Narra Jo AnnDespierto sin tener noción del tiempo, una vez más estoy en una habitación blanca, se han vuelto tan típicas en estos días que ya no me sorprende pero de repente recuerdo algo, rápidamente pongo mis manos en mi abdomen para tener alguna señal de que mi pequeño bebé sigue ahí.–Tranquila, los dos están bien –escucho la voz de Damon y lo veo sentado en un rincón de la habitación, camina hasta mí, quiero decirle algo pero no puedo hablar, mi garganta está completamente seca, él se da cuenta de ello y me ofrece un vaso de agua.Apenas mojo mis labios y bebo un pequeño sorbo.–Gracias –murmuro suavemente, él solo asiente sin saber que decir, deja el vaso en su lugar y regresa a su asiento, alejado de mi.–Pensé que te habrías ido ya –me atrevo a decir después de un incómodo silencio jugando con los dedos de mis manos.-–Quise, no tuve, yo no… –suspira nervioso pues no sabe qué decir.–Está bien, yo solo lo imaginé, no es como si te estuviera corriendo o algo así –trato de no c
Narra Jo AnnTomo respiraciones largas mientras veo a Damon parado de brazos cruzados, los dos estamos en un absoluto silencio después de saber que mis padres cruzarán en cualquier momento esa puerta.–¿Damon? –murmuro para que diga algo, el silencio empieza a volverme loca en el hospital–Está bien, Jo Ann, no necesitamos mentir, seamos honestos y que suceda esto lo antes posible ––¡Dios! Eso dices porque no los conoces, ellos son tan... especiales, perfeccionistas, digamos que no soy yo, vámonos, que no sepan de mi paradero, les diremos que se equivocaron y no soy la Jo Ann que buscan –trato de levantarme de la cama pero él me lo impide, a veces odio que tenga mucha más fuerza que yo.–Vamos a estar bien, son tus padres, no pueden ser tan malos –dice como si fuera lo más obvio.–Ese es el problema, ellos… –me paralizo cuando entran por la puerta, mi padre y mi madre con su gran y típico porte.–Hola querida –dicen los dos al mismo tiempo, mi madre se acerca hasta mí mientras que mi
Paso mis manos por mi barriga mientras las lágrimas se escapan de mis ojos, no he querido molestar o hacer menos a Damon en ningún momento, es solo que el hecho de que mis padres se enteren que voy a tener a un bebé a ésta edad y en ésta situación me provoca muchos nervios. –¿Cómo está mi bebé? –le pregunto a la enfermera una vez que termina de checarme, ella sonríe abiertamente y pone el estetoscopio en mi barriga riéndose una vez más. –¿Te duele el estómago? –pregunta sin mirarme, es como si mi bebe le estuviera contando chistes y ella se riera de ello –Si, y siento pequeñas pataditas también –me quejo. –Es porque tu hijo tiene hipo – –¿Qué? –pregunto sorprendida, cómo es eso siquiera posible? –Sucede en algunas ocasiones y es un poco molesto para las madres, no es nada grave se pasará en unos minutos –Asiento aliviada y ella se despide diciendo que volverá luego para otra revisión –¿Puedo tener helado? –le pregunto cual niña pequeña antes de que salga. –¿Antojo? –me pregunta
Miro por la ventana así. Tengo otra cosa que hacer, Damon se ha ido a firmar mis hojas de salida y me ha prohibido mover un sólo músculo hasta que vuelva.–¿Sabes por qué una enfermera me ha dado esto y me ha guiñado el ojo? –pregunta un confundido Damon con un bote de helado en sus manos.–Eso es mío, es parte de mis antojos y sobre el guiño no sé nada –le digo concentrándome en mi bote, lo destapo y gimo solo de verlo, tomo una gran cucharada y la meto a mi boca.–Deja de hacer eso –me ordena Damon con una mirada pervertida.–¿Hacer qué? –le pregunto metiendo mas helado a mi boca sin entender de qué habla–Gemir mientras comes helado...es incómodo –miro debajo de sus pantalones y noto un bulto, abro los ojos sorprendida y me atraganto con el helado.–Baja lo, baja lo, Tony puede venir en cualquier momento –le digo apurada.–Si claro, es tan fácil decirlo, tú lo provocas y no quieres hacerte cargo –me reclama a regañadientes entrando al baño de la habitación.–Espera, no hagas eso aq
