Capítulo 52

Yo asiento con delicadeza y siento que me ha tendido una trampa, quiere que me disculpe, lo sé y lo entiendo, no puedo empezar un entrenamiento o mi día con un disgusto… eso me aconsejó mi padre y Atlas lo está aplicando.

Toco la puerta y mi padre ya sabe quién soy, pues me da el permiso de entrar diciendo mi nombre, a veces ser lobos es una desventaja. Entro y lo veo tallando una madera, esta tenía la forma de un lobo.

—¿Sucede algo, hijo? —pregunta mi padre y me ve.

—Ehm solo que necesito reparar algo y no sé si puedas prestarme algunas cosas —pido con miedo.

—Claro, ¿Se puede saber para qué es? Digo para así ayudarte a encontrar lo que necesitas.

—No te preocupes, sé lo que necesito, gracias papá —sonrío.

Entre sus cosas comienzo a buscar lo necesario y en cuanto lo consigo me despido de mi padre además de agradecerle y pronto le regresaría sus cosas.

—Lo que sea por mis hijos —me responde él y yo me detengo con la mano en la puerta y agachó mi rostro. Que cara dura soy, debo discu
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