La vida a Miguel lo volvía a golpear, le tocaba empezar de cero otra vez. El pelirrubio decaído por los últimos acontecimientos en su vida, ingresa a su antiguo taller, ese que le alimentó el hambre durante muchos meses y el que costeó los caprichos de Mariah. Miguel mira aquel polvo que tapiza todo el lugar por el tiempo que estuvo sin ir a darle una limpiada, a pesar de no quedar lejos de su casa, al cerrarlo se olvidó de su existencia. Al estar de nuevo desempleado tuvo que recurrir al lugar donde fue feliz haciendo lo mejor sabia hacer, reparando autos. Ese día Miguel se dedica a la limpieza de su taller, para abrirlo nuevamente en cuanto tuviese todo en perfecto estado. James, le reconoció los últimos días de su trabajo y le realizó el pago, con lo que llenó la despensa y compró materiales para aquel taller. En la noche su móvil se ilumina con una llamada de Mariah, la cual desvía. No quiere saber nada de ella, de la única mujer que desea saber algo, no quiere verlo ni en p
Un golpe de suerte llega a la vida de Miguel, la oportunidad deseada es servida para él en bandeja de plata. Finalmente, su sueño de ser millonario se había tornado en una realidad, de manera inesperada. “Es que siempre de lo inesperado llega lo esperado,” eso dicen. El nuevo local que Miguel alquiló para su taller estaba perfectamente ubicado, cerca del barrio donde viven sus padres, pero también colindaba con la ciudad; siendo el pelirrubio un hombre bondadoso, no quería olvidar de donde provenía y hasta donde había llegado. Aunque no tenía el amor de su vida a su lado, confiaba que en algún momento, volverían a encontrarse y quizás, sólo quizás comenzarían de nuevo. Ver como Ana Isabel estaba triunfando en el mundo del modelaje, lo hace sentir feliz por ella, aunque también le genera ansiedad, ahora que era reconocida y estaba ganando buen dinero, los pretendientes multimillonarios le lloverían, no había duda de ello. Mariah, quien había estado detrás de él desde hace unos me
Ana Isabel continúa con su monólogo, dando explicaciones a Miguel, pidiéndole que reaccione, que la perdone y acepte su amor, viendo que él no reacciona, cabizbaja y con el corazón destrozado, se gira para retirarse del campo de batalla, había perdido al único hombre que realmente amaba, repentinamente sintió una mano tirando con fuerza de su blusa, pensó que tal vez se había quedado enganchada en algún lado, pero al girarse, se encontró con la sonrisa de Miguel.—No te vayas, preciosa, por favor —Ana Isabel sintió un nudo en la garganta y ganas inmensas de llorar, mas no de dolor, sino de alegría.—¿Me estabas oyendo y te hiciste rogar? —Miguel eleva sus hombros y ella lo golpea en el pecho, pero él se queja— ¡Eres un mentiroso!—¡Auch, auuch! Me lastimas —Ana reacciona y se disculpa con él, pero Miguel vuelve a reír, sujetando su abdomen para no lastimarse.— Tú también eres una mentirosa, dijiste que no me amabas y no querías volver a verme. Ella sonríe, hace pucheros, termina
Cuando Ana Isabel recibió esa mañana, la noticia de que se convertiría en la asistente personal de la gran empresaria Abril Rowling, sintió que la vida le estaba devolviendo las cosas que desde hace tiempo esperaba.—A partir de mañana, estará trabajando directamente con la Sra Rowling. Ella despidió a su antigua asistente, así que te encargarás de suplir a Janeth. Espero que tengas suerte —le comentó la jefa de departamento de Recursos Humanos. —No se va a arrepentir, haré que la Sra Rowling esté conforme con todo mi trabajo. —Eso espero Ana Isabel. Aprovecha esa oportunidad. Por ahora, recoge las cosas y ponlas en la que será desde hoy, tu nueva oficina.—Ahora mismo. —dijo visiblemente emocionada, salió de la oficina de Raquel y fue por sus cosas. Colocó la caja sobre la mesa, metió sus libros preferidos de empoderamiento femenino y mindfullnes, la libreta de anotaciones, su laptop y el portaretrato donde aparecía junto a su amado Fernando. Lo sujetó entre sus manos y le ha
