Narra Jo Ann Respiro hondo una vez dentro del elevador y presiono el botón, antes de salir me he cambiado por un atuendo más adecuado a las frías temperaturas de aquí, camino con mis manos entre los bolsillos hasta llegar a la recepción pero antes de poder hacerlo veo a John junto a tres hombres trajeados platicando, me escondo tras una pared evitando ser vista por cualquiera y busco una salida, lo único que encuentro son los baños pero quedan demasiado lejos, me verán, una pareja se sienta en unos sillones cerca de mí, la señora trae un bultoso sombrero a juego con sus lentes y una bufanda demasiado grande, camino hasta ellos con sigilo y me siento a su lado discretamente, sin levantar demasiado mi rostro. - Necesito su sombrero, gafas y la bufanda- hablo en un susurro. Dios me siento como en una película de espías...y debe ser la adrenalina porque, me encanta. -¿Qué? -preguntan ellos desconcertados mirándome con cara de sospecha. - Vamos, ¡pagaré por ellos! es una emergencia - le
Narra Jo Ann- Y entonces, ¿Para qué quieres retenerme aquí, cuál es tu "malvado" y patético plan?- ¿Mi malvado plan? Bueno pues ya que no saldrás de aquí supongo que puedo contarte mis secretos- me dice centrándonos en la que parece la sala del lugar sobre un sillón amplio, veo a un hombre acercarse hasta nosotros, trago saliva al verlo mejor, parece alguna clase de peleador retirado y tiene una gran cicatriz en el rostro, pero en vez de acercarse a mi, solo rellena la copa del hombre mayor frente a mi- ¿Y bien? lo animo fingiendo valor- cuando da un sorbo a su bebida- Yo era un hombre joven en el pasado, tan famoso como lo es ahora Damon, chicas, contratos, dinero y placer a donde iba, soy realmente bueno en lo que hago, el tiempo fue pasando y yo con él, me volví viejo para el juego como muchos dicen, pensar que alguien más grande puede vencer a alguien joven no es convincente, el boxeo de antes cambió a lo que es ahora, niños bonitos y musculosos peleando como niñas.. Todos lle
Narra Jo Ann- Damon- grito en un susurro para que los guardaespaldas que están afuera no escuchen, trago las lágrimas que amenazan con salir de mis ojos y me concentro.- ¿Jo Ann? Maldita sea ¿dónde estás?- pregunta con desespero, oigo algunas voces lejanas pero no hago caso, debo concentrarme en lo importante.-Damon, tienes que escucharme, tengo muy poco tiempo...No pierdas esa pelea, gana el campeonato, tienes que hacerlo, has luchado toda tu vida por este momento- evito soltar lágrimas o dejar escapar cualquier sonido que indique que esto me duele en el alma.-No, de ninguna jodida manera haré eso, te traeré de vuelta, estaremos en casa pronto, no me importa el jodido trofeo...te necesito a ti- niego con la cabeza aun cuando soy consciente que no puede verme, su necedad es casi igual a la mía.-Por favor, Damon...piensa en tú futuro, en tú felicidad, no has trabajado todo este tiempo para nada, este es tu sueño, has trabajado tanto para llegar a esto...no lo eches a la basura por
Narra Jo Ann-Están bien, te duele algo, ¿algún malestar?- pregunta Damon apurado tocando mi vientre, río levemente, estamos sentados en un pequeño sofá de su camerino y mis pequeños se mueven demasiado, Damon aún sigue vestido con su ropa de boxeo aunque se ha puesto su bata encima.-No, nada de eso, creo que solo están emocionados de escuchar tu voz- le calmo recargando mi cabeza en su cuello-Sólo promete que me dirás cualquier cosa por mínima que sea- asiento cerrando los ojos, los latidos de su corazón me relajan más que cualquier melodía.-De todas formas ¿qué se supone que haríamos? tendrían que esperar hasta estar con el Doctor Miguel, después de todo él es el especialista que me atenderá- si llegara a tener algún problema tendríamos que viajar fuera de París- Bueno, Miguel es tu doctor y un buen amigo, sus consejos me han sido muy útiles, además aunque no lo haya dicho al principio él ya me conocía, es algo así como mi fan...le he invitado a él y a su hija a venir a París -
