Cuándo Susan abrió los ojos lo primero que observo fue a James con una copa de vino en manos, la mujer se puso la bata que tenía en la cama posteriormente procedió a vestirse cuando se puso delante de James este hizo como que no la ha visto, como si ella no estuviera en su presencia.
— Con tu desempeño has logrado que tu hermana sea trasladada, ahora puedes irte - expuso James — tus servicios estuvieron a la altura el día de hoy. Susan frunció el ceño, pero obedeció mientras que James seguía sin dedicarle ninguna mirada ¿La razón? El mismo James quería creer que esto no tenía que cambiar absolutamente nada, ella solamente sería una más del montón, pero al pensar que él había sido su primer hombre dejaba que su instinto posesivo quisiera tomar el control, su mente se nublaba por la ira de imaginarse que Andrés sin necesidad de tocarla también haya visto su cuerpo, ver la Mancha de sangre en la sabana había encendido su posesividad de manera implacable. Susan al salir del edificio sintió la brisa del viento golpeando su rostro, pero con su dignidad por el suelo empezó a caminar necesitaba esclarecer sus emociones, pero entonces el recuerdo de lo sucedido con James la había golpeado, cerró los ojos y dejó escapar un largo suspiró resulta ser que un día se entregaría a un hombre y aquel no era el hombre a quien ella amaba. Por estar metida en sus pensamientos no se había percatado de que el cielo estaba gris no fue hasta que las gotas de lluvia chocaron con su rostro que ella cayó en cuenta, las gotas de lluvia se mezclaron con sus lágrimas que fueron inevitables contener a veces las cosas no salen como una las planea mucho menos se había dado cuenta de que estaba frente a una casa comercial de prendas infantiles lo que sus ojos vieron la destrozaron más de lo que ya estaba Susan veía cómo Andrés protegía a una mujer con su chaqueta para que ella no se mojara, todas las atenciones que ella anhelaba él se las estaba dando a otra, pero ella ahora no tenía ningún derecho de estar cerca de él, ella se entregó a otro hombre y claramente se percató que estaban en una tienda de Bebés ¿Acaso Andrés iba a tener un hijo con la mujer? - Susan ya no pudo soportarlo así que se recostó por la pared arrasada por el dolor. Pero alguien le colocó una chaqueta por encima en la primera persona que ella pensó fue en Andrés, aunque aquel pensamiento carecía de validez, pero cuándo levantó la mirada se sorprendió de encontrar a James. — No seas imprudente - El hombre la levantó y se la llevó hasta la camioneta. El vehículo avanzó hasta una Villa cerca del mar - A partir de ahora vivirás aquí y no hagas preguntas solo obedece recuerda que de tu desempeño depende la recuperación de tu hermana - Susan se mordió los labios ¿Qué podía hacer ella? Si el hombre era la única salida para Bianca solamente quedaba un camino y era cooperar. — Prepárame algo de cenar - La voz de James era gruesa y con tan solo escucharla generaba escalofríos en Susan.— ¿Me estás escuchando? — Susan no quería molestar al hombre así que obedeció. — Sí - Susan se dirigió a la cocina que era visible, la Villa era espaciosa y cómoda, incluso mucho más grande que la Villa de los Park James por su lado se puso a revisar los documentos que le habían facilitado más información acerca de Andrés de vez en cuándo el hombre dejaba escapar pequeñas sonrisas peligrosas, Susan desde el umbral de la cocina lo observaba. Una hora más tarde la mujer se acercó a el - No tenía idea de que son tus gustos, pero prepare costillas de cerdo con una ensalada — Susan lo dijo con mucha timidez. James levantó la mirada, guardo sus documentos y la acompaño, Susan veía como él no detestaba, los preparados por ella, la mujer se había quedado pensativa, ella no se imaginaba que algún día un hombre se