Narra Jo Ann Aún tengo los papeles en la mano, con la mente cerrada en mis propios pensamientos, las chicas siguen paseándose por la habitación en silencio cuando el timbre del teléfono en la casa comienza a sonar de nuevo, ni siquiera me levanto cuando Vi ya ha contestado. – Si, ella está aquí... Espera Frank –ella camina hasta mí y me da el teléfono. –Hola Frank, ¿qué pasa? –dejo los papeles de lado y me concentro en la conversación. –Jo Ann, necesitamos que vengas, Damon se ha vuelto repentinamente "negro" y no podemos controlarlo, si le inyectamos un calmante más lo destrozarían en la pelea pero si lo subimos en ese estado a pelear puede matar a su contrincante –su voz suena apurada y escucho voces detras de él, trato de no alterarme demasiados aún y cuando siento una leve opresión en mi vientre y me paro de inmediato. – Tuvimos un desacuerdo antes de que se fuera y no pudimos arreglarlo, no pensé que pudiera ponerse así, ¿Crees que ha sido culpa mía? No quería desencadenar un
Narra Jo Ann Siento que he retrocedido en el tiempo y he viajado al pasado o por lo menos eso pensaría su no tuviera mi pequeño vientre abultado, Frank y John vienen detrás de mí, ayudándome a llegar hasta mi asiento en la primera fila del ring, la pelea inicia con los novatos y ya casi han terminando, las personas aclaman a coro el sobrenombre de Escorpión, el escenario se vuelve oscuro cuando los últimos peleadores bajan de él cuando su pelea termina y como si fuera posible los gritos aumentan en histeria sabiendo lo que viene o Quién viene. Llegamos sin ningún percance a la primera fila y me siento tan nerviosa por él como antes Las luces se apagan por un momento, no logro ver nada y después las luces más pequeñas de colores recorren el lugar hasta que todas se detienen para iluminar en dos esquinas del lugar. Damon sale con su bata y la capucha puesta, alza los puños al aire y la multitud grita satisfecha por su presencia, brinca hasta su lugar en el ring con la energía al t
Narra Jo AnnCuando llegamos a casa, ya es más de media noche, Damon abre las grandes puertas de su mansión y el equipo entra tras nosotros.–¿Pero qué?.. –la pregunta de Damon se queda en el aire con confusión cuando prenden las luces de la sala y ve dos cuerpos recostados en los sillones, sonrió abiertamente hacia él con fingida inocencia. –Son las chicas, vinieron a verme, seguramente se les hizo de noche y se quedaron dormidas –susurro sin despertarlas, mi sonrisa de Gato como en la película de Alicia se extiende por mi rostro, camino hasta ponerme a un lado de ellas mientras todo el equipo me ve con intriga por mis acciones pero no se atreven a decir nada.Agarro un libro que está sobre la mesa, los chicos siguen mis movimientos con la mirada y como si nada azoto el libro contra el suelo haciendo sobresaltar a mis dos amigas del susto.Me retuerzo de la risa ante sus reacciones, ellas se paran de un salto y se sonrojan al ver que todo el equipo las está viendo.– ¡Carajo Jo Ann!
