AMALIA— Él pudo haber sido engañado también, pero ¿con qué lo engañó para atacarnos?, además, aun son amigos, no hay hechizo que dure para siempre, Amalia – Vladímir me dice y todos nos quedamos en silencio.Siento que están todas las partes dispersas, cada una por su lado y falta juntarlas para encontrar la verdad.— No importa lo que sucedió en el pasado, ahora tenemos que ver por el presente y lo más importante es hacerte la Sacerdotisa, esa es nuestra única esperanza, para todos – mi hermano agrega. — Pero Vladímir, ¿y el Rey Hechicero, cómo lidiamos con él?— Los clanes de Brujos están resentidos con Gregori, en cuanto sepan que ya no cuenta con el apoyo del Rey Alfa y que están en guerra, de seguro no lo seguirán, me quitaré mi disfraz y lo desafiaré por el trono, aliada a tu raza, estoy segura de que los demás hechiceros se unirán a mi lado.Rowena me dice y asiento no muy convencida de esta locura.— Gracias por confiarme tus secretos, haremos todo lo posible por ayudarte, e
AJAXMe levanto del sillón dando vueltas como un lobo enjaulado.Entonces la Sacerdotisa sobrevivió y era obvio que estaba escapando, no murió al prenderse fuego a ella misma con sus cachorros, ¿de quién eran entonces esos cuerpos irreconocibles que se enterraron?Alfred fue quien se encargó de todo ese asunto, pidiéndome que solo descansara de mis heridas por la batalla, que él manejaría esas cosas problemáticas.¡Fui tan idiota, de verdad confiaba en ese hombre, en nuestra hermandad, agradecido por la supuesta ayuda que le dio a mi hermana, por haber desobedecido al Rey Alfa a riesgo de su vida y haber salvado a mi sobrino!Ahora no creo nada, ¿de qué escapaba exactamente la Sacerdotisa?, si lo primero que ordené fue que no se le podía hacer daño a ella, ni a sus hijos.— Mamá, me dijiste que lo habías llamado preocupada por las noticias, que te dijo que era la última vez que te podía hablar por ese número, pero te propuso irnos con él a su nueva manada, ¿cuál es el nombre de esa ma
AJAXVoy caminando deprisa por el pasillo con una sonrisa escondida, he logrado mi objetivo y la marca de olor está a buen resguardo en mi bolsillo.Esta presa muere por ser cazado y comido a fondo, sin que esa loba deje ni uno de mis huesitos.“Estoy seguro, hay algo blanco en su pelaje, no me ha dejado verla por completo, pero esa hembra es hermosa y es mía, muero por verla, por acariciar sus orejas, mordisquearla un poco… ¡Mmm… apura el paso cabrón que vas muy lento!”“¡Deja ya de soñar despierto con la loba de Amalia, que estás que te meneas solo!, ¡mira a ver si vas a abalanzarte a violarla desde el primer encuentro!”“¿Crees que se deje?”Resoplo sin mantener más la conversación interna con el pervertido de Conall, la verdad, es que yo igual muero por ver a Amalia, ¿será que esconde también la forma de su loba con ilusiones?Espero que no, aunque yo nunca la había visto, ni siquiera estaba seguro de que tuviese una.“Edgar está a la vuelta de la esquina” me tenso cuando mi lobo
AMALIAYo suspiro, tampoco lo había visto entre la gente, hoy que me escapé de mi familia con la ayuda de Rowena, parece que… bueno, que cumpliré con mi objetivo de encandilar al Rey.Y hablando del Rey, viene acercándose hacia mi posición, parada discretamente bajo la sobra de un ciprés.— Srta. Agnes, espero que esté lista para perseguir a esta presa, prometo no resistirme demasiado – El idiota de Alfred susurra intentando parecer sensual y a mí solo me dan ganas de vomitar.— Déjelo en mis manos, seré gentil con su majestad – le digo flirteando coqueta y casi puedo ver sus caninos de lobo pervertido.Se aleja nuevamente pues lo llaman unos invitados desde otro lado del jardín.Comienzan a pasar los mozos con unas bandejas donde hay muestras de diferentes aromas.Se supone que están en pares, una para la presa, que serán los machos, y otra para el cazador, que serán las hembras.De eso se trata este absurdo, las lobas perseguirán por este inmenso bosque el rastro que coincida con el
