Rexon. No me quedan dudas de que lo que hice fue sumamente idiota y soy afortunado de maneras inimaginables porque ricitos me perdonara, jamás había experimentado ese tipo de miedo que sentí al pensar que había cometido un error imperdonable y que ella me dejaría, todo por no saber controlar mis impulsos, por dejar que los celos me dominarán y que la posesividad nublara mi juicio. Para mi suerte ella trató de entenderme, pero aun así eso no borraba completamente mi culpa, tenía que tener mayor control de mis emociones, los celos en especial, aún tenía mucho que trabajar para mejorar en tanto a mi persona. Pero mientras estaba con la incertidumbre y el miedo de que era lo que pasaría, entre mi ansiedad y miedo me la pase comiendo cualquier cosa que encontré en la cocina, y ahora estaba pagando las consecuencias había vomitado dos veces y las náuseas parecían no desaparecer. Aun así todos comenzamos a empacar, era hora de volver a casa. Una vez en el avión procuré dormir, no quería
Lluvia. Estoy tirada en el suelo, sudando a mares, me parece increíble como en un par de días ha cambiado todo, hace poco recuerdo el jardín cubierto por una capa blanca delgada de nieve, ahora el pasto está tan largo y húmedo por el hielo derretido. Rexon pasó de ser mi lobito cariñoso y atento a estar muy distante y misterioso junto con Dan estos días, llega tan tarde que ni siquiera tengo oportunidad de hablar con él como me gustaría, preguntarle ¿qué ha estado haciendo? ¿Cuál es la razón de su misterio? Pero al parecer Kurt esta confabulado con ellos, estoy segura de que él sabe algo. Se tomaron muy en serio eso de que aprenda a defenderme, durante casi todo el día Kurt se encarga de entrenarme, es el tercer día y mis extremidades piden a gritos parar, dejarlas estar todo el día en cama, juraría que ya bajé de peso, necesito con urgencia un pan con chocolate y una taza de helado. — Vamos Lluvia levántate, ya estarías muerta si te quedas en el piso. — ¡Voy a morir de verdad si
Es muy tarde, ni siquiera he mirado el reloj ni salido de la cama, pero la luz solar que se cuela por la ventana es tan fuerte que podría asegurar que ya pasa de medio día. Sigo molesta, mi enojo ni siquiera a abierto paso a mi apetito, no tengo ganas de nada, más que desesperación, porque caiga la noche y Rexon regrese para explicarme que carajos esta pasando, a que peligro tenemos que enfrentarnos esta vez. Más estoy segura que estando en la cama pensando solo hará que el tiempo corra con mayor lentitud me pongo de pie y me quito el pijama que es remplazada por unos jeans y una camisa de manga larga, mi conjunto de siempre acompañado de mis fabulosos tenis negros que no pueden faltar. Hoy dijo Kurt que no habría entrenamiento, gracias al cielo, así que podríamos ver películas, hornear galletas, molestarlo que sé yo, cualquier cosa para matar el tiempo esta bien, lo encuentro en la sala mirando televisión, me dejo caer a su lado haciendo que rebote del respaldo del sillón. — Buen
Mi cuerpo se pega al pelaje de Kurt, estamos tan cerca, lo escucho gruñir y miro como de repente se deja ir al frente para lanzar mordidas al aire, tratando de que no se acerquen más. No encuentro escapatoria y si Kurt esta arrinconado aquí es porque él no tiene un plan para lidiar con ellos tampoco. Esos ojos completamente negros con el punto rojo dilatado en su centro se clavan en mí, yo soy lo que quieren, no me sorprende para nada, pero antes de siquiera intentar irme contra alguno de ellos otro lobo más grande que Kurt de color amarillento salta por la ventana rota entrando al lugar y derribando dos de los colmilludos, la distracción sirve para que Kurt se le lance a otro. En cuestión de segundos todos los colmilludos están muertos, me dejo caer de rodillas en el suelo... estoy en shock. — "Colier... ¿Qué haces aquí?".- esa es la voz de Kurt, ¿Colier? ¿Es el lobo amarillo? — ¿Qué? ¿En verdad eres tu Colier?.- ambos lobos abren mucho los ojos, y su asombro se me pasa a mí al d
