Todo estaba tan confuso, él iba a tener un hijo con su futura esposa, como se había atrevido a seducirme, estaba por creer que era un enfermo, un psicópata con atracción por las mujeres mayores, quizás su madre tenía razón, sentía que mi mundo estaba colapsando, amaba a Kaleth, él me había hecho sentir cosas que jamás hubiera imaginado, pero, por otro lado, está Fernando, tan bueno y conveniente para mí.Me metí a la ducha y dejé caer el agua por varios minutos, mi cuerpo estaba pálido y el frío me hacía temblar, me salí de la ducha y dispuse a ponerme una pijama y me metí debajo de las sábanas, me había costado dormir, tenía mucho que pensar, las cosas estaban bastante claras, no entendía por qué darle más vueltas al asunto. En la mañana me levanté con las ojeras queriendo adueñarse de mi rostro, tenía que ir a trabajar, había dormido poco más de dos horas, me sentía cansada y sin ánimos, pero tenía que ser responsables y sobre todo tenía que cumplir con mi trabajo, tenía clientes i
Termino la llamada y me puse a pensar en lo que podría hacer con Kaleth, es muy impulsivo, siempre hace lo que quiere, las horas pasaron y la zozobra de saber lo que estaban hablando me estaba consumiendo, no podía evitar dejar de pensar en ello, pero lo hice, me concentre en el trabajo tenía mucho que hacer. Unas horas después llegó Fernando con mi almuerzo, juntos almorzamos y traté a cómo pude sacarle información, quería saber que le había dicho Kaleth, pero no habían hablado mucho por lo que menciono eso me alegraba, me hacía sentir tranquila, no había de que preocuparme, después de almorzar y hablar con Fernando él se despidió tenía que irse a trabajar, había sido un día estresante así que al finalizar mi jornada laboral me fui a la casa, tomé una ducha bebí una copa de vino y me preparé para descansar, estaba por quedarme dormida cuando recibí una llamada de Kaleth, no quería contestarle, pero lo hice.—Hola mi hermosa ninfa, no quería molestarte en la tarde, pero estaba muy ce
Me duché de prisa y me peiné el cabello, por suerte lo llevaba corto y solo tenía que cepillar un poco, antes de salir de la casa llamé a Fernando, me dijo que esta semana no estaría porque debía salir a unas reuniones importantes, supuse que iría Kaleth, ya que eran socios, no quería preguntarle, pero lo hice, le pregunté que cuáles de sus socios irían y me dijo que no, que solo lo haría él, no era una reunión que tuviera que ver con su asociación en las empresas del Padre de Kaleth.Me dijo que eran negocios diferentes, no le di tanta importancia, termine la llamada y fui al garaje por mi auto, justo cuando estaba a punto de emprender mi viaje me llamo Kaleth, quería saber cómo había amanecido, saber si no seguía molesta con él, también me dijo que iba a necesitar de mi ayuda en asesorías legales. —le sugerí buscar a otra persona, porque realmente no quería ni podía estar cerca de él, sin que esto me generará incomodidad o quizás placer, cuando estaba cerca de él no podía controlarm
Estaba demasiado sorprendida con actitud de Ingrid, realmente debería molestarla mucho esta situación como para que haya venido a mi oficina a repetirme lo que hace unos días ella y la madre de Kaleth me habían dicho, me lastimaba, aunque intentaba ocultarlo, me generaba cierta molestia que ella hubiera ido a mi oficina, a echarme en cara que estaba muy vieja para Kaleth, días anteriores había caído en los brazos de Kaleth, estaba segura de que no volvería a pasar, menos ahora que sé que está esperando un hijo con otra mujer.Creo que Marta se percató de que ella salió y entró a mi oficina, me preguntó de qué habíamos hablado, al contarle me dijo que le parecía muy extraño que ella insistiera tanto en que a Kaleth le gustarán las mujeres mayores por juego, de que él estuviera obsesionado, de ser así él hubiese buscado otra, no creía que estuviese obsesionado conmigo, me pidió investigar las cosas a fondo antes de sacar cualquier conclusión, para ella no era tan normal, como lo veía yo
