Trato de dirigirme a la puerta y su voz me detiene y no porque tenga poder sobre mí, sino porque le he permitido dejar que me hable. Yo lo ayudaré a subir, pero eso no significa que crea que soy su perra solo porque la sangre duele, yo he pasado por tanto que la única sangre que me importa, son de aquellos que vengan después de mí.

—Lo sé y me parece que tendremos que luchar por eso, pero ambos nos necesitamos por ahora y mientras tanto, sé que cambiarás de opinión, eres mi hijo, pero si me atacas, no me quedaré de brazos cruzados, te mantendré vivo y encarcelado. Aunque podría ser diferente si no fueras rencoroso.

—Lo dice el rey que quiere vengarse de los dioses —me burlo y es mi última palabra antes de irme.

No quiero nada de esto, solo quiero estar con mi hijo y debido a que lleva la flor roja dentro de él, no sé lo que pueda suceder entre nosotros, pero sé que no puedo traerlo, así que ¿de qué me sirve ser rey? Si no puedo estar con él, aunque si me vuelvo rey, sería una forma de