Lluvia. Ya pasaron 3 meses desde que estamos en esta casa y no me puedo quejar, los días son muy parecidos a como cuando estábamos en la cabaña, con excepción de que Rexon siempre esta conmigo, ayudándome durante el día en las labores así como todos los demás y en las noches haciéndome tocar el cielo mientras me hace flotar entre las estrellas. Pero desde hace 3 días esta muy extraño, se va durante casi todo el día con los demás chicos dejándome con Colier, no me quejo, no es tan aburrido como parece, sé que tiene un porte de guardia imperial que conservar, pero me las arreglo para que abandone esa postura de vez en cuando, me siento incómoda cuando se comporta más como un guarda espaldas que como un compañero. El día de hoy hace demasiado calor, las temperaturas comenzaron aumentar hace tiempo, odio estar pegajosa... estoy sentada en la banca del patio trasero, bajo la sombra de los árboles, el aire acondicionados se averió así que fue el perfecto motivo para que Rexon volviera a
El aire se comienza a cargar de electricidad creando un ambiente que reconozco muy bien, no se ha acercado a mis labios, aun, pero su mirada perdida en mi me hace sentir incómoda y confundida, analizo la situación en mi cabeza, estamos en el suelo mojados, de la ropa... o bueno Colier quien sabe, él esta sobre mi, nuestros rostros muy cerca, si Rexon llega y nos encuentra a sí... ¡Oh no! Eso se vería muy mal, se malinterpretaría, llena de pánico de que nos encontraran en este momento tan extraño, tomo un puño de pasto y tierra, lo froto en la mejilla de Colier muy cerca de su boca. — Oye... regresa a la tierra, pesas mucho… Cuando puse mi mano en su mejilla con el lodo él movió la cabeza y logre poner la mano en buena parte de su boca, se separa de un brinco de mí, comienza a escupir y sacar la lengua, me siento en el pasto y comienzo a reír al verlo de rodillas inclinado frente al aspersor para limpiarse la boca. — ¿Se divierten?.- la voz de Rexon sofoca mis carcajadas y me saca u
Trato de contener las lágrimas, me siento totalmente conmovida, ellos, renunciaron a una parte de su cuerpo, una parte importante, un colmillo lobuno para dármelo, para que se me pudiera hacer esta arma para defenderme de ser necesario. — ¡Esperen!.- digo de manera abrupta, todos se quedan quietos, dejo la cajita y la hermosa daga letal en la barra de cocina, me acerco a Rexon. Él retrocede un poco al verme acercar con total seriedad, pongo mis manos a ambos lados de su rostro, de repente comienzo a levantarle los labios, todos sus dientes están en orden.— ¡¿Me están tomando el pelo!? — ¿Qué? No claro que no.- me dice Rexon en lo que me alejo, pero no le creo, yo recuerdo perfectamente que su abuela que dio sus colmillos para que se me creara el collar no los tenía ya, ahora voy sobre Dan, se pone rígido. — Tu abuela no tenía los colmillos ya... Miro como Kurt arruga la frente, le echo una mirada de "tú eres el siguiente" Dan sonríe ampliamente, todos sus dientes están en su lugar
Colier. ¿Qué tiene una humana de especial para enamorar al príncipe Rexon? El principal detractor de su especie... Una pregunta que más de uno y me atrevo a decir que toda nuestra sociedad se hacía, y de la cual hace poco descubrí la respuesta. Ella es un sol, desde la primera vez que la miré trepada buscando unas galletas ocultas en el refrigerador me pareció una criatura interesante, graciosa y muy bella. Pero su belleza era una de tantas cualidades que hacían a esa humana única... e irresistible. Desde hace tres meses que vivo con ellos, ella es sencilla, trabajadora, amable, linda... maldita sea la lista es infinita, todas las buenas cualidades que existen y se pueden nombrar ella las tiende. No entendía como Dan y Kurt no dejaban de alagarla y admirarla, ahora yo estoy igual. Desde hace 3 días que Rexon no esta en casa con ella y me confió su cuidado, solo esos malditos días me bastaron para que esa mujercita me alborotara las emociones y confundiera mis sentimientos. No quie
