Cuando escribo estas líneas rememoro cada detalle de la historia que les acabo de relatar como si fuera una película reproduciéndose en mi cabeza. Hubo situaciones de intenso temor, sí; pero… es difícil de explicar, las palabras me limitan.
Lo intentaré:
Estoy seguro que ocupé cada espacio de las realidades que se me presentaron. También es claro, para mí, que todas las sensaciones que experimenté se llevaron a cabo a un nivel fisiológico, incluyendo el miedo. Pero a lo que de este lado del velo llamamos “miedo” ya no existe en mí fisiología. Es por eso que ese sentimiento, hoy en día, sólo es una palabra a la que no le encuentro ningún sentido. La muerte es la fuente de todos los miedos; cuando comprendes que la muerte no existe, no hay motivos para temer.
Tuve períodos de intensa paz y felicidad, dos poderosas energías que no me han abandonado desde el día del despertar. Muchas veces las percibo como una lejana melodía que se acerca a susurrarme a
EPÍLOGO DEL AUTORNo es mucho lo que puedo agregar sobre el relato anterior. La vida de sus personajes continuó y yo tuve la gran suerte de encontrarme con uno de sus protagonistas. En cuanto a Jazmín, por mucho que indagué, no obtuve información de su vida ni de su muerte. Sólo llegué a especular el año de su partida de acuerdo a la fecha del último retrato pintado por Adrián y algunas conversaciones que tuvimos. En todo caso esos detalles carecen de importancia ante el mensaje esperanzador que este hombre extraordinario me confió y que comparto con el lector.Y no, no se me ha olvidado:—–¿Quién o Que es Dios?—–¿Puedes beber el agua de todos los océanos del planeta?—–Claro que no.—–Querido amigo, ¡Dios es un océano infinito! Tratar de comprenderlo, del todo, es intentar beber toda el agua.Lo que si podemos hacer es bañarnos en El, sentir el impacto de sus olas y refrescarnos. Cuando sea la hora de abandonar nuestro soporte físico, no
REFERENCIASRef_1. Así como Adrián me animó a indagar en la Cábala, yo hago lo mismo con el estimado lector. Adrián acertó; fue mejor así. La repuesta que encontré me maravilló. (Nota del autor)Ref_2. A estas alturas de mi vida, tras la experiencia que en las siguientes líneas relataré, creo haber encontrado la respuesta. Explicarlo sería entrar en el ámbito de las conjeturas, pero, estoy seguro, no es un tema que tenga que ver con la cotidianidad de los individuos. La respuesta está en la metafísica. (Nota de Adrián)Ref_3. He querido llamar la atención, del hipotético lector de estas líneas, a través de estos títulos y autores, debido a que, después de lo ocurrido, tuve la oportunidad de leer cada uno de ellos, y fueron los que me dieron una luz para entender un poco lo que me sucedió. (Nota de Adrián)Ref_4. Cuando escribo estas memorias, puedo dirigirme a estos recuerdos y revivirlos claramente como si fuera un e
RESÚMEN¿Qué pasa cuando las estructuras mentales que amoldan la realidad que conoces se derrumban por completo? ¿Que sucede si descubres que lo que crees ser es un espejismo, una fachada de una realidad inimaginable a los ojos de la humanidad? ¿Cuales serían tus pensamientos si tuvieras la certeza que la vida, tal como la conoces, es un sueño del cual despertarás en cualquier momento, que la muerte no existe y supieras, con toda seguridad, que solo es un juego que tu mismo creaste y planificaste desde antes de nacer?Por medio de estas líneas quiero que conozcan la historia de Adrián, un hombre particular que conocí en mi estadía como pasante universitario y que cambió mi forma de ver el mundo por completo y para siempre. Al principio tuve miedo, me estaba enfrentando a un conjunto de hechos que estaban fuera de toda lógica racional y que tenían a gran parte de los habitantes del domicilio, donde me hospedaba, desconcertados y at
