—Pues tal vez necesita el entrenamiento de Troy —dice Rocky y yo lo veo—. Lo que dijo Rose… si quiero tener tú atención, pero jamás querría que Ryder se fuera, ella habla por lo que ve, pero siempre estoy para mí hermano, le hacen mucho bullying en la escuela humana y no puedo permitirlo. Sus palabras son sinceras, jamás sentiría envidia de su hermano, está claro que solo yo tengo la culpa. —Yo permito que se vaya porque como dice ella, Ryder necesita su espacio o eso pide y lo entiendo, además tenemos gustos diferentes, quiero entrenar mucho para que estés orgulloso de mí y creo que por eso Ryder y yo no somos tan unidos ahora, quiere seguir coleccionando rocas en vez de aprender a cuidarse. —confiesa Rocky. —¿Por qué le hacen bullying a Ryder? —Por tener los ojos como mamá y además no parecerse a nosotros —me responde Rocky—, le dicen que es adoptado y eso lo hiere mucho, pero en vez de defenderse, se encierra, temo de que es demasiado sensible y débil. Veo a Rose y tiene
—Porque era de confianza para Rocky y quieras o no, Ryder lo necesita.—Solo trato de protegerlo.—Ya no se si sea bueno protegerlo ocultando quién es su padre Ross y las personas que estaban cerca de él. Ryder necesita emociones positivas, sabes que de las emociones negativas el rey demonio logra con facilidad tomar parte de su cuerpo.—Lo sé y por eso dormía con Rocky, porque su hermano lo hace feliz.—¿Y acaso se enojaron? Porque casi lo mata Ross.—Mierda… —cubro mi rostro, preocupado—. ¿Y ahora qué hacemos?—Solo alguien puede ayudarlo, alguien también ayudó a Rocky en su niñez.—Tu padre está muerto Star —le recuerdo.—No hablo del mío… —me dice y la veo alarmado.—No —me niego.—¿Por qué no? Él estuvo a cargo primero de Rocky, antes de que mi padre se encargará.—Rocoso me dijo que lo alejara de su nieto y eso voy a hacer.—Pero Ross, necesitamos su ayuda.—Él aún es esclavo del trato que hizo con el rey demonio Star, ¿Qué te hace creer que nos apoyara sin hacer su
—De acuerdo —lo acepto. La discusión acaba porque he dejado de insistir y nos adentramos a la casa. Todos mis hijos rodeaban a Ryder y los estaban consolando, no sé si deba hacer algo… al carajo, no soy como los otros alfas, que dejan a sus hijos por su cuenta. —Lo siento mucho Ryder —le pido acercándome y el resto de mis hijos me hacen espacio. Poso una mano en la espalda de Ryder para acariciarlo y me la aparta con mucho enojo. —Me das tanta presión que a veces no quiero ser tu hijo —me confiesa. Eso me lástima, pero trato de hacer parecer de que no, porque solo quiero entenderlo. Ryder se aparta de todos y sube a las habitaciones, escucho la puerta abrirse y cerrarse, se ha encerrado en su habitación. —No sé si quieran permitir que me encargue —dice Atlas. Yo miro a Star y ella me mira a mi de forma inmediata como si dijera que debería dejarlo subir. —Como sea —respondo fríamente. Atlas sube a la habitación y lo escucho tocar la puerta, luego logra entrar.