Narra Jo Ann Veo en mis pantalones y hay un charco en ellos, mis padres tienen una reacción de sorpresa y algo de alegría por ver nacer a sus nietos pero Damon y yo no. - Aún no es tiempo- le digo a Damon más que asustada en un susurro mientras me aferro a sus manos. - John, llama al doctor Miguel y dile que llevaremos a Jo Ann al hospital principal, ahora- sus hombres llegan hasta nosotros y nos rodean, Damon me carga en sus brazos, es el único que pone una mano sobre mi y salimos con mis preocupados padres detrás. - Algo anda mal- le digo a Damon sollozando cuando estamos dentro del auto conducido por uno de los guardaespaldas, ni siquiera se donde están mis padres una vez que nos subimos al auto y los dejamos atrás. Damon pone mi cabeza en sus piernas y peina mi cabello para tratar de tranquilizarme. - Estarán bien, todo saldrá bien, ya pasamos lo más difícil, te necesito conmigo ahora- busca mi mano y la aprieto fuertemente. - Si...si necesitan decidir- le digo tomando valor
Narra Damon Veo como Jo Ann cierra los ojos y le grito al conductor para que se apresure a llegar, la impotemcia de apodera de mi, tengo lo más delicado de la mi vida fluyendo hacia la muerte, no puedo haer nada, quiero simplemente dejarme abordar por los sentimientos, quieroponerme negro y evitar sentir todo esto, perome digo a mi mismo que soy más fuerte que esto y tomo la mano fría de JoAnn entre le mía, necesito sentirla para quedarme con ella, necesito ser fuerte por ellos ahora, aún y cuando todo en mi ser solo me pida drenar todo sentimiento abrumador. Cargo a Jo Ann en mis brazos, cuando el carro para y las luces de hospital inundan mi campo de visión, miro el rostro de Jo Ann iluminado por las luces, está pálida, sus mejillas han perdido el tono rosado, intento decirle algunas palabras con la esperanza que responda algo, que me de la más mínima indicación de que aún puede escucharme pero está inconsciente, entramos por las puertas del hospital con su familia y mis guardaespa
Narra Jo Ann -Es tu turno- murmuro contra la almohada al oír los llantos de mis mellizos, ni siquiera abro los ojos solo golpeo apenas la fuerte musculatura de Damon para comprobar si también los ha escuchado o son de nuevo un constante canto en mi mente como los primeros días. - No, es el tuyo- me reclama del mismo modo, ambos estamos devastados, los bebés han puesto patas hacia arriba la casa desde su llegada, en las primeras semanas hemos resistido, no podíamos despegarnos de los bebés, casi mudamos nuestra cama a su habitación para estar más cerca, los buenos momentos cuando ambos nos levantábamos entusiastas para mimar a nuestros hijos han acabado una semana después de no haber dormido nada. - Fue el mío hace dos turnos- me escondo entre las cobijas y doy la charla por terminada, mi encantador esposo gruñe pero siento como su peso se levanta de la cama y sonrió internamente volviendo a dormir. - Tendremos que empezar a tomar nota- escucho sus pasos pesados andar y sale de la h
Narra Jo AnnCuando terminó de decirme eso lo miré a los ojos buscando alguna señal para saber si era una broma pero no lo era, asentí levemente y me fuí del estudio sin decirle nada.Subí las escaleras de dos en dos dejando a todos en la sala mientras yo me encerraba en el cuarto.Me cambié de ropa por una deportiva lo más rápido que pude y salí de nuevo hacia la parte baja de la casa, ví como Damon hablaba con los demás en la sala pero decidí ignorarlo, besé la cabeza de mis bebés y tomé una de las llaves colgadas en la pared, salí por la puerta principal y sonreí al ver el carro deportivo de Damon, un regalo de un contrincante que usábamos muy poco, arranqué y sentí el gran motor rugir, ví a todos salir por la puerta asustados por el ruido pero no me detuve, aceleré y salí de ahí.***- Así que tomaste las llaves y simplemente llegaste aquí en este súper carro?!- preguntaron Ví alterada- Sip, las clases de manejo de dos días sirvieron de algo, casi choco dos veces, me salté como d