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“¿Conall la sientes por algún sitio?”

“No, todavía nada, ¡Maldici0n!”

“Tranquilo, tranquilo, algo me dice que la encontraremos aquí, hay tiempo, debemos ser más inteligentes esta vez, no actuar tan ansiosos”

Le digo a mi lobo interior, pero más bien me lo estoy diciendo a mí mismo, mientras observo en el gran hall de recepción a los miembros de todas las manadas.

Saludo aquí y allá a los Alfas conocidos y más antiguos, algunos aliados y otro, simplemente unos hipócritas.

Kane ha hecho un excelente trabajo manteniendo el tema de mi conversión a Renegado en secreto y me siento orgulloso de mi manada que no ha dejado escapar nada de información por las fronteras.

No solo lo hacen por mí, saben muy bien que entrar en guerra tampoco les va a favorecer a ningunos de ellos.

— Caballeros, serán guiados por los mozos encargados de cada manada, le enseñarán su piso y sus habitaciones, además de pasarles el programa de las actividades de estos días. Bienvenidos a la humilde casa del Rey Alf