—¿Mi amor? —ronronea Mariah, como suele hacerlo luego de darle buen sexo a Miguel, cuando desea que le cumpla alguno de sus caprichos. —Dime mi reina —se voltea a verla, mientras se coloca los pantalones, apurado por la hora. —¡Quiero ir a la peluquería! ¿Será que me transfieres money?—Mi amor, sabes que aún no cobro. Todo lo que ne queda es para pagar el alquiler de la casa. —la respuesta de negativa de él, la exaspera a tal punto, que como si lo tuviese ya pensado, se levanta abruptamente de la cama, cubriéndose con la sábana aún húmeda del sudor que su cuerpo y el de su marido habían destilado recientemente.—No puedo creer de verdad, te la pasas trabajando día y noche, no paras en casa y nunca tienes una maldita moneda encima. —Miguel baja el rostro, cada vez es más difícil mantener los gustos y caprichos de su mujer.—¿Cómo quieres que haga? Todo lo que gano prácticamente te lo doy y aún así, siempre me pides más Mariah.—¿Sabes qué? Para que no tengas que trabajar tanto
Lo más triste para un despechado, es cuando llega el fin de semana, aunque Ana Isabel acostumbraba levantarse tarde los sábados, ese día despertó más temprano que para ir al trabajo. No lograba sacarse de la mente la nefasta escena. Miró su móvil un par de veces, tal vez Fernando le habría escrito para rogarle que volvieran, y así ella aunque lo haría sufrir, terminaría luego accediendo y haciéndole prometer que nunca más lo haría.—¿De verdad piensas eso, Ana? —se increpó a sí misma.— Eres una tonta y falta de dignidad, Fernando te engañó. Su ego gritaba desde adentro para hacerla entender que no debía ir tras él. Mas, para ella era difícil asumir que todo estaba terminado. Siempre creer que las cosas llegan a su fin, es doloroso. Buscó su libro de autoayuda y leyó el ensayo de “Cómo superar a su ex” escribió la carta que luego debía quemar aunque al hacerlo, deseaba quemarlo vivo a él y a la rubia peliteñida. Luego se sentó a meditar para calmar la rabia que le provocó revivi
Miguel llegó a su apartamento decidido a ponerle fin a su pobreza, decidido a no dejarse pisotear por una mujer al ser de escasos recursos. Por eso tomó su móvil colocó, colocó en su buscador un tutorial sobre “Trucos para conquistar a una mujer millonaria”. Al ojo clínico de las personas, tal vez parecerá un gigoló, pero el rubio se cansó de que Mariah lo pisoteara, y decidió llevar las riendas de su destino y convertirse en alguien en la vida, no un simple chofer y mecánico. Un par de minutos después, comprendió varias cosas, la primera la imagen es esencial en todo momento, segundo el conocimiento es importante para cautivar a una mujer y tercero, el ingenio. Miguel se colocó frente al espejo y se detalló, le dio play al sexto vídeo que veía sobre “¿Cómo conquistar una mujer millonaria?”. —Bienvenidos, unas vez más a mi canal, Enamórate, —dice sonriente el hombre a la audiencia—. Hoy, tenemos un tema bien interesante, y que muchos de ustedes me han preguntado —hizo silencio y
La semana transcurrió rápidamente por suerte para Ana Isabel. Justo ese día se cumplía una semana desde que encontró a Fernando con Minie follando en su propio sofá. Aunque tenía la esperanza de regresar con él, no podía olvidar lo que pasó esa tarde. Motivada y aupada por su amigo Lauren, decidió que esa noche era perfecta para poner en práctica su plan de seducir a un hombre rico o atrapar a un tiburón como le decía su amiga.Con la ayuda de él, logró maquillarse y arreglarse para aquel momento. Ana sacó los dos vestidos que tenía para ese tipo de ocasiones. Ambos algo pasado de moda y poco sensuales. Uno de color rojo, cuyo escote era totalmente cubierto, mangas largas, la falda ligeramente ajustada que caía por debajo de sus pantorrillas. El otro, de un azul intenso, falda ancha al igual que las mangas, un semi escote trasero que al usar su cabello largo, tampoco dejaba ver mucho, por no decir casi nada.—¿Cuál debo usar? —mostró girando ambos ganchos donde colgaba cada uno de l