—Sabía que me podías responder que NO, era una opción, es decir es entendible, pero mi nombre no es Demian Ana y yo… —Empiezo a colocarme de pie, me siento dolido y lastimado—
Ana se abalanza sobre mí, haciendo que pierda el equilibrio, me besa el rostro terminando en mis labios.
—Lo siento, si quiero casarme contigo, es solo que no me lo esperaba y yo...por un segundo estaba en mi pasado, me quede allá y lo arruine todo, perdoname, no te merezco, no merezco esto.
Ana estaba llorando, en realidad se veía muy lastimada, podía ver el dolor y el arrepentimiento luchando en sus ojos.
—No llores, no que de que pasado hablas, si alguien ya te había propuesto matrimonio, pero soy yo Ana, soy Martín Collins, el hombre que te ama, porque si Ana T.E A.M.O, eres tod
Hola hermosxs, les dejo el link de la canción que Martín le canto a Ana, justo cuando le hacía el amor. Espero que la escuchen. https://www.youtube.com/watch?v=q-Hhl0TYBXc
ANA.—Adiós y nuevamente muchas gracias, por toda tu ayuda. —Me despido de la organizadora de bodas.Fue una completa odisea contratarla, porque es la mejor del país y por lo general ella no organiza bodas tan pequeñas y tan sencillas, justo como lo estoy preparando con martín, lastimosamente par ami, tuve que hacer uso de mi apellido y del apellido de futuro esposo, para que la chica accediera, por supuesto que la hice firmar un acuerdo de confidencialidad, para que no diga nada a nadie.Y por si acaso lo dudaban, no, aun no le he contado a mis padres, ni Martín a los suyos. En realidad el día que les pensamos contar, será cuando les entregamos las invitaciones justo 15 días antes de la boda y solo faltan dos semanas para eso.<
ANALa noticia me dejó perpleja, no sabía como reaccionar, no porque no estuviese feliz, mi mente estaba trabajando a mil, calculando y revisando, analizando cada palabra de Martín.“Estas embarazada, vamos a ser papás”.Voy a ser mamá, voy a dar vida a un ser que crecerá en mi interior, que espero tenga los labios de su padre y su alegría, quiero que sea feliz, que pueda confiar en nosotros. Y me voy a casar, es como si me hubiese ganado la lotería sin recibir un solo centavo.—Ana, amor, respondeme —Veo a Martín a los ojos y pasaron de estar cristalizados a tener un miedo latente.—Papas. ¿Papás? —Suspiro —¿estás seguro?Esta vez sus manos se deslizan por mis mejillas y me doy cuenta que estoy llorando, pues delicadamente empieza a quitar las lágrimas q
ANA.Han pasado dos días desde que Martín salió del apartamento, no me ha llamado, no se ha comunicado conmigo y sería una mentirosa si dijera que yo he intentado establecer comunicación alguna con él.—Necesito que este informe quede bien redactado, no puedo entregarle esto a Cristobal.—Ana, lo hemos corregido dos veces —Los ojos de mi asistentes se ven cansados, son cerca de las 10 de la noche.—No me interesa, esto debe quedar perfecto, sabes que no tolero las mediocridades —La joven suspira en frustración y da la vuelta para irse.Sigo metida de lleno entre el computador y escucho la puerta abrirse nuevamente, sin levantar mis ojos de la
—¡Ana corre! —escuche el grito ahogado de Martín, proveniente de la cocina. Miro a mi alrededor y todo es confuso, veo el material de los trabajadores, todo revuelto, todo el apartamento es un caos. por instinto empiezo a correr y entró a nuestra habitación, pongo el seguro y enciendo la luz, mi mente va a mil, busco mi celular, pero recuerdo que quedó entre el bolso, en el recibidor. Busco con los ojos, el teléfono fijo y caminó hacía él, marcó a la policía, pero el teléfono no tenía tono. No entiendo como diablos lograron entrar al apartamento, tiene un excelente sistema de seguridad. Estoy congelada en el lugar, no se que hacer, por instinto mis manos van a mi abdomen y escucho que la puerta del baño se abre. —Aquí estás, linda Ana —La veo con rabia y
MARTÍN.Intente hacer razonar a Xiomara, me reuní con ella y quise negociar, quise explicarle todo, quise hacer tantas cosas, pero logré todo lo contrario, ella estaba más que furiosa, me coloco una única condición, dejar a Ana, alejarme de ella y eso era algo que no estaba dispuesto a hacer, bajo ninguna circunstancia. Solo no me imagine que esa bruja maldita, me acorralaría de una manera tan cruel.Durante la época en que la conocí y que mi tiempo lo desperdiciaba con ella, sabía que no tenía límites cuando se trataba de algo que ella quería, pero jugar con la vida de las personas, no pensé que entrara dentro de sus posibilidades.Sin embargo, aquí estaba yo, frente a la camilla donde el cue
ANA.—Hija, hola, abre tus ojos, pero lentamente —la voz de mi madre parece casi distorsionada —, la luz es fuerte aquí.—¿Despertó? —la voz ronca de mi hermano Stephen retumba—, lo siento madre, me quedé dormido, anoche entrene hasta muy tarde.Me cuesta abrir los ojos, me ataca un dolor de cabeza muy fuerte, intento mover mis manos pero no puedo, es como si estuviesen atadas a la cama. MARTÍN—Si, ya despertó, tuvieron que ponerle sedantes la primera vez y luego despertó un poco aturdida, pero se quedó conversando con su padre —Lucilda, estaba relatando cada cosa que había pasado con Ana—, no quiso hablar con los investigadores, se colocó histérica de nuevo, pero es, Ana, ¿sabes? —la escucho soltar el aire de sus pulmones—. Hablo firme y fuerte, pidió que la dejaran sola, necesitaba estar sola, uno de sus hermanos nos sacó a todos, inclusive en contra de la voluntad de su padre y desde ese momento no ha cerrado los ojos, así que aún no puedes entrar.—Tengo que verla Lucilda, no puedo dejarla sola, menos en este momento, ella necesita saber porque no estoy con ella, necesita saber que la he visitado cada noche, la he visto d37. DESOLACIÓN.
ANA.—Te juro que estuvo la noche aquí —Mi voz es cada vez más audible, pero mi padre parece no escucharme.—No Ana, es imposible, entiende que él…—Lucilda, tú debes saber —casi gritó, cuando la veo entrar a la habitación con las manos en una bandeja llena de medicamentos—, Martín estuvo anoche aquí, sostuvo mi mano, me acarició, me besó…—Estás alucinando, es el medicamento —Mi padre es tajante en sus palabras.—Mi niña…—Nadie está pidiendo su opinión, remítase a su trabajo —mi padre