Rexon. Vuelvo a mi lugar junto a Dan, acabo de vomitar el desayuno, le dije a Dan que no estaba de humor, que no tenía apetito, pero aun así él me obligó a comer y como resultado regresé la comida, me siento muy ansioso, nervioso, preocupado, mis emociones están hechas un caos y la discusión de la noche anterior con ricitos me tiene mal. Sé que ella esta molesta porque no le quise contar que es lo que estoy haciendo, pero no podía arriesgarme a que se preocupara o peor aún que me prohibiera seguir con esto, es necesario, más de uno nos vemos beneficiados con la muerte de ese tirano, aunque lo mío es más una sed de venganza personal. Somos un grupo de nueve lobos fuertes y ágiles, estamos en la espera de que Colier aparezca, no me hace gracia tener que pedirle ayuda, justo después de lo que pasó con ricitos y que sé que tiene sentimientos por mi mujer, pero es un lobo muy fuerte eso lo reconozco, lo necesitamos si no quiero tener errores y que esto salga perfecto. Este ataque no sal
Taxón se retuerce y me mira con enojo, mientras me clava los dedos en el brazo que lo sostiene, Dan agarra mi otro brazo asustado intenta que lo suelte, pero yo no puedo apartar los ojos de mi hermano, todo esta bastante turbio y confuso, si bien todo lo que dice parece indicar que Colier es el culpable de todo, es él quién tenía clavada la daga que le di a mi mujer para defenderse si era necesario, bien dicen que una imagen vale más que mil palabras y por tener esa daga clavada, la suya esta en duda ahora para mí. — Rex… ¿Qué haces? suelta a tu hermano.- Dan esta asustado, sé que puedo terminar detenido, pero mis instintos en alerta me gritan que no confié en él, que Taxón oculta algo. — Tenía clavada la daga que le dimos a Lluvia para protegerse.- le digo a Dan mirándolo con molestia para que me suelte, vuelvo a poner mi atención en mi hermano, ambos arrojamos flamas por los ojos.– la única razón que encuentro para que te la hubiera clavado es porque lo hizo para protegerse de ti.
Lluvia. Poco a poco vuelvo a sentir mis extremidades que estaban hechas polvo, mi cuerpo vuelve a formarse a partir de la ceniza que se junta y lo primero que hago es tomar una fuerte bocanada de aire, unos finos labios fríos se posan en mi mejilla y se acercan a mi oído. — Te extrañé amor mío. Doy un brinco para alejarme de esa presencia que tenía en la espada y me doy la vuelta, él esta ahí, parado frente a mí, mirándome con eso ojos rojos fijos en mi rostro, tiene esa mirada escalofriante que recuerdo, mi memoria muscular pone a temblar cada centímetro de mi cuerpo, él comienza a reír al darse cuenta. — Dejame decirte que te extrañaba, verte de esa manera, asustada... con miedo de mí. - mete las manos en los bolsillos de su impecable traje negro.— El pasar de los años en vez de ser negativos fueron favorecedores para ti, te ves hermosa, serás la reina más bella que estos parásitos han tenido. — ¿De qué hablas? ¿Cómo que reina? Tú ya estás casado.- aún le temo, no lo voy a nega
Empujo a Julienth y él se aparta de mí voluntariamente, sé que con mi fuerza no podría moverlo ni un centímetro, estoy en shock, estoy... estoy embarazada... un bebé, un pequeño producto del amor mío y de Rexon, me es difícil salir de mi asombro. — Estoy... embarazada... ¿Pero? ¿Cuándo fue que...? — Tienes unas 8 semanas aproximadamente, me da gusto ver que no estás nada emocionada con ser madre, la verdad a mis milenios de años tampoco estoy listo para ser padre soy muy joven aún. — ¿Pero qué dices? Este bebé es mío y de Rexon... no tuyo.- él me mira divertido, como siempre soy un chiste para él, se va a sentar a uno de los sillones que están del lado izquierdo. — No estoy hablando de ese... esos bebés.- ¿¡Son dos!?.— Ni siquiera van a nacer. — ¡No permitiré que mates a mis hijos! Me agarro el vientre por instinto, un instinto protector que ha despertado en mí de repente, él comienza a reírse de mí, me siento tan vulnerable, tan frágil y un nuevo nivel de miedo se desbloquea en