Helen empieza a respirar con dificultad, la sangre había abandonado su rostro, los temblores se apoderan de su cuerpo, era evidente que Helen Campbell estaba muy asustada, entonces el doctor deja ver una pequeña sonrisa.— ¿Se lo vas a decir? — La voz de la pequeña mujer se oye con temblores.— Por supuesto que no voy a hacer aquello, Jonás será capaz de matarte, solo debes de tratarlo de buena manera, demuestra tu inocencia y tu nobleza con él ¿Tienes los síntomas del embarazo? — ¿Embarazo? — Era como si solo en ese momento Helen estaba reaccionando. — Estás embarazada de Maximus Albani, tienes que ser buena, si tienes síntomas no lo demuestres, estarás en mi Villa, allí no vas a correr peligro, tampoco tu bebé — Los ojos azules de Helen se llenan de lágrimas al escuchar la palabra Bebé — No te asustes, no llores, estarás bien, tu padre vendrá por ti lo más rápido posible lo conozco.El vehículo se adentra en la Pista allí ya estaba esperando por ellos la Avioneta qué los va a trasl
—¿De que estás hablando Maximus? No estoy entendiéndote en lo absoluto — Lauren se muerde los labios — ¿De qué mujer y que cuentas estás hablando?— ¿Ya sabes que tengo otra mujer, verdad?— Maximus, Detente — Lauren lo conoce sabe que va a destruirla en unas pocas palabras.— ¿Detenerme? ¿Para qué? — Su sonrisa perfecta es a la vez perversa — Tú ya lo sabes todo Lauren, no te hagas de la santa, ya que sabes perfectamente de que estoy hablándote.— No te estoy entendiendo, solo estaba esperándote, tú sabes que hace pocos días he salido de una cirugía, solo necesito de tu compañía — Ella jugaría a manipularlo por lo menos mínimamente.— Es suficiente, vengo a que escuches de mi boca que sí tengo otra mujer.— Querrás decir amante, porque la única mujer soy yo.— ¿Tú mi mujer? Quizás deberías de despertar de tu sueño Lauren, tú solo eres la esposa de papel y nada más — La mujer palidece al escuchar aquellas afirmaciones — Tengo otra mujer, ella si es de mi calibre y mi nivel.— No puede
La llegada de James Campbell se produce a Italia, el hombre venía en compañía de Susan y su Hijo, los Guardaespaldas ya estaban esperando por ellos, la fila de Subordinados era interminable, la camioneta negra ya espera por ellos, la Familia Campbell es trasladada de inmediato hasta la Base Secreta de la Mafia Inglesa en Palermo, tan secreta que ni siquiera Maximus se imagina que James Campbell es Dueño de la Mitad de Palermo.El vehículo avanza hasta la Base, ni bien descienden, los tres avanzan hasta el Área de Monitoreo.— James, bienvenido — Allí ya estaban esperando por ellos Leandro y Julián al igual que el Jefe de Mercenarios, esposo de Sandra Lefebvre. — Quiero el hilo completo de esta maldita historia — James hablaba con total autoridad, Susan cierra los ojos llevándose las manos hasta la cruz de la Cadena que trae puesta, Leandro coloca una pantalla por delante de James.— Todo inicia en el Viaje de James y Helen a Roma, allí Jonás Lombardi ha marcado como su presa a Helen
La luna se alzaba sobre la isla de Sicilia, bañando las colinas de olivos en un brillo plateado. Era una noche silenciosa, pero el aire estaba impregnado de un presentimiento inquietante. Los hombres que sirven a Jonás sabían que al secuestrar a la hija de James Campbell estaban tocaba el corazón y la venganza de un hombre que no conocía límites, todos recuerdan las caídas de los enemigos de James cuanto en tiempo pasado eran un peligro para su esposa y su hija.Maximus había llegado en secreto a Sicilia, mientras sus hombres ya tenían las coordenadas para la destrucción de Sicilia si fuese necesario, la madrugada se alzaba de manera imponente mientras Maximus fumaba, sus ojos azules carecen de un brillo especial, Paolo lo observaba desde la distancia, tomando la decisión de acercarse.— Maximus ¿Está todo bien contigo? — Paolo se lo pregunta con cuidado.— Por supuesto —Maximus no era de aquellos que te dirá su problema, mucho menos cuando de sentimientos se trata.— James ya está en
