Me desperté temprano para ir al colegio, me duche, cepille mis dientes y aliste tal y como todos los días de la semana. Me vestí con mi respectivo uniforme y baje a desayunar.
—¡Buenos días! —dije y para mí sorpresa mi madre aún está en casa.
—Hola tesoro —responde mi madre con cariño y prosigue a besar mi frente en un gesto maternal—. ¿Cómo estuvo la fiesta?
Miro de reojo a Jow quién sonríe con diversión y luego centro mi mirada en mi madre sonriéndole con un poco de inocencia.
—Bien, bastante bien... ¿Y el trabajo? ¿Cómo va todo? —digo cambiando rápidamente de tema, hablarle de la fiesta no me conviene.
—Todo muy bien, aunque bastante agotador —dice mi madre mientras termina de aplicarse ese labial rojo que le favorece a la perfección—. P
Noah.Ding. Dong. Sonó el timbre.Sonrío para mí mismo al pensar en Alison, es lo único que pasa por mi mente cuando de la nada me llega un mensaje del imbécil de Alan, mi mejor amigo.Alaaan bro:¿Estás en tu casa?7: 51 pm.Yo:Sí, ¿Por?7: 52 pm.Alaaan bro:Los chicos y yo iremos a buscarte como en una hora. Iremos al partido.7: 53 pm.Yo:No vengan por mí. Tengo una cena importante.7: 55 pm.Alaaan bro:¿Con…?7: 55 pm.Yo:La familia de Alison Thompson.7: 56 pm.Alaaan bro:Ah, ya veo. Así que vas adelante tigre. Espero que cumplas con el reto antes de lo
El corazón se me detuvo apenas caí en cuenta de lo que estaba pasando…Yo… Acabo… De besar a… Noah Grazer.¡Lo acabo de B–E–S–A–R!El peso cayó en mis hombros como un balde de agua fría, para así regresar a la realidad. Pero a pesar de todo, yo sí quise que él me besara.Me separe de Noah con lentitud, asimilando todo, dejando que mi respiración se calmase al igual que mi corazón. Mire a Noah sintiendo el rubor esparcirse por mis mejillas, ¡Qué vergüenza la que se siente luego de un beso tan devorador como ese! Rehuí a su mirada, fijando está en el techo que ahora utilizamos como suelo.Sentí el cálido tacto de su mano, y con delicadeza subió mi rostro acompasándolo al suyo, quedando a la altura perfecta para otro beso… Otro beso tan intenso como&hell
Luego de que las chicas me contaran lo «complicado» Vania me hizo reemplazar mí vestido amarillo por unos vaqueros, una blusa y unos deportivos, con el fin de que no podría ir con un vestido a un partido de fútbol americano, según ella, según yo podría ir con lo que quisiera.Cuando por fin llegamos al dichoso partido, nos sentamos todos juntos en una fila, Vania de un lado y Noah a mi otro lado.Los chicos se encargaron de comprar unas cuantas cervezas, refrescos y golosinas.Y como en cualquier partido, la bulla, los gritos de los aficionados por el fútbol americano, música a todo volumen, el montón de personas y los jugadores entrando a la cancha como todos unos dioses.Me sentí como una más y me gusto la sensación de emoción que se acopló en mi estómago, esa de ansias. Sentí que estaba igual de em
Nos encontrábamos todos en un gran círculo alrededor de la fogata. Nos mirábamos las caras en silencio hasta que Vania hablo.—Lucas, ¿Verdad o reto?Sí, sí, ya sé lo que dirán.¿Verdad o reto? ¿Ese estúpido juego infantil?Pero cuando tu nivel de alcohol está elevado, este juego cambia de nivel y se vuelve divertido.—Reto.—Te reto a que imites junto con Madde un beso de película.Solo basto eso, en menos de un segundo Madde y Lucas ya se estaban besando, el amor flotando entre ellos. Las manos de Lucas bajaron a la cintura de Madde y la atrajo mucho más a él. Los dos congeniando perfectamente…Pero en la vida no se trata de sí congenian o no, se trata de sí son el uno para el otro. De sí están destinados a ser o no…Y no comprendí
Nunca sabes cuando un buen momento llegará a su final… Y mucho menos sí será por tu culpa.Noah se ha reincorporado y ahora me mira con una muy evidente molestia.—¿Cómo… tú…? —Cerró los ojos con fuerza y suspiro como si quisiera mantenerse con calma. Me abofeteé mentalmente por arruinarlo todo—. ¿Qué es lo que sabes de Paola?Quise pegarme con una piedra en la boca.Yo de lengua suelta tuve que venir a arruinar la armonía del momento. ¡Bravo Alison! ¡Te mereces un puñetero premio por ser tan bocazas!—Lo sé todo —dije sin rodeos.—Todo —repitió.—Todo —repetí.Me reincorpore igual que él y me mordí el labio insegura. Noah me mira con algo que no puedo descifrar.—¿Y qué se
Esa mañana desperté con la cabeza hecha un lío, me levante de la cama y baje a la cocina donde todas desayunaban tranquilamente, tome mi plato con tostadas y huevos revueltos y me senté junto a ellas.—¿Estás bien? —me preguntó Vania y asentí lentamente.—Aparte de que siento como sí la cabeza me fuera a estallar en cualquier momento, tengo una extraña sensación… No lo sé.Vania iba a decir algo pero se vio interrumpida por el sonido de mi móvil. Lo tome y mire en la pantalla el nombre de Joseph.—¿Hola?—¿Alison? —era la voz de mi madre. Se escuchaba apagada y forzada, como si retuviera algo que deseara soltar.—Hola mamá, justo te iba a llamar. ¿Está todo bien? No te escuchas del todo…—Hija yo... —su voz se quebró al instante.
Abrí los ojos con lentitud y mire todo a mí alrededor sintiéndome desorientada.¿Dónde diablos estoy?Me senté sobre la cama y mire a mí alrededor, la cómoda, la ventana, el closet… Es mi habitación.Me levante de la cama con lentitud y apenas estuve de pie sentí unas inmensas ganas de vomitar. Reprime las ganas de arrojar hasta las entrañas y baje las escaleras a paso lento, entre en la cocina y abrí la nevera para servirme un vaso de agua.Necesito agua.Pero… Siento la fuerza de una mirada sobre mi espalda y me giro sobre mis pies para observarlo.Sentado en la mesa, su cuerpo hacia adelante, reposando sus brazos sobre la mesa. No tiene expresión alguna, solo me mira.Maldita sea la vida y sus jugadas para joderme.—¿Qué haces aquí Noah? —espetó y me enderezo en mi lug
Llegué a Nueva York y no espere más para tomar un taxi y darle la dirección a la clínica donde mantenían a Madeleine internada.Divise a mi madre y Joseph sentados en el amplio y pulcro pasillo del cuarto piso.Apenas les vi corrí hacia ellos. Sentí la eternidad en los segundos que nos separaban, me observaron y me envolvieron con sus brazos. Pude percibir el dolor en sus expresiones.Hay algo, algo profundo y triste en las miradas, en los silencios, algo tan arduo que ni siquiera las palabras lo expresan.—¿Y Madeleine? —fue lo primero que pregunte. Se miraron entre sí y sentí unas inmensas ganas de que no fuera real.—Tu hermana esta mejor, está estable aunque aún necesitan hacerle unos análisis.Asentí y deje la maleta a un lado —¿Puedo verla? —dije y asintieron, mi madre me condujo a un largo y ancho pasi