AMALIA Llegamos a la orilla, muertas de miedo y preocupación, miramos por todos lados, pero no veíamos a Conall. “¡Siento el olor a su sangre por allá!”, corrió por toda la orilla llena de guijarros hasta unas grandes rocas y ahí nos quedamos horrorizadas al ver el cuerpo desnudo de Ajax, desmayado y casi ahogándose, sumergido en la parte baja del río. “¡Déjame salir!”, le rugí y ella me cedió el control. Mi cuerpo humano es más versátil que el de loba. — ¡Ajax! – le grité varias veces metiéndome en el frío río, donde por suerte la corriente no era muy fuerte, chapoteando y mojándome por completo. — ¡Ajax, reacciona, ay Dios mío, reacciona! – le grité, girándolo bocarriba para evitar que se ahogara, un hilo de sangre bajaba desde su frente, no me detuve a verificar que tan grande era la herida. La adrenalina corría por mis venas mientras lo sacaba del río con todas mis fuerzas, halando sus fuertes brazos y de alguna manera lo logré. No sé si fueron mis miedos, pero parecía much
AMALIAAjax me gritó que corriera a esconderme, pero ya no era esa débil humana que siempre tenía que estar detrás de su espalda.Había entrenado lo mejor que pude durante este tiempo y ahora también contaba con las habilidades de mi loba.Esas bestias se lanzaron sobre nosotros llenos de rabia. Luché con caninos y garras, esquivando sus ataques y en coordinación con Conall.El suelo del bosque se teñía con una capa de sangre, pero era Ajax quien se estaba llevando las peores heridas.“¡Ajax!”, grité cuando lo vi acorralado entre dos, corrí a defenderlo, pero al descuidarme por un segundo el tercer Renegado tomó ventaja.Megara aulló dolorosamente cuando unas garras se hundieron en nuestra pata trasera y fuimos lanzadas por los aires hasta impactar contra un árbol.— ¡Levántate, Megara, reacciona! – le grité y ella movía frenética la cabeza para aliviar el mareo de la conmoción.“¡Cuidado!”, le dije al ver unas garras de repente casi frente a nuestros ojos.Megara luchó por esquivar,
AMALIALa mujer saca de una bandolera de cuero que llevaba como especie de cadena, puedo observar con la vista de mi loba pequeños destellos de piedras mágicas incrustadas en algunos eslabones.Kane le da vueltas en el aire con fuerza, listo para enlazar a la bestia salvaje que le ruge, y empuja una y otra vez, intentando salir de la prisión del hechizo.— ¡Kane, solo tienes una oportunidad, es demasiado poderoso! – la mujer le dice, se ve algo pálida y unas gotas de sangre bajan por su nariz.Por un segundo el tiempo parece detenerse cuando recita un conjuro y Ajax se queda callado al fin y rígido.No duró prácticamente nada, pero fue lo suficiente para que Kane arrojara el lazo de la cadena y lo enredara con ella, incluso tomó el riesgo de meterse al círculo en su forma humana para atarlo aún más con ella.Las gemas se iluminaron con magia chisporroteando en el aire.— ¡Cálmate Ajax, reacciona maldici0n, reacciona!“Ajax” una lágrima bajó por los ojos de mi loba y de los míos, al ve
AMALIANo me compadezco de ese desgraciado, si se muere, así nos ahorra todos los problemas y supongo que sería más sencillo ascender a Sacerdotisa.“Estas son las habitaciones de la manada de Ajax” mi loba me dice lo que ya sé y me paseo por el pasillo delante de las puertas cerradas, con disimulo.“¿Lo hueles o Kane?” Le pregunto, pero me dice que no.— ¿Quería algo, señorita? – me pregunta una voz masculina de repente y me giro algo rígida para ver a uno de los guerreros de Shadow Hunters.— Yo, no, no, solo, su Alfa me salvó de un ataque y quería agradecerle – me invento lo primero que se me ocurrió.— El Alfa Ajax tuvo que salir por asuntos urgentes de la manada, no se preocupe, le doy su agradecimiento.— Ah, ok, gracias – le respondo un poco decepcionada.Me marcho aun mirando hacia atrás, bueno, al menos parece que pudo escaparse para curarse en un sitio seguro.Camino hacia mi habitación y me doy un baño para quitarme toda la sangre.Las imágenes de todo lo que sucedió hoy re