AL OTRO LADO DEL VELOEl despertarPor: MANUEL L.Copyrignt 2018. MANUEL L. Todos los derechos reservadosAl silencio que, a veces, puedo oírCONTENIDOPROLOGO DEL AUTORPRIMERA PARTE: DE COMO CAMBIÓ MI VIDASEGUNDA PARTE: EL DIARIOLA PRIMERA EXPERIENCIANOCHE DE ABRILLA TRAGEDIAENSOÑACIÓNLA DESPEDIDAALUCINACIÓNESDEMENCIAEL DESPERTAREPÍLOGOEPILOGO DEL AUTORREFERENCIASLa realidad que conoces puede ser tan sólo un sueño.PROLOGO D
PRIMERA PARTE: DE COMO CAMBIÓ MI VIDA No pude evitar el temblor en mis manos y algunas gotas de sudor frio empezaron a correr por mi frente. Estaba ansioso, en las cuatro paredes de mi cuarto, bajo la tenue luz de una lámpara y acompañado por mis latidos de corazón. Pero en contraste, me sentía muy feliz, aliviado, y con una gran expectativa. Lo había logrado, después de algún tiempo de desventuras y decepciones, pude descifrar la clave que en mis manos puso el enigmático señor Adrián; que, según él, me llevaría a la respuesta de la pregunta número once y ultima que le formulé. La llave giró con una facilidad que se diferenciaba con lo duro que habían sido aquellas noches de desvelo ante lo que se convirtió en una obsesión: revelar el criptograma que permitía abrir el cofre en el cual acababa de girar la llave. –––Es el secreto que me permite hacer lo que h
SEGUNDA PARTE: EL DIARIODespués de todo lo que ocurrió, me hice una pregunta: ¿qué es la realidad?Los seres humanos estamos saturados de etiquetas mentales, juicios y conceptos que condicionan el sistema de cosas donde nos desenvolvemos y al cual denominamos “realidad”.Lo invito a hacer un ejercicio mental: imagine que esas etiquetas, conceptos y juicios desaparecieran de la mente colectiva de la humanidad de un momento a otro, ¿Qué quedaría? ¿A qué llamaríamos realidad?Desde el mismo minuto en que nacemos empezamos a adquirir los paradigmas implantados en los habitantes del planeta a lo largo del tiempo. Nuestros padres, consciente o inconscientemente, son los primeros en enseñarnos su forma de ver el mundo; luego, es la sociedad quien toma la antorcha.Estos paradigmas se amoldan a las diferentes épocas a través de los filtros mentales de cada person
LA PRIMERA EXPERIENCIAEran la 5:24 pm cuando miré el reloj de pulsera. El tiempo se había ido, como siempre, mirando las nubes pasar.«A esta hora mis padres ya habrían de haber llegado de su viaje, seguro estarán esperándome»«Algunas piedras más» ––pensé.Tomé un puñado de piedras pequeñas como acto final en aquella tarde agonizante y las lancé al río. Su suave corriente me relajaba profundamente y el silencio de aquel refugio desolado, producía, en mí, una atracción magnética. Arriba, en la distancia, un lucero cómplice de mis reflexiones me observaba y, de cuando en cuando, me indicaba con su luz la proximidad de la noche.Apenas contaba con doce años.Pasaba muchas horas en aquel lugar acompañando al sol ha
NOCHE DE ABRILTras la multitud, en aquella fría noche, pocos minutos después de haber abandonado la búsqueda, se asomaron los ojos azules causantes de las palpitaciones aceleradas de mi joven corazón. El nerviosismo emergió como un barco que creía hundido. Tendría la oportunidad de cumplir mi promesa y eso me aterraba.Desde los primeros años de primaria en mi pueblo natal, esas mismas destellantes pupilas, que ahora aparecían como dos titilantes estrellas, habían aprisionado a mis pensamientos con los lazos sutiles del amor.La procesión había terminado y la gran cantidad de gente que asistió al evento religioso empezaba a dispersarse por el pueblo. Las mariposas en mi estómago consumieron todo el aire y empecé a respirar de manera acelerada en un intento de llevar oxígeno a la sangre. Jazmín caminaba entre la muchedumbre a unos veinte metros de distancia de donde m