sentaría en la mesa a probar lo que prepara y no era Andrés. A él lo había esperado cada noche con la mesa servida, pero nunca llegaba y cuándo llegaba era para encerrarse en su despacho matándola con su indiferencia y el desprecio. Susan sabía que Andrés después del matrimonio le dejó en claro que ella no era nada especial, pero aquel hombre tenía el derecho de despreciarla cada noche y ella de todos modos mantendría la ilusión de que al día siguiente con un nuevo amanecer él cambiará, pero aquello nunca ocurrió. — ¿Te atreves a pensar en otro estando en mi presencia? - Susan dio un pequeño salto al escuchar a James- Se te prohíbe pensar en otro mientras estés conmigo - James se levantó de la mesa y era muy evidente que se fastidió ante aquello. Susan levantó todo y volvió junto a él, pero antes de que reaccionará, James la inmovilizó en el sofá debajo de su cuerpo —¿Qué estás haciendo? —. Susan ya tenía la voz temblorosa y su corazón latiendo frenéticamente. — ¿Qué piensas tu? Claramente cobrando los haberes de la Clínica Sacramento de los medicamentos de tu hermana no hace falta que ni siquiera preguntes - Sentencia James y segundos después el hombre sintió el sabor cereza del labial de la mujer, el cuerpo del hombre reaccionó rápido ante ella, las caricias hicieron temblar a Susan las manos de él, quitaban la frialdad del dolor que ella tenía dando paso a una sensación rara, pero a la vez exquisita —. Sé obediente, este es tu destino y no puedes hacer nada, incluso si intentas escapar no vas a lograr nada, además un paso en falso tuyo y tu hermana muere —. Con aquellas palabras James le arrancó el suéter dejando expuesta su clavícula y sus pechos, Susan hizo el intento de taparse, pero las manos del hombre sostuvo sus manos fuertemente.— Deja que te vea, eres exquisita. En la voz de James la excitación ya era notable, Susan cerró los ojos cuando sentía como su pequeño cuerpo recibía la ferocidad de las embestidas de James dejándola sin respiración y aunque ella quería no reaccionar, el cuerpo de ella empezó a recibir la manera de tomarla que tenía James con demasiada emoción, la noche había pasado entre gemidos y súplicas, James estaba reclamando su cuerpo de una manera muy extraña, hasta que Susan cerró los ojos y dejó que él hiciera lo que quisiera aunque su cuerpo traicionero disfrutaba de lo ocurrido en aquellas cuatro paredes, eran las 4 de la madrugada cuándo el hombre pareció tener suficiente de ella, las embestidas fueron tan poderosos que Susan estaba exhausta, en la cintura de ella quedan pequeñas marcas de las manos de James, pero sabe que ella se convertirá en talentosa. El cuerpo desnudo y sudoroso de ella quedó al descubierto ante sus ojos, ella era toda suya, la mujer era extremadamente hermosa, sus curvas estaban salvajes, su piel era suave y sus gemidos un deleite para los oídos de James. Las suplicas para que se detuviera era todo lo que él necesitaba para tomarla con más fuerza, lentamente empezó a subir sus manos por sus piernas, Susan estaba cansada y dormida, mientras que el hombre empezó a dejar pequeñas mordidas en la piel de ella, disfrutando de su sabor, Susan era hermosa y sencilla como una Reina, tierna, suave y sufrida, aquello ante los ojos de James la vuelve tan pequeña y vulnerable, pero en la cama era una Diosa una hechicera que lo hace temblar de placer, como ninguna otra mujer lo ha logrado.Al día siguiente, cuando Susan abrió los ojos, sintió el cuerpo adolorido se levantó lentamente y el dolor en la entrepierna, un claro recuerdo de lo sucedido en la noche —. Basta Susan este es tu destino -. Con aquellas palabras se mira en el espejo su cuerpo tenía mordidas, en ese momento la puerta fue abierta, Susan rápidamente intentó agarrar algo para taparse, pero James la detuvo. — No te tapes, ahí, no hay nada que yo no haya visto aún y no haya acariciado —. Las palabras expresadas por el hombre hicieron que ella se sonrojara. ¿Había necesidad de ser más descarado? por supuesto no había necesidad de aquello.El teléfono de Susan había sonado descubriendo que era de su madre, así que ella contesta. — ¡Mamá! - Respondió ella sin esperarse la acción siguiente del hombre que se colocó por detrás de ella, depositando pequeñas mordidas en el lóbulo de su oreja, logrando que Susan emitiera un pequeño quejido de dolor.