Ella traga saliva, Margaret me odiaba, ¿Por qué ahora me desea? Tal vez porque entró en mi mente y encontró algo atractivo, tal vez siente compasión por mí, por lo que he pasado, esto me recuerda tanto a Luna, quién me odiaba y comencé a oler sus emociones, estaba empezando a sentir algo por mí.

O mejor dicho por Rocky lobo y si Margaret va por el mismo camino, debo advertirle que mi naturaleza demoniaca es promiscua, por lo que no debería enamorarse de mí, además de que tengo un lado íncubo, me trae mucha lujuria follarme a mis victimas dormidas.

—Yo jamás me sentiré deseo por un demonio —se hace la difícil y me da la espalda.

Yo acerco mi rostro lentamente a su hombro y mis labios los aproximo a su oído para susurrarle.

—Cuando lo aceptes, ya sabes dónde buscarme... —concluyo esto besando su mejilla y ella se aleja asqueada, yo solo me reí.

¿Quería provocarla? Obvio, es divertido, aunque tengo muchas ganas de follar también, tengo mucho tiempo sin hacerlo y Margaret no será mi prime