella, caminábamos por
No importaba lo que mi corazón desease, además en el fondo sentía que era solo el deseo, pues con Fernando me sentía diferente, comprendida y el solo hecho de no tener que luchar contra el mundo para estar junto a él, lo hacía no solo adecuado, sino que mi mejor opción en cuanto a ellos, todo indicaba que Fernando me convenía más, me despedí de él y me fui a casa, así pase el resto del fin de semana intentando no pensar en Kaleth, imaginando lo bueno que será para mí estar con Fernando, pues no solo me convenía, mi madre también lo había aprobado.Había llegado el día en que usaría ese elegante vestido que había escogido junto con mis amigas, mi madre me había comprado un vestido que por supuesto no usaría, después de estar allí no podría hacer más que enojarse.—¿Por qué insistes en llevarme la contraria hija, es que no te das cuenta de que mis consejos hasta ahora te han funcionado y servido? Dime, ¿crees que estarías con un hombre como Fernando si hubiera dependido de ti?—preguntó e
Todo estaba tan confuso, él iba a tener un hijo con su futura esposa, como se había atrevido a seducirme, estaba por creer que era un enfermo, un psicópata con atracción por las mujeres mayores, quizás su madre tenía razón, sentía que mi mundo estaba colapsando, amaba a Kaleth, él me había hecho sentir cosas que jamás hubiera imaginado, pero, por otro lado, está Fernando, tan bueno y conveniente para mí.Me metí a la ducha y dejé caer el agua por varios minutos, mi cuerpo estaba pálido y el frío me hacía temblar, me salí de la ducha y dispuse a ponerme una pijama y me metí debajo de las sábanas, me había costado dormir, tenía mucho que pensar, las cosas estaban bastante claras, no entendía por qué darle más vueltas al asunto. En la mañana me levanté con las ojeras queriendo adueñarse de mi rostro, tenía que ir a trabajar, había dormido poco más de dos horas, me sentía cansada y sin ánimos, pero tenía que ser responsables y sobre todo tenía que cumplir con mi trabajo, tenía clientes i
Termino la llamada y me puse a pensar en lo que podría hacer con Kaleth, es muy impulsivo, siempre hace lo que quiere, las horas pasaron y la zozobra de saber lo que estaban hablando me estaba consumiendo, no podía evitar dejar de pensar en ello, pero lo hice, me concentre en el trabajo tenía mucho que hacer. Unas horas después llegó Fernando con mi almuerzo, juntos almorzamos y traté a cómo pude sacarle información, quería saber que le había dicho Kaleth, pero no habían hablado mucho por lo que menciono eso me alegraba, me hacía sentir tranquila, no había de que preocuparme, después de almorzar y hablar con Fernando él se despidió tenía que irse a trabajar, había sido un día estresante así que al finalizar mi jornada laboral me fui a la casa, tomé una ducha bebí una copa de vino y me preparé para descansar, estaba por quedarme dormida cuando recibí una llamada de Kaleth, no quería contestarle, pero lo hice.—Hola mi hermosa ninfa, no quería molestarte en la tarde, pero estaba muy ce
Me duché de prisa y me peiné el cabello, por suerte lo llevaba corto y solo tenía que cepillar un poco, antes de salir de la casa llamé a Fernando, me dijo que esta semana no estaría porque debía salir a unas reuniones importantes, supuse que iría Kaleth, ya que eran socios, no quería preguntarle, pero lo hice, le pregunté que cuáles de sus socios irían y me dijo que no, que solo lo haría él, no era una reunión que tuviera que ver con su asociación en las empresas del Padre de Kaleth.Me dijo que eran negocios diferentes, no le di tanta importancia, termine la llamada y fui al garaje por mi auto, justo cuando estaba a punto de emprender mi viaje me llamo Kaleth, quería saber cómo había amanecido, saber si no seguía molesta con él, también me dijo que iba a necesitar de mi ayuda en asesorías legales. —le sugerí buscar a otra persona, porque realmente no quería ni podía estar cerca de él, sin que esto me generará incomodidad o quizás placer, cuando estaba cerca de él no podía controlarm
Estaba demasiado sorprendida con actitud de Ingrid, realmente debería molestarla mucho esta situación como para que haya venido a mi oficina a repetirme lo que hace unos días ella y la madre de Kaleth me habían dicho, me lastimaba, aunque intentaba ocultarlo, me generaba cierta molestia que ella hubiera ido a mi oficina, a echarme en cara que estaba muy vieja para Kaleth, días anteriores había caído en los brazos de Kaleth, estaba segura de que no volvería a pasar, menos ahora que sé que está esperando un hijo con otra mujer.Creo que Marta se percató de que ella salió y entró a mi oficina, me preguntó de qué habíamos hablado, al contarle me dijo que le parecía muy extraño que ella insistiera tanto en que a Kaleth le gustarán las mujeres mayores por juego, de que él estuviera obsesionado, de ser así él hubiese buscado otra, no creía que estuviese obsesionado conmigo, me pidió investigar las cosas a fondo antes de sacar cualquier conclusión, para ella no era tan normal, como lo veía yo