Para cuando la gran camioneta se detiene frente al edificio de ladrillos, aún los estudiantes no han entrado a sus respectivas clases. Y ahí está ella.
Entre todas las chicas ella resalta, con su cabellera castaña ondulada, con su falda corta, sus labios pintados en un rojo carmesí y una sonrisa que atrae.
Pero se le borra la sonrisa de la cara inmediatamente cuando Price abre la puerta y me da su mano para que baje junto a él.
Con todas esas miradas sobre mí, todos mirando la escenita, curiosos y a la vez impresionados, y no faltan esas chicas que te miran como si quisieran asesinarte. Debo admitirlo, el instituto puede llegar a ser lo más difícil del mundo sí no sabes cómo adaptarte.
Pero no le prestó atención a nadie, solo miro a mi objetivo. A ella. Su expresión ha cambiado por completo y ha pasado a ser retadora, provocadora y desafiante. Me detengo just
Para cuando las horas académicas culminaron, Price y yo ya nos encontrábamos sentados en la oficina de su madre, esperándola. Y apenas entro, esbozó una sonrisa al vernos riendo de cómo fue que le pegaron un chicle en el cabello al profesor de matemática.—¡Qué bueno que ya estén aquí! —exclamo, sentándose frente a nosotros en su escritorio—. Bueno, quería hablar con los dos. Con Alison para saber ¿Por qué faltaste la semana pasada? —pregunta con genuina curiosidad y me tenso por completo en mi lugar.No puedo decir:<<Pusieron un vídeo íntimo sobre mí con Noah Grazer y todo el mundo lo vio, me han tachado como una cualquiera y desde entonces me han hecho sentir como una inferior>>—Tuve síntomas de influenza pero ya estoy bien —suelto y
Capítulo 51: PARTE II|La prestigiosa cena: Parte 2|Para mi buena suerte la cena no resulta ser incomoda, sino por el contrario, todos se centraron en degustar la buena comida y apreciar cada plato. De postre elegí un mousse de chocolate.Terminada la cena, la señora Rose y él padre de Price se levantaron y agradecieron a todos por su asistencia, algunos decidieron irse y otros pocos se quedaron.Mi mirada se fijó entonces en ese hombre. Tiene los mismos rasgos de su hijo a excepción que su cabello es negro azabache, pero tiene exactamente la misma mirada divertida y llena de diversión, como si pudiera joderse a la vida sin remordimientos. Tiene esos mismos labios y esos mismos ojos azules intensos pero los suyos tienen aún más verde en ellos. Tiene la misma risa ronca y la misma costumbre de pasar
Price EvansSiento la rabia dentro de mí y no puedo creer todas las idioteces que dije hace apenas unos minutos.Joder, lo he echado a perder todo. Soy un imbécil. Mis manos tiemblan ante todo la rabia acumulada que siento y quisiera ir detrás de Alison y explicarle que estoy siendo un imbécil todo la semana, que para mí mala suerte no he podido controlarme.Escucho pasos en el pasillo y pronto la puerta de mi habitación se abre, dejando ver a mi padre. Hay un pequeño brillo de diversión en sus ojos y sus labios se expanden en una sonrisa maliciosa.—Ya se ha ido tu novia, salió de aquí hecha una furia. Quisiera saber que le has hecho para que la pobre fuera tan perdida que hasta se tropezó contra la alfombra de la sala y cayó.Me levanto rápidamente.—Ya se ha ido, y te aseguro que está bien —suelta y
Alison Thompson mejor conocida como Alis, la chica nueva en el pueblo y por lo que escuche es bastante atractiva e interesante, pero hay que verlo.La fuerte música retumba por toda la habitación mientras mis amigos y yo disfrutamos viendo el partido de fútbol americano. Mi pasión por el fútbol nació cuando apenas tenía 4 años y a mi padre se le ocurrió llevarme a un partido, desde ahí comenzó mi gran interés por esos animalotes a los que llaman "Jugadores" y hoy puedo decir que soy parte de ellos.—¡Alan! —dicen mis amigos sacándome de mis pensamientos.Miro al rubio que ha sido mi mejor amigo desde que tengo memoria, quién me mira con una sonrisa ladina y sé que trama algo.—¡Noah! —suelta dándole un trago a su cerveza—. ¡Te reto a que estrenes a la chica nueva! &mda
Las personas pueden cambiarte, empujarte a hacer cosas de las que nunca te hubieras creído capaz, las personas pueden cambiar tu manera de ver o percibir las cosas. Noah Grazer y Price Evans llegaron a mi vida para cambiarlo todo, para bien o para mal, ya lo veremos.—Te amo —Dijo él en plan romántico sacándome una sonrisa. Sus ojos avellana fijos en los míos.—Y yo a ti —Solté al instante en el que sus manos bajaron a mi cintura y me acerco a él para atrapar mis labios en un beso.No. No. ¡NO!Vayamos al principio, donde todo comenzó. Muchísimo antes de las peleas, los besos, los accidentes, las sorpresas y retos, sobre todo los retos. Vayamos a donde todo empezó...Primer día de clases.Alison Thompson.Me desperté con
—Ok, solo entró y ya... Nadie sabe quién soy, solo soy la chica nueva y punto, nadie me notara —Me repito a mí misma y doy una larga inhalación antes de entrar al instituto.Peeeeeero por supuesto que me equivoque. Apenas pongo un pie dentro del enorme pasillo todos centran su atención en mí lanzándome miradas, por donde camino oigo susurros y más de una persona me ha señalado.Genial.Vaya comienzo.Todos me miran como si fuera una especie de alienígena invadiendo la tierra, y claro que se siente patético. Suena el timbre y de inmediato todos los estudiantes caminan paso apresurado a sus respectivos salones menos yo quién estoy ahora en coordinación preguntando mi horario.—Sección B, salón F–16 —la voz de la secretaria escolar es desagradable y suena bastante nasal pero la ignoró y comienz
—¡Ja! ¡Por supuesto! Como vienes de una gran ciudad crees poder venir aquí a criticar —dice una voz detrás de mí, una bastante femenina y chillona.Me giró quedando frente a frente con una chica bastante linda.Comparada con ella yo soy un hombre, un hombre bastante feo...La miró y detallo bien... Una rubia bastante llamativa.Ah claro, por supuesto que a la Barbie del colegio le desagrado.—¿Disculpa? —es lo que sale de mis labios y la chica me mira divertida.—Vienes a criticar todo aquí solo porque vienes de una gran ciudad pero déjame decirte que...Mi ceño se frunce y la miro de mala manera.—No, no te dejare que me digas nada. No me conoces, ni siquiera sabes qué era lo que yo iba a decir y vienes a lanzar de que yo solo iba a criticar —mi voz sale como una daga y ella abre ligeram
Froto mis ojos aún adormilada, el llamado de mi madre me ha despertado.—¡Allison, baja por favor! —grita y me siento en la cama mirando un punto cualquiera mientras trato de despertar del todo.Llevo puesta mi pijama favorita: Unos shorts cortos de color rosa melón, una camiseta blanca con pequeños corazones y un suéter del mismo color rosado.Pongo mis pies en el frío suelo y meto estos en mis pantuflas de ositos. Salgo de la habitación dando bostezos y bajo al primer piso sin saber con quién me encontraría.—Y así fue como mi madre terminó embarazada de mí —le dice él a mí madre y está última suelta una carcajada como si acabase de escuchar lo más gracioso del mundo.—Cariño hasta que bajas... Tu amigo vino a visitarte y a terminar el trabajo de teatro que les han puesto de tarea —mi mad