Narra Jo Ann Estamos de nuevo en casa, tan tranquilos como pocas veces, desde que estamos juntos, es extraño estar tan tranquilos de hecho, en los últimos días hemos estado poco tiempo juntos debido a sus constantes viajes por la gira pero justo ahora es muy reconfortante estar aquí sin el reloj en nuestra contra. Damon cierra la puerta de la entrada a mis espaldas y se tira al sofá de la entrada a mi lado. –Aún tengo hambre – confieso cuando deja caer su pesada musculatura a mi lado. –Haré algo de comer –lo miro incrédula viendo como se levanta para ir a la cocina, espero un momento y después lo sigo, saca un par de cosas de la heladera y las pone sobre la isla, camino para ver un poco más de cerca los alimentos. –No sabía que podías cocinar –me siento para no estorbarle al ver que camina sacando cosas por todos lados. –Aunque no lo creas, Daian no ha estado toda la vida conmigo, además, es una habilidad que casi no presumo, lo hago tan bien que temo me lo pidan cocinar todos lo
Narra Jo Ann Las últimas horas pasan borrosas por mi memoria pero siento a Damon a mi lado todo el tiempo, hasta que tocan a la puerta, todos parecen moverse apresurados a nuestro alrededor y el silencio por fin llega cuando Miguel entra apresurado, me ha hecho todos los análisis correspondientes, sangre, ha tocado mi abdomen repetidas veces, saturación de oxígeno, y todas esas cosas, los murmullos son inevitables hasta que termina de revisar los análisis –Miguel, por favor –le suplicó por respuestas con los nervios destrozados. –Todos pueden respirar tranquilamente, ha sido una falsa alarma, eres madre primeriza Jo Ann, todo está bien, pueden presentarse leves sangrados durante la gestación del bebé, nada de qué preocuparnos, hice todos los análisis y están sanos– siento a Damon a mi lado sacar todo el aire contenido en sus pulmones y como me abraza fuerte después de la noticia Frank y John son los encargados de despedir a Miguel mientras Damon y yo nos consumimos en nuestro pequ
Narra Jo Ann ¿Cómo es que siquiera saben mi nombre? Estas chicas si que hacen bien sus trabajos al odiar a alguien. Querida Jo Ann Muy en el fondo sé que tal vez ésta carta no llegue a tus manos pues seguramente mi hijo ya puso doble seguridad para ti, no nos conocimos en buenos términos y no te digo mi nombre por que lo mas seguro es que no lo has oído nombrar. Soy el padre de Damon, si es que se me puede llamar así, sé bien lo que he hecho, en su mayoría, lo más seguro es que Damon ya te hubiera hablado de nuestro problema hereditario, es una enfermedad demasiado pesada para cargar, llevo demasiado fantasmas ahora, igual que mi hijo. No hemos tenido un buen primer encuentro y la impresión que debes tener de mí, seguramente es pésima sin embargo quiero que sepas que no tengo nada contra ti, simplemente eres el blanco más fácil para acabar con Damon, unos días antes de nuestro encuentro tuve la oportunidad de investigar un poco...debo confesar que tienes ciertos rasgos parecidos a
Narra Jo Ann Respiro hondo y me preparo para dar media vuelta y ver la cara confusa de Damon –¿Y? –pregunta al ver que ninguna de las dos hablamos –Damon, ¿Podemos hablar después sobre ello? –miro a Daian y ella se decide a darnos un poco de espacio lo cual agradezco. –No, me dirás lo que sea que leíste en esas malditas cartas que te puso tan mal –había olvidado completamente ese inconveniente, decido que ya estoy lo suficientemente preocupada con mis padres como para agregarme esto, saco la carta que me mandó su padre de donde la tenía oculta y él la lee en silencio mientras sus músculos se tensan poco a poco, su mandíbula se vuelve visible y me pregunto que tanta presión ejerce sobre ella. –No soy igual que él, Jo Ann, tú y yo somos algo más que una simple pareja, eres más de lo que he tenido con cualquier otra mujer, eres la madre de mis hijos, todas estas ideas retorcidas son falsas, no he formalizado esto porque… –antes de que pueda seguir hablando pongo un dedo sobre sus lab
