Una semana.
Una puñetera semana ha pasado desde el partido.
No he salido de mi casa, no he ido a clases y ni siquiera me interesa más que lo necesario. No agarro mi teléfono más que para conectar los audífonos y escuchar música, me la he pasado viendo películas románticas o dramas coreanos... Dándome cuenta que después de todo el amor sí es una estupidez.
No he sabido nada de él. Y sinceramente tampoco sé sí quiero.
Pero ahora día tras día el dolor se agudiza. Finalmente no me siento bien, creo que nadie lo haría si te hacen pasar tal vergüenza delante de casi todo el pueblo, pero sé que estos muros que he levantado se derrumbaran en cuanto lo vea.
Los primeros tres días solo podía llorar, después no podía seguir llorando, por más que intentará desahogarme de esa manera
Esos ojos avellana me miran sorprendidos.Es obvio que no se esperaba verme ahora, supongo que esperaba que estuviera más tiempo encerrada en mi hoyo sin atreverme a hablar con nadie.Lo observo de pies a cabeza. Luce notablemente bien, no tiene ojeras y ni siquiera un ápice de culpa o preocupación. Parece como si no hubiera pasado nada, mientras yo he vivido un infierno está semana.Luce tan relajado que repentinamente siento una impotencia invadirme, pero controlo el impulso de saltarle encima y darle un puñetazo que lo descoloque.Disimulo que miro mi móvil y finjo que no me importa tenerle a menos de tres metros de distancia. Pero cuando escucho sus pasos acercándose a mí puedo sentir como mi pulso se descontrola.Maldito Noah Grazer.Sigue teniendo el mismo efecto en mí.<<Apenas ha pasado una semana wacha, tampoco es como si fueras a convertirte en
Para cuando cae la noche ya estoy más que lista.Abro los ojos mirándome al espejo y ni siquiera sé quién soy.Es increíble lo que pueden hacer en horas. No sé cómo demonios luzco tan bien pero no me importa. Por primera vez me gusta tanto mi estilo.Mi cabello cae perfectamente, lacio con ondas en las puntas y me sorprendo al ver como tiñeron las puntas de mi cabello dándole un color rubio que queda asombroso con el color castaño de mi melena, no sabía que Skyler tuviera conocimiento como peluquera.Mis cejas están maquilladas y depiladas a la perfección, luzco unos vaqueros negros ajustados que destacan mis curvas —bueno las pocas que tengo—, un top blanco que cubre mi ombligo y que resalta mis pechos, unos tacones negros me hacen ver más alta, mis labios relucen en un color rosado natural y mis ojos con ese delineado fino que contrastan con mis
La música se escucha en toda la calle y los autos inundan cada acera. Desde aquí puedo vislumbrar que es una fiesta bastante desastrosa.Las chicas estacionamos el auto y bajamos de este. Caminamos entre las personas y siento las miradas en nosotras... Pero la sensación no es agradable de cuando te miran por ser linda o algo así, la sensación que tengo es como sí me miraran con antipatía y hostilidad, como si me miraran desaprobándome.Queriendo decir que debería estar en un hoyo llorando en vez de estar en una fiesta.Las chicas caminan junto a mí y Vania y Sky me sostienen de la mano dándome a entender que no estoy sola, como que hace que mi corazón se hinche de amor por ellas.Y cuando siento que ya paso lo peor, entramos a la gran casa. La música retumba en todo el lugar y hace que no escuche los murmuros que se han creado apenas puse un pie adentro. Muchos me m