Mi preocupación se disfraza para no presionarla, si ella dice que está bien, lo entenderé.—¿Es una petición o es una orden? —le doy media sonrisa, una que es algo más juguetona.Ella me sonríe y se voltea para enrollar sus brazos alrededor de mi cuello, se pone de puntilla y me besa, yo saboreo esa menta fresca y algo más, sentía algo más, así que la separo un poco de mí y la veo con impresión. Esto no es algo como si fuera la primera vez.—Estás embarazada —le digo y ella parece que ya lo sabía, pero ni siquiera lo pensó para que leyera su mente.Su sabor, su olor, huele a cada vez que ha quedado embarazada.—Me enteré está mañana —me explica ella—, llevo dos semanas.Quedo atónito, las consecuencias de follar tanto… pero ¿Más hijos? De broma puedo con los 6 que ya tenemos, debimos haber hecho la operación.—¿Y así piensas viajar? —es lo que más preocupa.—Pues tampoco que vaya a ser algo peligroso —rueda sus ojos.—Podrías perderlo —le recuerdo.—¿De verdad quieres que te
Rocky.Luego de que papá nos dejara en la escuela, nos integramos a nuestro grupo, no importa si hay más pequeños de mi edad, siempre andamos en manada, aunque Ryder parece más un lobo solitario.Saludo a mi grupo con una chocada de manos y me siento a su lado en la mesa redonda con toldo en el patio, en donde también se usa para comer en el receso, pero por ahora esperamos que el timbre suene para ir a nuestros salones.—¿Qué me cuentan? —les pregunto tratando de sonar cool.Soy el hijo del alfa y no me doy el lujo de verme en ridículo. Mi hermana Rose se sienta detrás de mí y nuestros hermanos pequeños juegan con otros pequeños de nuestra manada al frente de nosotros.Cuando pasemos a secundaria, ellos tendrán que seguir nuestras costumbres. En cambio Ryder, se mantiene alejado, yo solo lo veo de reojo, pues no nos hemos hablado desde que me ahorcó inconscientemente, he tratado de hacerlo sentir mejor, pero no funciona.—Le estaba platicando a Tyler que tu nombre no es muy común en
—Bueno, ellos lo saben por encima, más no saben que nos llevan a dirección —resume Rose.—Es que ellos se meten mucho con Ryder —nos defiendo.—¿Y como podemos resolverlo? —nos pregunta frustrada.Un pequeño silencio se forma en la habitación y luego Ryder habla.—Tal vez debería estudiar en casa, así nadie me molesta y no hay motivo para defenderme —dice cabizbajo y yo me enojo.—No, ¿Por qué tienes que hacer eso? ¿Por qué ellos no pueden ser más amable contigo? ¿Por qué tú tienes que cambiar y ellos seguir igual? —me quejo.Definitivamente que la vida humana apesta, esos humanos orgullosos que no se dejan doblegar cuando saben que han actuado mal.—Trataré de hablar otra vez con el consejo y ahora con los padres, ¿Vale? —dice Vera.—Vale —decimos al unísono.—Ahora vayan a clase —nos ordena y nos dirigimos a la puerta, pero nos detiene—. Y Redney, le dejaste una marca de lobo a ese chico, qué bueno tuve un poco de ungüento de Alex, o nos hubiesen descubierto.—Perdón —dice ella tris
Yo asiento con delicadeza y siento que me ha tendido una trampa, quiere que me disculpe, lo sé y lo entiendo, no puedo empezar un entrenamiento o mi día con un disgusto… eso me aconsejó mi padre y Atlas lo está aplicando.Toco la puerta y mi padre ya sabe quién soy, pues me da el permiso de entrar diciendo mi nombre, a veces ser lobos es una desventaja. Entro y lo veo tallando una madera, esta tenía la forma de un lobo.—¿Sucede algo, hijo? —pregunta mi padre y me ve.—Ehm solo que necesito reparar algo y no sé si puedas prestarme algunas cosas —pido con miedo.—Claro, ¿Se puede saber para qué es? Digo para así ayudarte a encontrar lo que necesitas.—No te preocupes, sé lo que necesito, gracias papá —sonrío.Entre sus cosas comienzo a buscar lo necesario y en cuanto lo consigo me despido de mi padre además de agradecerle y pronto le regresaría sus cosas.—Lo que sea por mis hijos —me responde él y yo me detengo con la mano en la puerta y agachó mi rostro. Que cara dura soy, debo discu
Estoy sin palabras, sin embargo, decido hablar para resolver algunas dudas.—¿Eres el gato? ¿Te convertiste en humano? —digo alterado.—Shh o te oirán y me matarán —me sisea y me siento mal porque tiene razón.—Lo siento… por cierto, no hay de que, si te volvían a ver, seguramente Atlas no te perdonaría esta vez, ¿Por qué regresaste?—A darte las gracias —me sonríe.—¿Por qué?—Porque tu guardaespaldas casi me mata.—¿Cómo sabes que es mi guardaespaldas? —desconfío de él.—Porque los he visto antes —me responde obvio.—¿Y que te animó a acercarte a mí? —me cruzó de brazos y él se ríe.—Haces muchas preguntas. —Dice riendo, pero yo me mantengo serio.—Es que no tiene sentido, ¿Con que razones viene? Si supieras que cada vez que se acercan les espera una lamentable muerte —agacho mi rostro con tristeza.—Lo sé, eran amigos míos —También está triste y alzo mi mirada para verlo.—Lo lamento, ¿Viniste a vengarlos? —aunque me siento mal, me preocupo la vida de mi padre.—No Ryder —me ve ser