Helen se apoyó contra el marco de la ventana, observando cómo la noche caía, sumiendo la habitación en sombras. Las luces de la ciudad parpadeaban a lo lejos, como estrellas ahogadas por la oscuridad de su encierro. Su corazón latía con fuerza en su pecho, una mezcla de miedo y anhelo que la envolvía como una manta pesada. Tan solo han pasado horas de su cautiverio y ella ya sentía que han pasado años, el recuerdo de que está esperando un hijo de Maximus Albani aterroriza a la pequeña mujer, aquel heredero de la mafia italiana, un hombre que, desde el primer momento, le había dejado claro que no quería hijos, ella se muerde los labios pensando en que dirá su padre ¿Cuál sería la magnitud y la decepción de su padre hacia ella?La idea de un embarazo la llenaba de terror. ¿Cómo podía traer una vida a este mundo, en medio de un ambiente tan cruel? Su mente la llevaba de vuelta a los momentos felices con sus padres y su hermano, cuando la risa inundaba su hogar y la seguridad era palpable
SICILIA — ¿Qué me va a hacer? — Gina no demostraba temor, pero el tic de sus ojos verdes la delata. — ¿Sabes quién soy yo? — Maximus la toma de la barbilla, Gina Lombardi era hermosa, pero para Maximus Albani no había mujer más hermosa, dulce y candente que Helen Campbell. — Es Maximus Albani — fue la respuesta de Gina. — Así es, soy Maximus Albani, Capo de la Mafia Italiana, el hombre al cual tu hermano ha desafiado, mírame bien Gina, soy el hombre que causó la destrucción de la Red de tu hermano, él que ha detonado la bomba en la Casa de los que están siendo entrenados en dónde estaba tu padre, no hay ningún sobreviviente, tu madre de la impresión de verte siendo apuntada por un arma de Fuego sufrió un infarto muriendo en el acto, he aquí el destructor del Clan Lombardi. Los ojos verdes de Gina se llenan de lágrimas esta vez el terror y el horror no pueden ser ocultos, incluso sus manos tiemblan. — Le he dicho a tu hermano que cuidará de sus pasos, pero creo que es un retrasa
— ¡Mamá! — Expuso Helen mientras el cuerpo del doctor empezaba a sangrar, el disparo qué se escuchó lo había recibido el médico, Susan cubre con su cuerpo el de su hija, los Guardaespaldas ya las resguardan mientras suben a la camioneta, otros ya se encargan de que el herido reciba la atención.— Tenemos a la Heredera — se escucha a través del auricular, James deja ver una sonrisa peligrosa mientras Jonás pensaba que ya había ganado, aunque tampoco se permite pensar mucho, puesto que Gina también estaba en su mente, el temor por lo que puedan hacerle a su hermana estaba muy latente.— Yo no he venido hasta aquí para conseguir un trato, un mercenario no está a la altura de un hombre como yo para acceder a un trato — Segundos después James trona los dedos, lo siguiente que se llega a escucharse son tres disparos, James ve que Jonás cae al suelo, con dos heridas en el abdomen y uno en la pierna — La próxima vez que quieras tocar a alguien poderoso, recuerda que un Mercenario no es nada a
— Yo lo hice, firme un contrato de exclusividad con Maximus Albani, no quería que tú o mi hermano estuvieran metidos en Guerras por mujeres marcadas como presas, no soportaría que por mi culpa se de inicio a una Guerra de Organizaciones, no quería que supieras que estaba marcada, y todo es mi culpa, todo fue por mi maldita culpa, por ir sin custodia a Roma — Helen le sostuvo la mirada a su padre — Lo siento papá, sé que seré tu mayor decepción, pero he aceptado ser la Amante del CEO — Aquellas últimas palabras ella lo expresa con un tono más bajo.— Helen, eres mi hija, pero mi amor, me hubiera encantado que confiaras en nuestra Organización antes de tomar aquella decisión — Expuso James, al mismo tiempo que Susan se acomoda al lado de su esposo y James al lado de su hermana.— Somos jóvenes padres, la inocencia de mi hermana no la poseen muchos todos cometen actos ambiciosos, quizás ella tenía otras salidas, otras opciones, pero su corazón no iba a soportar ver que había una Guerra m