Luego de que Price se ofreciera a llevarme a mí casa, esperar unos veinte minutos, riendo sentados como dos borrachos en la acera esperando a que Louis nos buscara, me dejo en mi casa sana y salva, se despidió con un cálido abrazo y un amable beso en la mejilla, claro, sin perder su típica sonrisa pícara.Y agradezco sinceramente tenerlo en mi vida, el haber ido a esa fiesta y conocerlo como el rubio que nos ayudó con Hilary, el rubio que me ayudo luego en la cafetería aquel día. Al parecer es el rubio francés que siempre viene a mi rescate.Entro a la casa y cuando finalmente me dejo caer sobre la cama es que caigo en cuenta de que he dejado a Madeleine en casa de la señora Grazer.Sin más voy a buscarla y no he de preocuparme por Skyler, ella sabe cuidarse mejor que cualquiera y sé que debe de estar pasándolo en grande.—¿I
Para cuando la gran camioneta se detiene frente al edificio de ladrillos, aún los estudiantes no han entrado a sus respectivas clases. Y ahí está ella.Entre todas las chicas ella resalta, con su cabellera castaña ondulada, con su falda corta, sus labios pintados en un rojo carmesí y una sonrisa que atrae.Pero se le borra la sonrisa de la cara inmediatamente cuando Price abre la puerta y me da su mano para que baje junto a él.Con todas esas miradas sobre mí, todos mirando la escenita, curiosos y a la vez impresionados, y no faltan esas chicas que te miran como si quisieran asesinarte. Debo admitirlo, el instituto puede llegar a ser lo más difícil del mundo sí no sabes cómo adaptarte.Pero no le prestó atención a nadie, solo miro a mi objetivo. A ella. Su expresión ha cambiado por completo y ha pasado a ser retadora, provocadora y desafiante. Me detengo just
Para cuando las horas académicas culminaron, Price y yo ya nos encontrábamos sentados en la oficina de su madre, esperándola. Y apenas entro, esbozó una sonrisa al vernos riendo de cómo fue que le pegaron un chicle en el cabello al profesor de matemática.—¡Qué bueno que ya estén aquí! —exclamo, sentándose frente a nosotros en su escritorio—. Bueno, quería hablar con los dos. Con Alison para saber ¿Por qué faltaste la semana pasada? —pregunta con genuina curiosidad y me tenso por completo en mi lugar.No puedo decir:<<Pusieron un vídeo íntimo sobre mí con Noah Grazer y todo el mundo lo vio, me han tachado como una cualquiera y desde entonces me han hecho sentir como una inferior>>—Tuve síntomas de influenza pero ya estoy bien —suelto y
Capítulo 51: PARTE II|La prestigiosa cena: Parte 2|Para mi buena suerte la cena no resulta ser incomoda, sino por el contrario, todos se centraron en degustar la buena comida y apreciar cada plato. De postre elegí un mousse de chocolate.Terminada la cena, la señora Rose y él padre de Price se levantaron y agradecieron a todos por su asistencia, algunos decidieron irse y otros pocos se quedaron.Mi mirada se fijó entonces en ese hombre. Tiene los mismos rasgos de su hijo a excepción que su cabello es negro azabache, pero tiene exactamente la misma mirada divertida y llena de diversión, como si pudiera joderse a la vida sin remordimientos. Tiene esos mismos labios y esos mismos ojos azules intensos pero los suyos tienen aún más verde en ellos. Tiene la misma risa ronca y la misma costumbre de pasar
Price EvansSiento la rabia dentro de mí y no puedo creer todas las idioteces que dije hace apenas unos minutos.Joder, lo he echado a perder todo. Soy un imbécil. Mis manos tiemblan ante todo la rabia acumulada que siento y quisiera ir detrás de Alison y explicarle que estoy siendo un imbécil todo la semana, que para mí mala suerte no he podido controlarme.Escucho pasos en el pasillo y pronto la puerta de mi habitación se abre, dejando ver a mi padre. Hay un pequeño brillo de diversión en sus ojos y sus labios se expanden en una sonrisa maliciosa.—Ya se ha ido tu novia, salió de aquí hecha una furia. Quisiera saber que le has hecho para que la pobre fuera tan perdida que hasta se tropezó contra la alfombra de la sala y cayó.Me levanto rápidamente.—Ya se ha ido, y te aseguro que está bien —suelta y