—¿Qué estás haciendo?— Gabriela Lefebvre se escuchó molesta.—
Eran las 4 de la tarde cuando Susan entregó su puesto en el Restaurante - Te felicitó, eres muy capaz - Alexandra le extendió la mano - Bienvenida, nos vemos mañana — Alexandra era muy alegre y rápidamente había logrado que Susan entre en confianza.— Gracias — la pequeña rubia se había sonrojado, Susan siempre había esperado con ansias el momento en que la elogian como Chef, después de despedirse de la Gerente, Susan salió a buscar un taxi, como no había ninguno cerca había optado por alcanzar la próxima parada la mujer siguió avanzando, pero sin prestar atención al frente de su camino, ella había chocado con alguien— Porque no atiendes por donde caminas - La voz de Sandra Lefevbre su hermana mayor la había sorprendido.— ¿Sandra? - Susan miraba fijamente a su hermana, mientras que Sandra se veía nerviosa, Susan antes de decir algo más levantó algo del suelo al mismo tiempo que alguien llego.— Cariño, lamentó que hayas venido sola - Esa voz, esa voz Susan la conocía muy bien y fue u
— Llévame de inmediato— James agarró su chaqueta y salió, 15 minutos llevó al vehículo para que se estacionara delante de un lugar de mala muerte, James ni siquiera esperó a que el vehículo se detuviera para salir de ella y adentrarse en aquel edificio deteriorado.En una habitación oscura, la pequeña mujer atada suplicaba mientras una pequeña daga recorría su abdomen los hombres dejaban en claro en sus miradas que iban a disfrutar este momento.— Sé buena y no dolerá— uno de los hombres estaba por proceder a quitarse la ropa, mientras que Susan ya no podía soportar sus lágrimas, las suplicas, los sollozos no tendrían contestación, pero en su último intento un grito que podía condenarla o salvarla resonó en el pasillo, los ojos negros de James y su intuición lo llevaron rápidamente hacía él sitió de donde provenía aquel grito aunque ya estaba un poco afónica él lo conocía. — Cállate - una fuerte bofetada y con una mordaza hicieron que se callara, y un segundo antes de que uno de los
Él cantó de los pájaros ya se escuchaba un nuevo día había llegado, Susan no había visto bien, pero cuando enfocó a la perfección su mirada se encontró con aquella mirada oscura que ella ya conoce - Hola - La voz de la mujer se escuchaba bastante baja, pero a James tal parece no importarle.— Deberías levantarte te llevaré en la Villa - James estaba más distante que de costumbre, Susan lo obedeció, pero antes de abandonar las instalaciones del Sanatorio había pasado en dónde estaba su hermana.Media hora después, James ya la había trasladado hasta la Villa junto al mar - Gracias por suprimir las fotografías — ella sabe que el único que podía lograr aquello era James y lo mínimo que podía hacer era dar las gracias.— No irás al Restaurante por estos días hasta nuevo aviso tampoco saldrás a ningún lado es probable que algunas personas sigan queriendo hacerte daño - Con aquellas palabras James se fue, ella veía cómo el vehículo se alejaba se notaba que el hombre estaba raro, justo en ese
