Price Evans
Siento la rabia dentro de mí y no puedo creer todas las idioteces que dije hace apenas unos minutos.
Joder, lo he echado a perder todo. Soy un imbécil. Mis manos tiemblan ante todo la rabia acumulada que siento y quisiera ir detrás de Alison y explicarle que estoy siendo un imbécil todo la semana, que para mí mala suerte no he podido controlarme.
Escucho pasos en el pasillo y pronto la puerta de mi habitación se abre, dejando ver a mi padre. Hay un pequeño brillo de diversión en sus ojos y sus labios se expanden en una sonrisa maliciosa.
—Ya se ha ido tu novia, salió de aquí hecha una furia. Quisiera saber que le has hecho para que la pobre fuera tan perdida que hasta se tropezó contra la alfombra de la sala y cayó.
Me levanto rápidamente.
—Ya se ha ido, y te aseguro que está bien —suelta y
Alison Thompson mejor conocida como Alis, la chica nueva en el pueblo y por lo que escuche es bastante atractiva e interesante, pero hay que verlo.La fuerte música retumba por toda la habitación mientras mis amigos y yo disfrutamos viendo el partido de fútbol americano. Mi pasión por el fútbol nació cuando apenas tenía 4 años y a mi padre se le ocurrió llevarme a un partido, desde ahí comenzó mi gran interés por esos animalotes a los que llaman "Jugadores" y hoy puedo decir que soy parte de ellos.—¡Alan! —dicen mis amigos sacándome de mis pensamientos.Miro al rubio que ha sido mi mejor amigo desde que tengo memoria, quién me mira con una sonrisa ladina y sé que trama algo.—¡Noah! —suelta dándole un trago a su cerveza—. ¡Te reto a que estrenes a la chica nueva! &mda
Las personas pueden cambiarte, empujarte a hacer cosas de las que nunca te hubieras creído capaz, las personas pueden cambiar tu manera de ver o percibir las cosas. Noah Grazer y Price Evans llegaron a mi vida para cambiarlo todo, para bien o para mal, ya lo veremos.—Te amo —Dijo él en plan romántico sacándome una sonrisa. Sus ojos avellana fijos en los míos.—Y yo a ti —Solté al instante en el que sus manos bajaron a mi cintura y me acerco a él para atrapar mis labios en un beso.No. No. ¡NO!Vayamos al principio, donde todo comenzó. Muchísimo antes de las peleas, los besos, los accidentes, las sorpresas y retos, sobre todo los retos. Vayamos a donde todo empezó...Primer día de clases.Alison Thompson.Me desperté con
—Ok, solo entró y ya... Nadie sabe quién soy, solo soy la chica nueva y punto, nadie me notara —Me repito a mí misma y doy una larga inhalación antes de entrar al instituto.Peeeeeero por supuesto que me equivoque. Apenas pongo un pie dentro del enorme pasillo todos centran su atención en mí lanzándome miradas, por donde camino oigo susurros y más de una persona me ha señalado.Genial.Vaya comienzo.Todos me miran como si fuera una especie de alienígena invadiendo la tierra, y claro que se siente patético. Suena el timbre y de inmediato todos los estudiantes caminan paso apresurado a sus respectivos salones menos yo quién estoy ahora en coordinación preguntando mi horario.—Sección B, salón F–16 —la voz de la secretaria escolar es desagradable y suena bastante nasal pero la ignoró y comienz
—¡Ja! ¡Por supuesto! Como vienes de una gran ciudad crees poder venir aquí a criticar —dice una voz detrás de mí, una bastante femenina y chillona.Me giró quedando frente a frente con una chica bastante linda.Comparada con ella yo soy un hombre, un hombre bastante feo...La miró y detallo bien... Una rubia bastante llamativa.Ah claro, por supuesto que a la Barbie del colegio le desagrado.—¿Disculpa? —es lo que sale de mis labios y la chica me mira divertida.—Vienes a criticar todo aquí solo porque vienes de una gran ciudad pero déjame decirte que...Mi ceño se frunce y la miro de mala manera.—No, no te dejare que me digas nada. No me conoces, ni siquiera sabes qué era lo que yo iba a decir y vienes a lanzar de que yo solo iba a criticar —mi voz sale como una daga y ella abre ligeram
Froto mis ojos aún adormilada, el llamado de mi madre me ha despertado.—¡Allison, baja por favor! —grita y me siento en la cama mirando un punto cualquiera mientras trato de despertar del todo.Llevo puesta mi pijama favorita: Unos shorts cortos de color rosa melón, una camiseta blanca con pequeños corazones y un suéter del mismo color rosado.Pongo mis pies en el frío suelo y meto estos en mis pantuflas de ositos. Salgo de la habitación dando bostezos y bajo al primer piso sin saber con quién me encontraría.—Y así fue como mi madre terminó embarazada de mí —le dice él a mí madre y está última suelta una carcajada como si acabase de escuchar lo más gracioso del mundo.—Cariño hasta que bajas... Tu amigo vino a visitarte y a terminar el trabajo de teatro que les han puesto de tarea —mi mad
—Hasta luego Jow —me despedí de mi padrastro y baje del auto para entrar a la secundaria, enseguida vi a Vania quién está con un grupo de chicas.—¡Hey Alis! —grita desde lo lejos haciéndome señas con sus manos. Me acerco y ella me saluda con una gran sonrisa—. Alison te quiero presentar, ellas son mis amigas. Hilary Bath —dijo y enseguida una chica alta, delgada de dentadura perfecta, piel bronceada y cabello castaño se acercó a mí con una gran sonrisa.—Es un placer Allison. Soy Hilary pero dime Hi —canturrea la chica y solo me limito a sonreírle.—Ella es Madde Hill —prosiguió Vania y esta vez se acercó a mí una chica un poco más baja de piel blanca y reluciente, cabello negro con unos cuantos mechones azules y unas cuantas pecas en su rostro.—Un placer Allison, dime Mad —dijo con much
El resto de la semana se pasó volando y cuando fui a ver ya era viernes.Viernes.¡VIERNES!—¡Nos vemos en la noche! —le dije a Vania para subir al auto de Joseph.—¿En la noche? —preguntó él un poco curioso mientras conducía.—Sí… Es que me invitaron a una pequeña reunión, chiquita Jow, solo irán como 20 o 24 personas, nada de que temer, puras chicas —mentí. ¿Porque razón mentí? No lo sé, simplemente no me salió decirle que sería la fiesta del siglo.Según Vania, pero mínimo y solo son pocas personas.Claro, pense eso hasta que observe la casa de Vania esa misma noche.Una casa grande de dos pisos, muy linda y llamativa, la hubiera podido apreciar mejor si no fuera por el montón de adolescentes hormonales en la fiesta.Entre y
Noah me mira entre divertido y pícaro.Su cabello esta mojado y apunta en todas direcciones. Sus músculos y su torso definido están a la vista cubiertos por gotas de agua. Una toalla amarrada a su cintura. Sus labios húmedos, enrojecidos y entreabiertos. Sus ojos mirándome de pies a cabeza.Me miro y enseguida me tiro en la cama, tomo la sabana de está y me enrolló en ella como un churro dejando a la vista nada más que mi cara.—¿¡Qué carajos hacías en el baño!? —le solté a Noah quién me mira entre divertido y pícaro.—Me estaba duchando, un amigo se embriago y tuve que cargarlo cuando una chica tropezó y me hizo caer en la fuente de chocolate —dijo a lo que yo solté una carcajada.Noah con chocolate.No suena nada mal.—Cuanto quisiera haber estado allí —digo