AMALIALos últimos rayos del atardecer se filtran por el follaje de los robles y la noche, ya está sobre nosotros.De repente mi loba se tensa y yo también, de entre unos arbustos que se están moviendo, sale un enorme lobo negro, que nos mira intensa y posesivamente.Da un paso adelante y Megara da un paso atrás con nerviosismo.“Es… es…”“Es Conall” le aseguro porque ella solo lo había visto en mis recuerdos, nunca se ha dado la oportunidad de dejarlo entrar a su mundo interior.“Amalia, ¿qué… qué hago, yo… escapo?”, ella me pregunta y Conall se ha acercado con precaución, está a solo a unos pasos de nosotros.Ya no huele a hierbabuena, sino a esas deliciosas feromonas de cedro que nos tienen con las patas flojas.“Amalia” Su voz lobuna y ronca llega hasta nuestra mente como una caricia, sé que me ha reconocido, sin embargo, no le respondo.“Amalia, yo…” Megara duda, su corazón dividido entre ser leal a mis sentimientos y el tirón del lazo que la une a su otra mitad.Ella es fuerte,
AJAXSuspiré feliz, pero llegando a la conclusión de que mi lobo era más inteligente que yo en esto de la seducción.Valió la pena tomar el riesgo de sacarlo, a pesar de que decían que eso aceleraba más la cosa de Renegado, pero seguía confiando en la magia.Megara era magnífica, enseguida la sentimos con sus patas poderosas siguiéndonos, Conall bajó la velocidad y corrió a su lado, bajo la luz de la luna, a través del bosque nocturno que comenzaba a despertar.La empujó un poco por la hierba y rodaron por el césped llenándose de briznas, la alegría de mi lobo hacía que mi alma se llenara de felicidad.Amaba también esa parte de Amalia, Megara también era mi compañera destinada.Miré a sus orbes brillantes mientras yacía debajo del cuerpo enorme de Conall que la cubría sin apoyar todo su peso, bajó el morro y lamió suavemente su mejilla peluda.Sus respiraciones agitadas por la carrera, sus corazones latiendo unidos y las feromonas de ambos fusionadas de manera perfecta.“Cariño, ¿cuá
AMALIA Llegamos a la orilla, muertas de miedo y preocupación, miramos por todos lados, pero no veíamos a Conall. “¡Siento el olor a su sangre por allá!”, corrió por toda la orilla llena de guijarros hasta unas grandes rocas y ahí nos quedamos horrorizadas al ver el cuerpo desnudo de Ajax, desmayado y casi ahogándose, sumergido en la parte baja del río. “¡Déjame salir!”, le rugí y ella me cedió el control. Mi cuerpo humano es más versátil que el de loba. — ¡Ajax! – le grité varias veces metiéndome en el frío río, donde por suerte la corriente no era muy fuerte, chapoteando y mojándome por completo. — ¡Ajax, reacciona, ay Dios mío, reacciona! – le grité, girándolo bocarriba para evitar que se ahogara, un hilo de sangre bajaba desde su frente, no me detuve a verificar que tan grande era la herida. La adrenalina corría por mis venas mientras lo sacaba del río con todas mis fuerzas, halando sus fuertes brazos y de alguna manera lo logré. No sé si fueron mis miedos, pero parecía much
AMALIAAjax me gritó que corriera a esconderme, pero ya no era esa débil humana que siempre tenía que estar detrás de su espalda.Había entrenado lo mejor que pude durante este tiempo y ahora también contaba con las habilidades de mi loba.Esas bestias se lanzaron sobre nosotros llenos de rabia. Luché con caninos y garras, esquivando sus ataques y en coordinación con Conall.El suelo del bosque se teñía con una capa de sangre, pero era Ajax quien se estaba llevando las peores heridas.“¡Ajax!”, grité cuando lo vi acorralado entre dos, corrí a defenderlo, pero al descuidarme por un segundo el tercer Renegado tomó ventaja.Megara aulló dolorosamente cuando unas garras se hundieron en nuestra pata trasera y fuimos lanzadas por los aires hasta impactar contra un árbol.— ¡Levántate, Megara, reacciona! – le grité y ella movía frenética la cabeza para aliviar el mareo de la conmoción.“¡Cuidado!”, le dije al ver unas garras de repente casi frente a nuestros ojos.Megara luchó por esquivar,