Capítulo 5

—¡Espera, no te vayas por favor!.—exclamó, tratando de detenerme. —No te presionaré, pero promete que vas a pensarlo, Mariam me encantas y me gustaría que dijeras que sí, ven no te vayas por favor, te he extrañado mucho y necesito tenerte conmigo, esta noche, me encantas —¿lo entiendes?

Me acerqué, me abrazó y nos metimos a lo que se suponía que era una cama, en ese lugar nos quedamos dormidos luego de hablar y conocernos un poco más.

Me despertó el sentir su cálido miembro en mí, me habló al oído mientras me penetraba, me hacía sentir como una quinceañera viviendo su primer amor, sabía que estaba mal, pero ya no podía detenerme, me estaba gustando más de lo que se suponía que debía permitir.

—¿Te he mencionado lo hermosa que eres? —preguntó con tono de enamorado. —eres la mujer con la que había estado soñando, me encantas, Mariam Báez. —me gusta cuando dejas escapar esos gemidos, cuando dejas marcas en mi espalda con tus uñas, me gusta mucho cuando cierras los ojos y me pides que no me detenga —dijo excitado. —¿dónde estuviste todo este tiempo?, había esperado tanto por alguien que me hiciera sentir de este modo, conocerte ha sido lo mejor de los últimos años.—explicó.

—¿Te gusta? —¿Disfrutas ver cómo me haces sentir, como una tonta adolescente? —pregunté avergonzada.

—Me gusta todo de ti, cuando me llamas por mi nombre entre gemidos, Mariam, no solo los adolescentes se sienten así, esto puedes sentirlo a cualquier edad, así es el amor, el placer no tiene edad, todo lo que está bien es lo que estamos viviendo ahora, me siento muy bien y espero que tú te estés sintiendo igual. —explicó con certeza. —¿oye porque tienes tanto miedo a dejar fluir este sentimiento? —preguntó.

—Ignore su pregunta

Hacíamos el amor, terminamos y tomé una ducha, tenía que ir a casa para organizarme e ir a trabajar, me despedí y él me pidió pensar en lo que me había preguntado hace unas horas. —fui a casa y después a trabajar, esa noche tenía una cena con mis padres que habían regresado de vacaciones.

Mis padres eran muy exigentes, estoy muy agradecida, pero haber sido hija única no había resultado tan bien, siempre hacía lo que ellos consideraban mejor para mí, se volverían locos si supieran que estoy saliendo con alguien menor. —fui a la cena con mis padres y los siguientes días había estado pasando tiempo con Kaleth, me hacía sentir muy bien, la rutina y los encuentros con mis amigas.

El sexo entre nosotros era cada vez mejor, me hacía sentir muy bien, ahora parecía tener una vida. —él me había contado un poco sobre su vida, de como a sus padres no les había gustado que él hubiera estudiado el arte del baile y habían dejado de tratarlo, habían pasado muchas cosas entre nosotros, se celebraba un cumpleaños en el lugar y él debía estar presente, quise ir con Martha esa noche, ella era la única que podía, estando ahí, vi como las chicas se volvían locas por él, la chica estaba cumpliendo 24 su misma edad, sentí tantos celos y se puso aún peor cuando lo vi llevar a la chica a una de las salas vip. Me molesté tanto que me fui del lugar.

—Oye, espera, ¿por qué te vas?, pensé que habías venido a verme, es muy pronto para que te vayas. —dijo a la misma vez que me tomaba por el brazo tratando de detenerme.

—Estás ocupado, no quiero molestarte, quería verte y ya lo he hecho, que tengas una linda noche. —aseguré con una media sonrisa. —detuve un taxi y me subí, él se subió al otro lado. —¿qué haces?, debo ir a casa, podrías salir del taxi. —exigí molesta. —por favor, no le hagas perder el tiempo al conductor.

—De acuerdo. —espetó Scorpion. —señor nos podría llevar al hotel principal S&I por favor.

—Señor taxista diríjase a esta dirección por favor.—le pedí con autoridad.

—Por favor podrían ponerse de acuerdo. —¿A dónde debería ir? —preguntó el taxista molesto. —¡ya basta! A quien le hago caso, decidan por favor o salgan del vehículo.

—Podría por favor dirigirse a la dirección que le he indicado. —protesto Scorpion.

Estaba molesta y celosa, después de haber llegado y que me saliera con que había olvidado su cartera de nuevo me moleste más, siempre la olvidaba realmente no me parecía algo convincente, me estaba probando que Lidia tenía razón, solo quería mi dinero, era un Striper, dormía con mujeres por dinero, que más podría esperar.

Pagué el taxi, él fue por las llaves, nos disponemos a subir a la habitación de siempre, mientras caminábamos pensaba que hacer, debería parar con esto, él se acercó por detrás mientras caminábamos y empezó a besarme y a preguntarme que porque estaba molesta.

—Estoy muy feliz de que estés aquí, no entiendo por qué estás molesta aún, me gustaría que digas que estás celosa, sería lindo escuchar que sientes celos. —afirmó con una sonrisa. —oye, no debes estar celosa, no he hecho bailes vip desde que te conocí, solo estaba llevando a la chica con Leo, él era quien debía hacer el baile vip, por cierto si quieres que deje esto lo haré por ti, quiero que estemos bien, que confíes en mí, diosa de ojos oscuros, mira te prometo que no hay manera de que me fijé en otra mujer, tú eres todo lo que necesito ahora, estoy feliz contigo y no arruinaría las cosas, me encantas mi ninfa de ojos oscuros. —¿me dirás que es lo que sucede? —preguntó.

«Pensé para mis adentros, dejar tu trabajo, seguramente esperas que te mantenga, cada vez tenía más motivos para creer que estaba conmigo por interés, eso me generaba una molestia que no podía ocultar».

—No es necesario que dejes tu empleo por mí, todo está bien así, creo que debería irme, no tenemos mucho de que hablar y no estoy molesta, ni celosa. —expliqué.

—Por supuesto que lo estás, te conozco más de lo que imaginas y sé que te molesta algo, aunque no me estás diciendo que es. —aseguró con decisión. —ven, déjame hacerte el amor, déjame hacerte feliz, estoy segura de que podremos hablar mejor después de eso, por favor no te cierres, dime qué es lo que pasa, quiero saber que te molesta para poder solucionarlo.

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