Lluvia. Gritos me hacen levantarme de un brinco, son Rexon y Colier en el jardín, mierda... mierda, pienso que seguramente es por lo que paso en el patio esta tarde Rexon debió de vernos, pero ¿por qué no me dijo nada? Pudimos hablarlo primero. Salimos al patio y Colier menciona que como Rexon pudo exponerme de esa forma, no tengo idea de que hablan, pero ambos están muy alterados, me acerco a Rexon para intentar que se tranquilice, pero para mi sorpresa me empuja y caigo en el suelo. Ni siquiera me mira mientras lo fulminó con la mirada, él esta con los ojos puestos en el lobo frente a él. Colier menciona algo de un duelo, de Alfa a Alfa, el ganador se queda con la chica, o sea yo. Rexon me había comentado como se supone que cortejaban hembras, peleando entre ellos, pero esto... quien gane se quedará conmigo. Me pongo de pie, ni siquiera le doy tiempo a Rexon de responder para aceptar o negarse al reto, me pongo frente a él y mi mano se estrella con fuerza en su rostro, se lleva
Colier. Mi mejilla quema, mis pensamientos se encuentran agitados y descontrolados después de tremendo golpe que me pegó Lluvia en el rostro, no puedo decir que fue un golpe doloroso, que me movió la cara del golpe, no, pero el dolor que me dejó en la piel no se comprara con el que crece en mi pecho después de verla llorar tan enojada, después de decir que ella no era un objeto, una cosa, una mercancía que podríamos intercambiar, no pretendía ofenderla en ningún sentido, para una Loba ser disputada en un duelo de Alfas era un honor, pero para ella fue un insulto sin precedentes. Ella me dio la espalda, la mirada de decepción en sus ojos al entrar a la casa me desgarró el corazón, y no fui el único. Una vez que ella desapareciera en el interior y sus pasos se volvieran silenciosos ante mis oídos, la atención se me fue al movimiento brusco de Rexon, pensé que él iba a atacarme, o por lo menos eso esperé, pero lo que mis ojos presenciaron me deja sin palabras. Rexon se deja caer de ro
Lluvia. Me despierto encontrándome con un inusual y extraño silencio en el lugar, la cama es diferente, la textura de la tela de la cobija entre mis manos no es la misma, incluso el aroma del lugar es desconocido. Mis ojos chocan con una pared de un color para nada familiar, es ahí el momento en el que recuerdo que no me encuentro en mi habitación, esta no es mi cama ni estas mis cobijas, estoy en la habitación de Kurt, eso me hace recordar de golpe todo lo que pasó ayer, pongo mala cara de inmediato, pienso en no salir de la habitación en todo el día, no quiero ver a Rexon ni a Colier, pero el rugido salvaje de mi estómago me hace cambiar de opinión, me deshago de la sabana y comienzo a tender la cama, no hay ni rastro de Kurt lo cual es extraño porque no es de despertarse temprano. Salgo de la habitación en busca de un cereal con leche, esos brutos no son razón suficiente para aguantarme el hambre, la cocina esta desierta, la sala también, no escucho ningún sonido, no sé si sentir
Rexon. No me quedan dudas de que lo que hice fue sumamente idiota y soy afortunado de maneras inimaginables porque ricitos me perdonara, jamás había experimentado ese tipo de miedo que sentí al pensar que había cometido un error imperdonable y que ella me dejaría, todo por no saber controlar mis impulsos, por dejar que los celos me dominarán y que la posesividad nublara mi juicio. Para mi suerte ella trató de entenderme, pero aun así eso no borraba completamente mi culpa, tenía que tener mayor control de mis emociones, los celos en especial, aún tenía mucho que trabajar para mejorar en tanto a mi persona. Pero mientras estaba con la incertidumbre y el miedo de que era lo que pasaría, entre mi ansiedad y miedo me la pase comiendo cualquier cosa que encontré en la cocina, y ahora estaba pagando las consecuencias había vomitado dos veces y las náuseas parecían no desaparecer. Aun así todos comenzamos a empacar, era hora de volver a casa. Una vez en el avión procuré dormir, no quería