Narra Damon Jo Ann ha recibido algo de anestesia para poderle hacer todos los análisis que han solicitado en el hospital para poder dar un diagnóstico certero, la enfermera me ha dicho que espere aquí, justo afuera de la sala, porque al parecer no puedo hacer nada más ahí dentro,solo puedo ver como se llevaba a una Jo Ann dormida en la camilla hacia la parte más profunda del hospital o así se siente para mi.Camino en círculos cuando estoy solo, me siento perdido aquí afuera, sintiendo la impotencia en mí, espero y espero hasta que el tiempo se vuelve más denso, podría golpear a cualquiera que se acercara lo suficiente a mi justo ahora. –Señor –soy llamado por una enfermera y controlo mis impulso –Puede pasar con su esposa al último examen, ella ya ha despertado y está un poco inquieta – no necesita decir nada más, las sigo por los largos pasillos hasta llegar a la zona de análisis, veo a Jo Ann con una cara pálida a través de un vidrio, ella no puede verme, toco el vidrio un par
Ni siquiera me molesto en limpiar las lágrimas que caen por mi rostro, estoy totalmente rota, estoy harta de los hospitales, harta de las malas noticias, quiero que todo a mi alrededor esté bien con Damon, más que nada pero el universo parece querer estar en nuestra contra.–Señorita –salgo de mi trance al escuchar al doctor, su mirada parece demasiado tranquila ante mi desmoronamiento, me irritan las batas blancas por si solas, demasiados recuerdos y justo ahora este hombre no se vuelve mi persona favorita. –Sé que no debe ser fácil, para ninguno de los dos, pero él no merece que lo juzgues, su mundo también se está derrumbando en estos momentos, solo quiere tratar de asimilarlo, parece ser un hombre de gran temperamento y se está conteniendo.–Sentimos el mismo dolor –menciono herida, ambos somos los padres aquí, ambos recibimos la misma noticia, no puede solo alejarse de aquí.–Sienten el mismo sentimiento con diferentes emociones– el hombre mira el pequeño arreglo floral a lado d
3 meses despuésEs de noche, específicamente de madrugada, más específico las 2:00am y yo no puedo dormir, mi realmente grande barriga llena de mellizos me impide ponerme en una posición cómoda para conciliar mi importante sueño, el aire no corre por la habitación, todas las ventanas se encuentran cerradas pero casi puedo sentir que vivo en Alaska, estamos a unos 18 grados y yo estoy casi temblando, odio las hormonas. Es imposible dormir para mí, me pongo una bata y frotó mis manos para tratar de calentarlas, estamos a principios de invierno, los meses han pasado rápidamente y la mayor parte para mi desgracia, en hospitales, me quieren hacer chequeos de rutina constantemente para vigilar a mis bebés, ellos son muy bien portados no nos han dado sustos repentinos, según el doctor todo esta bien y programado para su gran nacimiento, los tratamientos han terminado hace un par de días y solo nos resta esperar su maravillosa llegada y cruzar los dedos, por otra parte Damon no ha dejado de e
Narra Jo Ann.Despierto adormilada y me doy cuenta que no estoy en mi habitación, en vez de eso me encuentro en los brazos de Damon arropada por sus fuertes brazos y una manta abrigadora de la cual no tengo idea su procedencia, la casa está iluminada por el sol entrando por todas partes incluyendo nuestros rostros y me sorprendo cuando ni siquiera eso ha perturbado nuestro sueño.Me muevo lentamente de mi lugar levantándome del sofá sin despertarlo y camino hacia la cocina descalza viendo que Daian ha sido más madrugadora que nosotros.–Hola linda –me saluda mientras cocina algo en la sartén, el rico aroma se filtra por mis fosas nasales y sin poder evitarlo camino para ver qué es pero me desilusionó cuando veo unas simples claras de huevo revueltas nada apetecibles.Por suerte ella no ve mi cara de desagrado, sin decir nada camino a la alacena y saco un gran tazón de chocolate y unas rebanadas de pan para calmar mi desilución.–Eso no es muy sano para los niños –reclama Daian a mis e