Narra Jo Ann Apenas abro los ojos me encuentro confundida, sin nisiquiera saber la noción del tiempo, me acurruco un poco más en la cama, tengo frío, trato de buscar algo con que cubrirme del clima de la majestuosa ciudad pero no hay nada cerca, termino por rendirme y al final me encuentro tan despierta que decido levantarme del suave lugar, salgo del gigantesco cuarto de hotel que parece ser mayormente un departamento de una planta, cuando me encuentro a Daian saliendo de su habitación también, el pasillo está iluminado por la luz artificial pero noto por las ventanas que la ciudad parece estar de noche. -Veo que ya has despertado, he caído rendida en cuanto he tocado esa espléndida cama, París tiene cosas mágicas y ni siquiera he salido del hotel, en fin, el viaje fue largo y nos cansó a todos, terminamos durmiendo antes de tiempo - -¿Qué hora es en esta ciudad? -mi cuerpo se siente como si necesitara empezar el día justo ahora -Aquí casi es medianoche pero con nuestro horario a
Narra Jo Ann-Ella ha dicho que sí, lo vez trofeo, no tenían que llorar, ahora hay que festejar hasta embriagarnos, excepto tú, Jo Ann, tú estás embarazada- grita Frank tomando un par de botellas.-Tomaré jugo de uva para brindar- ellos rellenan las copas y nos juntamos en un pequeño círculo, Damon mantiene sus manos en mi cintura y besa mi mejilla repetidamente.-Brindemos por una vida juntos - susurra Damon en mi oído chocando nuestras copas.-Y bueno ya que estamos planeando la boda del año… creo que es momento de decirles algo a todos juntos- menciona el entrenador tomando a Daian por la cintura provocando una sonrisa de ternura en mi rostro.-Daian y yo, tenemos una relación- dice de forma apenada, es la primera vez que veo al hombre mayor sonrojarse desde que lo conozco.- Nosotros, ¿quienes?- preguntan los chicos sin poderlo creerlo mientras beben su segunda copa.-Daian y el entrenador, par de idiotas -los chicos quedan anonadados cuando Damon dice eso, lo miro por un momento,
Narra Jo Ann Respiro hondo una vez dentro del elevador y presiono el botón, antes de salir me he cambiado por un atuendo más adecuado a las frías temperaturas de aquí, camino con mis manos entre los bolsillos hasta llegar a la recepción pero antes de poder hacerlo veo a John junto a tres hombres trajeados platicando, me escondo tras una pared evitando ser vista por cualquiera y busco una salida, lo único que encuentro son los baños pero quedan demasiado lejos, me verán, una pareja se sienta en unos sillones cerca de mí, la señora trae un bultoso sombrero a juego con sus lentes y una bufanda demasiado grande, camino hasta ellos con sigilo y me siento a su lado discretamente, sin levantar demasiado mi rostro. - Necesito su sombrero, gafas y la bufanda- hablo en un susurro. Dios me siento como en una película de espías...y debe ser la adrenalina porque, me encanta. -¿Qué? -preguntan ellos desconcertados mirándome con cara de sospecha. - Vamos, ¡pagaré por ellos! es una emergencia - le
Narra Jo Ann- Y entonces, ¿Para qué quieres retenerme aquí, cuál es tu "malvado" y patético plan?- ¿Mi malvado plan? Bueno pues ya que no saldrás de aquí supongo que puedo contarte mis secretos- me dice centrándonos en la que parece la sala del lugar sobre un sillón amplio, veo a un hombre acercarse hasta nosotros, trago saliva al verlo mejor, parece alguna clase de peleador retirado y tiene una gran cicatriz en el rostro, pero en vez de acercarse a mi, solo rellena la copa del hombre mayor frente a mi- ¿Y bien? lo animo fingiendo valor- cuando da un sorbo a su bebida- Yo era un hombre joven en el pasado, tan famoso como lo es ahora Damon, chicas, contratos, dinero y placer a donde iba, soy realmente bueno en lo que hago, el tiempo fue pasando y yo con él, me volví viejo para el juego como muchos dicen, pensar que alguien más grande puede vencer a alguien joven no es convincente, el boxeo de antes cambió a lo que es ahora, niños bonitos y musculosos peleando como niñas.. Todos lle