AJAXSolo se quita los ojos azules y los cambia por unos avellanas mieles y sería perfecta.Sus rasgos son algo diferente, pero no importa como luzca, aniñada o inocente, madura o experimentada, yo solo busco a mi Amalia y estoy casi seguro de que es esta hermosa hembra, solo que esta vez, ha sabido esconderse mejor que en la puja.— Tranquila, conmigo no tendrás que fingir ninguna sonrisa, ¿un martini? – le paso la copa que tomé para ella en cuanto la vi saliendo a la terraza.No importa cuán impresionado estuviese porque ahora resulta que Edgar es el asistente del Alfred, cosa que indagaré luego, pero puede esperar.Sin embargo, encontrarme a solas con ella no.— Por supuesto, ¿se puede tomar el martini o contiene alguna sustancia rara? – me responde confiada y estoy hipnotizado con esos labios en rojo sensuales, mirando cómo se mueven y van acercándose al borde de la copa.— Si desconfía, puedo probar de primero, ¿señorita…? – doy un paso adelante, necesito olerla más de cerca, lle
AJAX— A… Ajax, cálmate, mi hermano me dijo que estabas bien, tú… no te vas a convertir aquí en un Renegado, ¿cierto? – dio un paso atrás con evidente asombro y pánico.— Y qué si me convierto en uno, ¿qué?, ¿ahora tienes miedo de las consecuencias de no darme tu preciada sangre? – la miro con sarcasmo, de verdad no tengo tiempo para sus idioteces.— Yo… Ajax, no sabes cuánto me he arrepentido este tiempo, de verdad tenía miedo que me desangraras hasta la muerte, pero en cuanto sea la Sacerdotisa voy a curarte, no te miento, me gustaría contar con tu apoyo como un Alfa poderoso, aun la oferta de que seas mi compañero sigue en pie… ¡Oye, espera Ajax, escúchame al menos!Paso de largo porque de verdad no soporto escuchar más idioteces; sin embargo, me detengo un segundo a su lado.— Vivianne, solo te advierto que esta vez no seré tan benevolente, más te vale de verdad curarme y no salir con ningunas de tus demandas después, porque hay un límite para mi paciencia y muchas maneras de obli
AMALIAMi loba ni siquiera ha dicho una palabra, pero es obvio lo mucho que le está afectando el estar cerca de Conall y Ajax.Camino con mi familia de vuelta a nuestras habitaciones, por suerte la atención se ha desviado a Rowena y no me han interrogado sobre mis intercambios con Ajax.Por la Diosa, ahora que tengo a mi loba despierta, es como si ese lazo que nos unía se hubiese convertido en una cadena que nos ata a ambos.Cada toque, cada caricia, cada susurro se multiplica por mil y el deseo irresistible que siento de ceder a ese hombre.Sus feromonas inundando mis sentidos, calentando mi vientre e incitándome a cometer locuras.Estoy segura de que a penas me quite esta capa de hechizos y engaños, la llamada de mates será irresistible.— Bruno, tienes que calmarte – escucho la voz de mi hermano en cuanto entramos a la habitación.Dudo entre quedarme o irme y darles su espacio.— Yo, creo que me voy…— No, no Ama… Agnes, ven, entra, necesito hablarte sobre un asunto – ella me llama
AMALIA— Él pudo haber sido engañado también, pero ¿con qué lo engañó para atacarnos?, además, aun son amigos, no hay hechizo que dure para siempre, Amalia – Vladímir me dice y todos nos quedamos en silencio.Siento que están todas las partes dispersas, cada una por su lado y falta juntarlas para encontrar la verdad.— No importa lo que sucedió en el pasado, ahora tenemos que ver por el presente y lo más importante es hacerte la Sacerdotisa, esa es nuestra única esperanza, para todos – mi hermano agrega. — Pero Vladímir, ¿y el Rey Hechicero, cómo lidiamos con él?— Los clanes de Brujos están resentidos con Gregori, en cuanto sepan que ya no cuenta con el apoyo del Rey Alfa y que están en guerra, de seguro no lo seguirán, me quitaré mi disfraz y lo desafiaré por el trono, aliada a tu raza, estoy segura de que los demás hechiceros se unirán a mi lado.Rowena me dice y asiento no muy convencida de esta locura.— Gracias por confiarme tus secretos, haremos todo lo posible por ayudarte, e