AJAX“Ajax intenta no cambiar más a mi forma, estás tentando a la suerte, acabaste de tener la peor recaída de todas”“Lo sé Conall, lo sé, solo que estoy algo ansioso, intenta camuflarnos lo mejor que puedas, que no nos huelan” – le digo, escondido contra la pared de la villa, amparado en las sombras.Vigilo que nadie me sorprenda mientras me pongo rápidamente el pantalón.Observo un poco las ventanas del segundo piso y escojo la mejor manera de subir por las enredaderas de adorno que cubren la pared.Me paro sobre el alféizar de una ventana que afortunadamente es amplio, pero cuando voy a forzarla para entrar, escucho gimoteos bajos, como llanto de un cachorro, amortiguado por el cristal.La luz se prende repentinamente y me pego a la esquina, escondido y asombrado, por lo que mis ojos ven a continuación.Es Amalia, sin ese ridículo disfraz, aunque su cabello sí que es más platinado de lo que recordaba, camina deprisa, cerrándose la bata de dormir.Parece que se estaba dando una duc
AMALIA“Amalia, él, ha estado un tiempo afuera, en la ventana, yo… pienso que él tiene derecho de conocerlos, los niños no tienen la culpa…”Ella comienza a argumentar mientras yo me acerco paso a paso, a través de las penumbras, mirando su ancha espalda y él está de pie, frente a la cunita.Mis manos tiemblan, me imagino que me va a reclamar por esconder a sus herederos, digo lo primero que me pasa por la cabeza, palabras que pretenden herirlo, cuando en realidad, solo nos estoy hiriendo a los dos.— Aléjate ahora mismo de la cuna o no respondo - lo amenazo esgrimiendo el arma.*****AJAX— ¡Dime la verdad de una vez Amalia! – le exijo tomándola por los hombros y pegándola a mi pecho.Me ha amenazado con ese tonto cuchillo, gritándome todos sus agravios, todo lo que me merezco por imbécil.— Sí, es obvio que los bebés son tuyos y no diré nada más, debes hablarme tú primero con la verdad, Alfa Ajax, ¿desde cuándo te estabas convirtiendo en un Renegado? – me pregunta y me tenso.Parece
AJAXEstoy más preocupado por el llanto de los niños que por sus estúpidas amenazas.— ¡Amalia, este hombre es el origen de todas nuestras desgracias, entiendo que sea tu mate, pero ahora que él te descubrió puedes rechazarlo!— ¡NO! – le rugí, ahora si molesto, ¿cómo se atrevería a sugerir tal sacrilegio? — Hermano, no te metas en eso, te dije que era mi vida y mi decisión - Amalia le respondió con firmeza dándome algo de paz mental. Estaba dispuesto a empujarlo a la fuerza para sacarlo de la habitación y que Amalia atendiera a los cachorros. Me importaba una mierd4 que esta fuese su manada, ellos son mi familia.— Sal de la habitación Vladímir, ¡que salgas de una vez! – Amalia lo empuja y yo me tenso.Espero por su bien que no toque a mi hembra o no me contendré.— ¡No si él se queda aquí!— Esa es mi decisión, hermano…— Amalia…— Nunca les haría daño y tampoco escaparé, no lo haré, yo más que nadie, soy el interesado en limpiar mi nombre – le digo – Hoy, príncipe, aclaremos tod
AJAX— ¿Es capaz de reconocer la voz o el olor del hombre, que amenazó a su madre con que los asesinaría bajo mis órdenes? – le pregunto a tal Vladímir.Él está sentado detrás del escritorio y Amalia y yo frente a su posición, ambos en unos cómodos sillones.Quisiera que estuviese sobre mis piernas, ese es su lugar, pero por ahora me conformo con su cercanía y el tener la oportunidad de limpiar mi honor frente a ellos.— No he reconocido el aroma en nadie, ni siquiera en el Rey, que según usted es el culpable. Tampoco la voz. Lo he intentado, pero ha sido casi imposible, había demasiado ruido esa noche, estaba con miedo y todos los sonidos se amortiguaban por la cubierta de madera de la pared, lo que recuerdo con mayor claridad fue la frase “… culpa por esto al Alfa Ajax, yo no creo en tus maldiciones de bruja…”Él responde de manera hosca, sé muy bien que lo está intentando y tolerándome por Amalia.— Quiere decir, que quizás la Sacerdotisa castigó a su atacante con alguna maldición