Una lujosa boda estaba a punto de realizarse, Isabella Montenegro, hija del Alfa de la manada Luna nocturna todavía discutía con su padre, ella no quería casarse con ese segundo principe que ahora se convertiría en Alfa después de la muerte de su hermano— !Padre, no quiero casarme, sabes que estoy enamorada de Alejo, él es el lobo que yo quiero, dile a la manada Luna de Plata que no vamos a cumplir con el convenio, que no me voy a casar con Luciano Salvatore! ¡Diles, papá! esto es un gran error, ¿sabes de la fama que tiene ese Alfa? dicen que no tiene corazón, que solo vive para entrenar a los guerreros y que es un loboriego, ¿qué me espera a su lado? ¡seré muy infeliz!La bella loba vestida en un costoso vestido de novia, lloraba desconsolada, la hermosa pelinegra de ojos azul mar, sentía que el corazón se le estrujaba, había mantenido un noviazgo en secreto con Alejo Villaseñor, el beta de la manada Lago de Luna, aunque ella sabía que esa relación estaba prohibida por qué ya estaba
Isabella se limpió las lágrimas para cumplir con la promesa que se le había hecho a Luciano Salvatore de desposarlo, inexplicablemente su loba Dayren no estaba triste como ella, parecía haber olfateado al lobo de Luciano y quería saber más de él, sentir más de élPor su parte el Alfa que ya se encontraba de pie en el altar, estaba conteniendo a su lobo, eran setecientos años de no haber encontrado a su luna y al parecer ahora la había encontrado en una loba que no lo amaba, amaba a otro y no deseaba casarse con él— ¡Deja de molestar Jhon, ella no puede ser nuestra luna, ¿qué no ves que viene a nosotros como si la fuéramos a matar? ella no nos quiere, está enamorada de ese novio suyo, el tal Alejo Villaseñor, que ni siquiera es un Alfa, es un beta y ni así nos prefiere, me rehúso a tomarla como mi alma gemela! ¡¿escuchaste?!Jhon... el poderoso Jhon por supuesto que no escuchaba, él estaba arañando las paredes del subconsciente de Luciano para salir a tocar a su luna, la loba de su lun
Los ahora esposos salian de la iglesia mientras los miembros de la manada aplaudían alegres por su unión, los ponía contentos que su alfa por fin hubiese encontrado a su pareja y fuese feliz, esperaban tener a una luna noble y sabia En el salón ya estaba todo listo para que empezara la celebración, el basto banquete, la orquesta, el mejor vino que tenían en las cavas de la familia Salvatore, la delicada decoración que parecía sacada de un cuento de hadas, todo era a la altura del matrimonio de tan importante Alfa Los esposos llegaron, Luciano ayudó a bajar del carruaje a Isabella, ella dudaba en darle la mano pero el lobo se la sostuvo, él era un caballero ante todo— Gracias — Isabella por fin había dicho algo dirigido a su esposo— Vaya, si hablas, vamos, tenemos que ir a la mesa principal, procura comportarte y no llorar por qué tendremos los ojos de toda mi manada encima, no quiero que se vea tan obvio que no te querías casar conmigo Isabella pensó de inmediato que la caballero
El alfa camino en dirección del aroma que su luna dejó a su paso, la distancia no era muy larga, hablaría con ella para limar asperezas, Jhon estaba muy molesto con el por su comportamientoArtemisa de la nada le salió al paso al Alfa, ella fingió estar complicada— Luciano, necesito que vengas conmigo, los centinelas vinieron a avisar de unos intrusos que llegaron al límite del territorio de la manada, seguro se enteraron de tu boda y quieren atacar para arruinarlaEl Alfa podía ver a su luna a la distancia, ella se veía triste, quería ir con ella, pero Artemisa fue muy insistente— Está bien, vamos, veremos qué tienen para decir los guerreros — el lobo pensó que se desocuparía lo más pronto que pudiera para así regresar a hablar con IsabellaLa reunión con los lobos se tardó más de lo que Luciano esperaba, ordenó que reforzaran los límites de su territorio, cuando se retiraron por fin, él quizo terminar la conversación con Artemisa pero ella fingió un mareo— Oh... está mareo de nue
