Lluvia. Gritos me hacen levantarme de un brinco, son Rexon y Colier en el jardín, mierda... mierda, pienso que seguramente es por lo que paso en el patio esta tarde Rexon debió de vernos, pero ¿por qué no me dijo nada? Pudimos hablarlo primero. Salimos al patio y Colier menciona que como Rexon pudo exponerme de esa forma, no tengo idea de que hablan, pero ambos están muy alterados, me acerco a Rexon para intentar que se tranquilice, pero para mi sorpresa me empuja y caigo en el suelo. Ni siquiera me mira mientras lo fulminó con la mirada, él esta con los ojos puestos en el lobo frente a él. Colier menciona algo de un duelo, de Alfa a Alfa, el ganador se queda con la chica, o sea yo. Rexon me había comentado como se supone que cortejaban hembras, peleando entre ellos, pero esto... quien gane se quedará conmigo. Me pongo de pie, ni siquiera le doy tiempo a Rexon de responder para aceptar o negarse al reto, me pongo frente a él y mi mano se estrella con fuerza en su rostro, se lleva
Colier. Mi mejilla quema, mis pensamientos se encuentran agitados y descontrolados después de tremendo golpe que me pegó Lluvia en el rostro, no puedo decir que fue un golpe doloroso, que me movió la cara del golpe, no, pero el dolor que me dejó en la piel no se comprara con el que crece en mi pecho después de verla llorar tan enojada, después de decir que ella no era un objeto, una cosa, una mercancía que podríamos intercambiar, no pretendía ofenderla en ningún sentido, para una Loba ser disputada en un duelo de Alfas era un honor, pero para ella fue un insulto sin precedentes. Ella me dio la espalda, la mirada de decepción en sus ojos al entrar a la casa me desgarró el corazón, y no fui el único. Una vez que ella desapareciera en el interior y sus pasos se volvieran silenciosos ante mis oídos, la atención se me fue al movimiento brusco de Rexon, pensé que él iba a atacarme, o por lo menos eso esperé, pero lo que mis ojos presenciaron me deja sin palabras. Rexon se deja caer de ro
Lluvia. Me despierto encontrándome con un inusual y extraño silencio en el lugar, la cama es diferente, la textura de la tela de la cobija entre mis manos no es la misma, incluso el aroma del lugar es desconocido. Mis ojos chocan con una pared de un color para nada familiar, es ahí el momento en el que recuerdo que no me encuentro en mi habitación, esta no es mi cama ni estas mis cobijas, estoy en la habitación de Kurt, eso me hace recordar de golpe todo lo que pasó ayer, pongo mala cara de inmediato, pienso en no salir de la habitación en todo el día, no quiero ver a Rexon ni a Colier, pero el rugido salvaje de mi estómago me hace cambiar de opinión, me deshago de la sabana y comienzo a tender la cama, no hay ni rastro de Kurt lo cual es extraño porque no es de despertarse temprano. Salgo de la habitación en busca de un cereal con leche, esos brutos no son razón suficiente para aguantarme el hambre, la cocina esta desierta, la sala también, no escucho ningún sonido, no sé si sentir
Rexon. No me quedan dudas de que lo que hice fue sumamente idiota y soy afortunado de maneras inimaginables porque ricitos me perdonara, jamás había experimentado ese tipo de miedo que sentí al pensar que había cometido un error imperdonable y que ella me dejaría, todo por no saber controlar mis impulsos, por dejar que los celos me dominarán y que la posesividad nublara mi juicio. Para mi suerte ella trató de entenderme, pero aun así eso no borraba completamente mi culpa, tenía que tener mayor control de mis emociones, los celos en especial, aún tenía mucho que trabajar para mejorar en tanto a mi persona. Pero mientras estaba con la incertidumbre y el miedo de que era lo que pasaría, entre mi ansiedad y miedo me la pase comiendo cualquier cosa que encontré en la cocina, y ahora estaba pagando las consecuencias había vomitado dos veces y las náuseas parecían no desaparecer. Aun así todos comenzamos a empacar, era hora de volver a casa. Una vez en el avión procuré dormir, no quería