Susan tragó saliva, había salido de la guarida de un lobo para meterse en la de otro lobo aún más peligroso, pero por alguna razón con James la sensación era diferente.El vehículo se había detenido en una pequeña playa en ese momento caían pequeñas gotas de lluvia, Susan se había perdido ante la vista que se observaba a través del cristal hasta que sintió las manos del hombre en su muslo - ¿Qué vas a hacerme? - Preguntó Susan.— Tú sabes perfectamente que hacemos luego de un favor - el hombre había pasado al asiento de atrás obligando a Susan a hacer lo mismo, ella sabía que no importa cuánto supliqué que no lo hiciera, el hombre iba a hacer oídos sordos y le iba a hacer el amor.Las prendas de la mujer iban desapareciendo lentamente ella aún seguía resistiéndose, pero sus pensamientos fueron nublados cuando sintió los fríos labios del hombre que descendía de su cuello hasta llegar hasta la clavícula un pequeño gemido se escapó de la mujer reaccionando ante aquellas caricias, ella se
Los rayos del sol se infiltraba por las Cortinas de la habitación, Susan lentamente abrió los ojos, sintiendo de manera inmediata la ausencia de James a su lado y en la habitación, el hombre se había llevado consigo la calidez del lugar, la mujer no sabía la razón por el cual aquello parecía dejar un sabor amargo en su corazón, el hecho de que él se haya ido sin ninguna palabra. — ¿Qué te pasa Susan? - Se reprendió ella misma ante aquellos pensamientos que estaba albergando — No puedes hacer esto, debes de mantenerte en línea.Se había puesto de pie inmediatamente el dolor en su entrepierna hizo que la mujer se sonroje, recordar la manera dominante que James tenía intimidad con ella hizo que su rostro se calentará gradualmente y un cosquilleo exquisito se despliegue por su abdomen, se dirigió al cuarto del baño había llenado la bañera dejando que su cuerpo se sumerja buscando darle liberación a la tensión y al cuerpo adolorido, por su mente mientras cerraba sus ojos pasaron innumerabl
10 días habían pasado desde que James había salido de viaje y Susan supo que algo no estaba bien con ella, puesto que empezaba a extrañar la cercanía de James y aquello empezaba a aterrar a la pequeña mujer, que no esperaba que después de lo ocurrido con Andrés ella empezará a albergar sentimientos hacia alguien más, y mucho menos hacia alguien como James.Sabe que esto es un amor imposible ella no puede esperar que sus sentimientos sean correspondidos, de hecho nunca será correspondido, James Campbell era el hombre más imposible sentimentalmente para ella, aunque de manera sexual era lo contrario, pero el sexo y el amor no iban juntos de la mano, uno puede disfrutar del sexo con una persona, pero no amarla y aquella era la realidad de James que la desea, pero no la quiere.Susan no se había percatado de que había arrugado la tela de su vestido mientras pensaba en James, la chica aliso su vestido y se dispuso a dirigirse a la cocina, hoy estaba de muy mal humor vale aclarar, pero la c
La poca luz que la Luna infiltra a través de la cortina se convierte en la única fuente de luz en la habitación, Susan había luchado para no perder la compostura después de las palabras de Andrés y tuvo que fingir que todo estaba en orden que no le afectaba escuchar que James Campbell estaba casado, pero aquello era mentira, aquella información era la razón por la que Susan no puede conciliar el sueño, estaba dando vueltas y vueltas en la cama y las palabras de su exesposo la golpean con más fuerza, hasta que escucho un ruido abajo, Susan supuso que un ladrón había entrado, pero había algunos guardias rondando la casa, no obstante la puerta de su habitación se abrió asustando a la pequeña mujer que sentía que el oxígeno no llegaba a los pulmones.— ¿Que estabas haciendo en la Mansión Park? - entonces ella siente como su cuerpo se sacude ante la voz ronca de James - Dame una respuesta ahora, o estaban festejando la reconciliación.Su voz se escuchaba mordaz, Susan se mordió los labios