AJAXMe levanto del sillón dando vueltas como un lobo enjaulado.Entonces la Sacerdotisa sobrevivió y era obvio que estaba escapando, no murió al prenderse fuego a ella misma con sus cachorros, ¿de quién eran entonces esos cuerpos irreconocibles que se enterraron?Alfred fue quien se encargó de todo ese asunto, pidiéndome que solo descansara de mis heridas por la batalla, que él manejaría esas cosas problemáticas.¡Fui tan idiota, de verdad confiaba en ese hombre, en nuestra hermandad, agradecido por la supuesta ayuda que le dio a mi hermana, por haber desobedecido al Rey Alfa a riesgo de su vida y haber salvado a mi sobrino!Ahora no creo nada, ¿de qué escapaba exactamente la Sacerdotisa?, si lo primero que ordené fue que no se le podía hacer daño a ella, ni a sus hijos.— Mamá, me dijiste que lo habías llamado preocupada por las noticias, que te dijo que era la última vez que te podía hablar por ese número, pero te propuso irnos con él a su nueva manada, ¿cuál es el nombre de esa ma
AJAXVoy caminando deprisa por el pasillo con una sonrisa escondida, he logrado mi objetivo y la marca de olor está a buen resguardo en mi bolsillo.Esta presa muere por ser cazado y comido a fondo, sin que esa loba deje ni uno de mis huesitos.“Estoy seguro, hay algo blanco en su pelaje, no me ha dejado verla por completo, pero esa hembra es hermosa y es mía, muero por verla, por acariciar sus orejas, mordisquearla un poco… ¡Mmm… apura el paso cabrón que vas muy lento!”“¡Deja ya de soñar despierto con la loba de Amalia, que estás que te meneas solo!, ¡mira a ver si vas a abalanzarte a violarla desde el primer encuentro!”“¿Crees que se deje?”Resoplo sin mantener más la conversación interna con el pervertido de Conall, la verdad, es que yo igual muero por ver a Amalia, ¿será que esconde también la forma de su loba con ilusiones?Espero que no, aunque yo nunca la había visto, ni siquiera estaba seguro de que tuviese una.“Edgar está a la vuelta de la esquina” me tenso cuando mi lobo
AMALIAYo suspiro, tampoco lo había visto entre la gente, hoy que me escapé de mi familia con la ayuda de Rowena, parece que… bueno, que cumpliré con mi objetivo de encandilar al Rey.Y hablando del Rey, viene acercándose hacia mi posición, parada discretamente bajo la sobra de un ciprés.— Srta. Agnes, espero que esté lista para perseguir a esta presa, prometo no resistirme demasiado – El idiota de Alfred susurra intentando parecer sensual y a mí solo me dan ganas de vomitar.— Déjelo en mis manos, seré gentil con su majestad – le digo flirteando coqueta y casi puedo ver sus caninos de lobo pervertido.Se aleja nuevamente pues lo llaman unos invitados desde otro lado del jardín.Comienzan a pasar los mozos con unas bandejas donde hay muestras de diferentes aromas.Se supone que están en pares, una para la presa, que serán los machos, y otra para el cazador, que serán las hembras.De eso se trata este absurdo, las lobas perseguirán por este inmenso bosque el rastro que coincida con el
AMALIALos últimos rayos del atardecer se filtran por el follaje de los robles y la noche, ya está sobre nosotros.De repente mi loba se tensa y yo también, de entre unos arbustos que se están moviendo, sale un enorme lobo negro, que nos mira intensa y posesivamente.Da un paso adelante y Megara da un paso atrás con nerviosismo.“Es… es…”“Es Conall” le aseguro porque ella solo lo había visto en mis recuerdos, nunca se ha dado la oportunidad de dejarlo entrar a su mundo interior.“Amalia, ¿qué… qué hago, yo… escapo?”, ella me pregunta y Conall se ha acercado con precaución, está a solo a unos pasos de nosotros.Ya no huele a hierbabuena, sino a esas deliciosas feromonas de cedro que nos tienen con las patas flojas.“Amalia” Su voz lobuna y ronca llega hasta nuestra mente como una caricia, sé que me ha reconocido, sin embargo, no le respondo.“Amalia, yo…” Megara duda, su corazón dividido entre ser leal a mis sentimientos y el tirón del lazo que la une a su otra mitad.Ella es fuerte,