Lluvia. Estoy tirada en el suelo, sudando a mares, me parece increíble como en un par de días ha cambiado todo, hace poco recuerdo el jardín cubierto por una capa blanca delgada de nieve, ahora el pasto está tan largo y húmedo por el hielo derretido. Rexon pasó de ser mi lobito cariñoso y atento a estar muy distante y misterioso junto con Dan estos días, llega tan tarde que ni siquiera tengo oportunidad de hablar con él como me gustaría, preguntarle ¿qué ha estado haciendo? ¿Cuál es la razón de su misterio? Pero al parecer Kurt esta confabulado con ellos, estoy segura de que él sabe algo. Se tomaron muy en serio eso de que aprenda a defenderme, durante casi todo el día Kurt se encarga de entrenarme, es el tercer día y mis extremidades piden a gritos parar, dejarlas estar todo el día en cama, juraría que ya bajé de peso, necesito con urgencia un pan con chocolate y una taza de helado. — Vamos Lluvia levántate, ya estarías muerta si te quedas en el piso. — ¡Voy a morir de verdad si
Es muy tarde, ni siquiera he mirado el reloj ni salido de la cama, pero la luz solar que se cuela por la ventana es tan fuerte que podría asegurar que ya pasa de medio día. Sigo molesta, mi enojo ni siquiera a abierto paso a mi apetito, no tengo ganas de nada, más que desesperación, porque caiga la noche y Rexon regrese para explicarme que carajos esta pasando, a que peligro tenemos que enfrentarnos esta vez. Más estoy segura que estando en la cama pensando solo hará que el tiempo corra con mayor lentitud me pongo de pie y me quito el pijama que es remplazada por unos jeans y una camisa de manga larga, mi conjunto de siempre acompañado de mis fabulosos tenis negros que no pueden faltar. Hoy dijo Kurt que no habría entrenamiento, gracias al cielo, así que podríamos ver películas, hornear galletas, molestarlo que sé yo, cualquier cosa para matar el tiempo esta bien, lo encuentro en la sala mirando televisión, me dejo caer a su lado haciendo que rebote del respaldo del sillón. — Buen
Mi cuerpo se pega al pelaje de Kurt, estamos tan cerca, lo escucho gruñir y miro como de repente se deja ir al frente para lanzar mordidas al aire, tratando de que no se acerquen más. No encuentro escapatoria y si Kurt esta arrinconado aquí es porque él no tiene un plan para lidiar con ellos tampoco. Esos ojos completamente negros con el punto rojo dilatado en su centro se clavan en mí, yo soy lo que quieren, no me sorprende para nada, pero antes de siquiera intentar irme contra alguno de ellos otro lobo más grande que Kurt de color amarillento salta por la ventana rota entrando al lugar y derribando dos de los colmilludos, la distracción sirve para que Kurt se le lance a otro. En cuestión de segundos todos los colmilludos están muertos, me dejo caer de rodillas en el suelo... estoy en shock. — "Colier... ¿Qué haces aquí?".- esa es la voz de Kurt, ¿Colier? ¿Es el lobo amarillo? — ¿Qué? ¿En verdad eres tu Colier?.- ambos lobos abren mucho los ojos, y su asombro se me pasa a mí al d
Rexon. Vuelvo a mi lugar junto a Dan, acabo de vomitar el desayuno, le dije a Dan que no estaba de humor, que no tenía apetito, pero aun así él me obligó a comer y como resultado regresé la comida, me siento muy ansioso, nervioso, preocupado, mis emociones están hechas un caos y la discusión de la noche anterior con ricitos me tiene mal. Sé que ella esta molesta porque no le quise contar que es lo que estoy haciendo, pero no podía arriesgarme a que se preocupara o peor aún que me prohibiera seguir con esto, es necesario, más de uno nos vemos beneficiados con la muerte de ese tirano, aunque lo mío es más una sed de venganza personal. Somos un grupo de nueve lobos fuertes y ágiles, estamos en la espera de que Colier aparezca, no me hace gracia tener que pedirle ayuda, justo después de lo que pasó con ricitos y que sé que tiene sentimientos por mi mujer, pero es un lobo muy fuerte eso lo reconozco, lo necesitamos si no quiero tener errores y que esto salga perfecto. Este ataque no sal