Narra Jo Ann Abro mis ojos tratando de acostumbrarme a la oscuridad, el sol nisiquiera ha salido aún, deben ser como las dos de la madrugada cuando unos quejidos en la habitación me han despertado mucho antes del amanecer, busco de dónde es que provienen pero no logro ver nada, levanto mi cuerpo de la cama sintiendo el frío del suelo y me detengo cuando veo a Damon moviéndose de una manera brusca sobre el sofá. Me hinco para quedar frente a frente –¿Tuviste una pesadilla? –le preguntó al ver sus ojos abiertos. –No es eso, no te preocupes, vuelve a dormir –mi ceño se frunce cuando lo veo tocarse el hombro y hacer algunas muecas de incomodidad. –El dolor sigue ahí, ¿cierto? –no necesito que me responda pero aún así lo hace, hago una mueca –Vamos ve a la cama, estarás mucho más cómodo– –No dejaré que duermas en ésta cosa –gruñe mientras se levanta del incómodo sillón. –Creí haberte escuchado decir que era lo suficientemente grande – lo veo un poco dudoso así que siento mi cuerpo en
Narra Jo AnnEstoy desesperada por salir de mi habitación, las máquinas que me ha indicado el doctor han empezado ha hacer su labor, he tenido que conectar pequeños cables sobre mi pecho para monitorear todo, durante toda la mañana solo he escuchado pequeños pitidos que taladran mi cabeza sin poder moverme de está habitación, las chicas han venido poco después de la salida de Damon, se han encargado de monitorear todo y comprobar que haya desayunado correctamente para después avisarme que se irían a trabajar pero volverían a verme en un par de días para comprobar mi estado de salud, las he despedido con un fuerte abrazo y la promesa de esperarlas con gran obsequio por todas las molestias.Desde entonces solo me la he pasado acostada y dormida, perdida en mis propios pensamientos para matar el tiempo .Cuando estoy perdida en mis pensamientos sobre la cama recuerdo los documentos sobre mi propuesta de trabajo soñado, los cuales mantengo en el escritorio a mi lado desde que mi amiga me
Narra Jo AnnDaian maneja la camioneta a una velocidad considerable, después de hacerla razonar por un rato ha aceptado que fuera por Damon yo misma con la única condición de su compañía.Me desespero cada vez que un semáforo enciende su luz roja, esto es tiempo perdido, tiempo que ya no tenemos, no he querido hablarle a los chicos por miedo a que me impidan verlo o me hagan retroceder de alguna forma. Ni Daian ni yo hemos ido a aquel lugar de mala muerte pero algo me ha iluminado y he restregado el teléfono de John para saber su ubicación.–En la calle de enfrente a la derecha y de ahí a la izquierda –le digo a Daian con la mirada en su teléfono ya que yo aún no tengo, maldita sea la hora en que lo tiré en media carretera–Dios, éstas calles se ven muy vacías Jo Ann, debemos de tener cuidado, esto me da muy mala espina –no digo nada con respecto a su último comentario, no quiero decirle que yo tengo el mismo presentimiento, no quiero abrumar más.–Solo necesito encontrarlo y nos irem
Narra Jo Ann Trago saliva en seco cuando nos detenemos, mi raptor respira cerca de mi cuello de una manera agitada, eso provoca un repentino escalofrío en mi cuerpo y por un acto de reflejo intento apartarme pero cuando él lo nota y me aprieta aún más contra su agarre. –Ahora, solo esperemos –me dice de manera brusca mientras nos ocultamos en las sombras –Ella no tiene nada que ver en esto, sueltala –escuchar su voz me hace querer correr hasta él, pero la mano con el cuchillo sobre mi vientre me recuerda que no puedo ser tan imprudente. –No, no, no, tú no estás en condiciones para pedir nada –la voz de aquel hombre me hace querer vomitar, es tan opaca y lúgubre. –Ella se va, yo me quedo, eso es lo que quieres, a mi –quiero decirle a Damon que no haga eso, que no me iré y lo dejaré aquí solo con ese maniático pero me conoce tan bien que con su mirada me dice que haga todo lo que diga. –¿Sabes? Hoy es mi día de suerte, no imaginé encontrarlos aquí, a ninguno de los dos, iba a tomar
Narra Damon La veo alejarse por el largo pasillo junto a las enfermeras después de cruzar nuestras miradas. Suspiro frustrado queriendo golpear algo pero trato de reprimirme a mi mismo. Me acomodo en uno de los asientos de espera con mi cabeza hacia atrás, pienso en lo que ha sucedido en las últimas horas... todo ha pasado tan rápido que no me ha dado tiempo de asimilarlo. No me puedo arrepentir ahora, he hecho lo que tanto temía. –Cariño –escuchó a Daian murmurar, ella llega hasta mí y me reconforta con un fuerte abrazo. –¿Qué pasó? –me pregunta mientras me recupero. –Mi padre nos encontró... Él me quería a mí, quería herirme pero la que terminó herida fue Jo Ann, ella dijo que no era nada pero sangraba demasiado. –dije con los nervios de punta –Dios, querido, trata de tranquilizante, ella estará bien y saldremos pronto de este lugar, lo bueno es que ya están juntos de nuevo –reí sin gracia ante sus palabras y negué con la cabeza lentamente. –Yo...yo la dejé, la dejé de nuevo