—Te conozco Mariam, como siempre estás buscando excusas para evadir el tema, pero allá tú, con tu asunto, vamos a almorzar, también tengo hambre. —reprocho Martha.Después de haber organizado unos documentos salimos del lugar, fuimos a un restaurante que había cerca, me gustaba la comida de allí, antes de irnos le había pedido a mi secretaria que me reagendará las citas que había perdido, para el siguiente día, mi amiga se fue, y yo regresé al trabajo y pude terminar mi labor ese día, me fui a casa estaba un poco cansada, pero me senté en el mueble a ver mi programa favorito mientras adelantaba trabajo que había dejado de hacer por el tiempo que había ocupado hablando con la novia de Kaleth y mi amiga.Recibí una llamada de Kaleth, avisándome que estaba de cámino a mi casa, le insistí que no lo hiciera, pero aun así lo hizo, él sabía que Fernando no estaba, que estaba viajando por asuntos de negocios, eran socios, así que se lo había comentado, me estaba preparando un café, escuché qu
Nos despedimos y me dijo que al otro día no estaría en casa, decidí aprovechar para invitar a mi padre almorzar, para preguntarle si él sabía de qué modo se había conocido mi madre y el padre de Kaleth, así fue como me enteré de que ellos habían sido novios cuando eran muy jóvenes, antes de que mi padre y mi madre se conocieran, ella había sido novia del padre de Kaleth, que habían tenido una relación bastante complicada.Él había sido un chico humilde y mi madre era hija de padres ricos y de ahí donde heredó la herencia que actualmente poseen, ahora comprendía por qué mi madre sabía tanto de esa familia y por qué se refería a ellos de esa manera, bien guardado que sí se lo tenía, ahora no estaba solo sorprendida por saber que mi madre conocía al padre de Kaleth, sino que también lo identificaba a él, complicaba el hecho de que pudiese aceptar que tuviese una relación con él, cada vez eran más los motivos para elegir a Fernando, con él no tendría ningún tipo de problema que enfrentar.
La había pasado muy bien con mi padre, pero era tiempo de regresar a cumplir con mi responsabilidad, debía volver al trabajo, fui por mi auto, era hora de ir a casa, tenía que hacer una parada, no tenía ganas de cocinar, llevaría algo preparado para cenar, había llegado y estaba cenando, tocan la puerta fui abrir, era Kaleth.—Hola, Kaleth, ¿qué haces aquí de nuevo?, por favor ya no insistas, ya dejamos las cosas claras. —dije seriamente.—Hola, Mariam, no quiero molestarte, pero quiero hablar contigo, te prometo que esta vez será definitivo. —respondió tono serio—Está bien Kaleth, puedes seguir, no tenemos nada de que hablar, pero ya que insistes adelante. —¿te gustaría beber algo?—pregunté regresando al comedor—No, así está bien y disculpa que haya interrumpido tu cena, pero deseaba hablar contigo lo antes posible, verás como ya sabes, Ingrid dice que está esperando un hijo mío, es algo que aún tengo en duda, no sé cómo pasó, no recuerdo esa noche, pero sé que no te importa escuch
—Kaleth por favor basta, no hablemos de cosas que nos hacen más daño, solo disfrutemos nuestra compañía, disfrutemos, esta que es nuestra última noche, disfrutemos de este pecado, el cual estamos cometiendo, te amo, eso es todo lo que debería importarte, no pensemos en nada más, solo somos nosotros aquí y ahora. —respondí dándole un beso.Las horas pasaban, seguíamos disfrutando uno del otro, seguimos hablando, seguíamos mirando el reloj, contando las horas que nos faltaban, para despedirnos, para decirnos adiós, para acabar con aquel amor que no habíamos podido salvar, quizás por mi inmadurez, quizás porque no fui capaz de asumir la responsabilidad de mis actos, porque no fui capaz de reconocer que me había enamorado de un hombre menor, había sido una cobarde y este era el resultado de ello, estaba perdiendo al hombre que amaba, estaba en una relación con un hombre maravilloso, pero al que no puedo amar.Finalmente, había llegado la mañana, eran las 6:00 y ahí estábamos nosotros haci