La loba de color azabache, cubrió su cabeza con sus patas delanteras mientras lloriqueaba, la presencia de ese Alfa la atemorizaba, creía que iba a ser asesinada, en ese momento se arrepintió de haber salido a escondidas de la ceremonia, nadie vendría a salvarla, este era su finIsabella y Dairyn esperaban sentir el dolor de las garras de la bestia con los ojos cerrados cuando escucharon el feroz rugido y su pequeño cuerpo tembló, pero el dolor no llegó en cambio unas fuertes manos la le anotaron del sueño y la acomodaron en su lado derechoEl aroma inconfundible del Alfa Luciano Salvatore llegó a las fosas nasales de la loba, era su rey quien había venido a por ella, era por eso que lo sentía tan molesto, él probablemente la castigaría por tratar de escaparEl Alfa salió del bosque con la pequeña loba en brazos, ella movía sus patas traseras intentando zafarse del fuerte agarre de su esposo, chillaba, gruñía, y trataba de arañarlo o morderlo — ¡Si no te pones quieta lo vas a lamenta
Luciano jamás había experimentado sensaciones tan intensas, entonces así era como se sentía encontrar a tu alma gemela, era un deseo incontenible, un amor fuera de la cordura y la razón, un deseo de proteger a esa hembra que significa todo para tiEl Alfa sacó a su luna de la bañera envolviéndola en una toalla para después secarla parte por parte, sentirla tan cerca era tanto delirante como agonizante, la tomó de la mano llevándola a la cama, ella se sentó mientras que el permaneció unos momentos de pie — ¿Tú... tú vas a tomarme? — Isabella respiraba — Es nuestra noche de apareamiento, eres mi esposa y mi luna, ¿por qué no te tomaría? creés que me puedo resistir a hacerte mía, tu loba sabe que somos almas gemelas, ¿por qué te sigues resistiendo a aceptarlo?— Tú... dicen que no eres un buen lobo, que eres cruel, sanguinario, loboriego, no quiero vivir con un Alfa así— Esos son solo rumores, conóceme, trátame, ámame, que sea todo por ti misma, así comprobarás si lo que se dice de mi
En la mansión Velcan, Artemisa recibía una visita, se trataba de Lautaro Salvatore, el primo lejano de Luciano, había llegado hacía unos meses a vivir a la manada Luna de Plata, ambicionaban el trono, ser un Alfa, solo que la línea de sangre no lo llevaba a ser el monarca, eso lo había llenado de resentimiento en contra de sus primos, nadie en la manda savia que había sigo él quién ayudó a que emboscaran al antiguo sucesor, el prometido de Artemisa — ¿Qué haces aquí Lautaro? sabes que no me gusta que nos vean juntos, si tus visitas llegan a oídos de Luciano, vas a arruinar mis planes— ¿Todavía sigues con esa idea de convertirte en su luna? eso no va a pasar nunca, Luciano le es leal a la memoria de su hermano, no te tocaría ni con el palo de una escoba, además él ya ha encontrado a su luna, y por lo visto lleva dos días en errado en su recamara con ella, incluso los sirvientes están la mayoría de descanso, el rey no quiere que se le moleste— ¡Esa m@ldita intrusa ha venido a quitarm
Por un momento Isabella pensó que la estaba echando a ella, estaba a punto de correr hacia la habitación cuando la voz gruesa del lobo la llamó— Ven aquíLa luna dudó un poco pero al final caminó hacía el escritorio de su Alfa, el no parecía estar de muy buen humor que digamos— ¿Qué... qué vas a hacerme? — Isabella sintió como las fuertes manos de Luciano la tomaban de la cintura para sentarse la en las piernas— ¿Te has dado cuenta como bajaste vestida? ¿por qué estás por la mansión mostrando lo que es solo mío? ¿quieres hacerme enfadar a propósito? — rugió bajó el Alfa mientras pasaba sus gruesos labios por el cuello de Isabella— No, yo... no me dí cuenta, me siento un poco mareada, tengo mucha hambre, el estómago me está doliendo — Isabella se deshacía en explicacionesLuciano se sintió mal consigo mismo, había agotado a esta mujer hasta su límite y no había procurado que se alimentará apropiadamente— Lo siento, he sido poco considerado, no volverá a pasar, vamos, te llevaré al