He terminado con las últimas clases, miro el reloj colgado en la pared y me doy cuenta de la hora, 3:30, justo a tiempo.Recojo todas mis cosas dentro de mi bolso, guardo los utensilios que hemos ocupado hoy en el armario y camino hasta el salón donde da clases Nicole para avisarle que no llegaré a comer esta tarde con ellas.–¿Puedo pasar? –he tocado la puerta, ella me mira con una sonrisa y hace un ademán para que siga.–Tengo un antojo de comida china, ¿qué te parece eso para la comida? –hago una mueca y luego niego levemente.–Temo que no podré ir, saldré a comer con alguien pero podemos hacerlo mañana– ella me mira con intriga–¡¿Una cita?! ¿Con quien?- pregunta entusiasmada incluso más de lo que debería.–No es nada especial, Harry ha insistido mucho en estos días y...––¿Harry? ¿El buenísimo profesor elegante? –asiento desinteresada pensando si lo estará confundiendo, tiene un poco de elegancia y una cara bonita pero no es para tanto. Ninguno me parece suficiente después de él.
Despierto aturdida y desorientada en un cuarto que no reconozco, las paredes tienen un color azul oscuro hasta donde alcanzo a ver y la habitación solo es iluminada por un ventanal de cristal de frente, solo la vista me hace darme cuenta que la noche ha caído.Frotó mis ojos y me paro de la cama, tratando de recordar algo. Salgo de la habitación lentamente analizando todo, la estancia parece ser lujosa, muebles de piel estilo primera, televisión de pantalla plana y un penetrante aroma a panqueques por todo el lugar.–Annie –volteo instintivamente cuando me llaman y puedo ver a Harry salir de la cocina, el hombre me mira con una sonrisa y me ayuda a sentarme en el gran sofá de la sala, su vestimenta para ser una camisa para dormir y unos pantalones a juego.–¿Te sientes mejor?– asiento lentamente al ver su cara de preocupación, él solo toma mi mano delicadamente mientras trata de descifrar si mis palabras son ciertas.–Si, mejor aunque no recuerdo mucho, de hecho no recuerdo haber lleg
He llegado al hotel con ayuda de John, continuó viendo las fotos donde aparece mi bella Jo Ann, no sé porque me torturo de ésta forma, el saber que está tan apartada de mi lado me daña, no la puedo proteger, he revisado la cuenta bancaria que abrí para ella y no ha sacado ni un solo centavo de ahí, me preocupaba la forma en la que estaba viviendo pero ahora sé de su trabajo y que vive en su antigua casa, yo no quería eso para ella, definitivamente no pero es tan condenadamente terca que insiste en no tomar el dinero o algo que venga de mi.Voy al mini refrigerador de la habitación y agarro dos botellas medio llenas, sirvo el líquido hasta el tope de un vaso y lo bebo como si de agua se tratase.–Oh cariño –la maternal voz de Daian se filtra por mis oído y trato de no rodar los ojos por el respeto que le tengo.–Hola Daian –murmuro escondiendo las fotos en el sobre.–Hijo, no puedes seguir así, ya cancelaste dos peleas seguidas, una más y te expulsarán de la gran final, no has trabajad
Harry me da una copa mientras el bebe otra, la suya está llena de vino y la mía solo con jugo de uva.–Ahora, ¿me platicaras tu historia? –pregunta intrigado, recojo mis piernas sentándome en forma de indio y doy un largo suspiro.–No hace mucho que acabé la carrera como masajista profesional, no estaba buscando un trabajo ni nada por el estilo. Él me encontró en una pelea, se obsesionó conmigo al grado de contratarme en su equipo aún sin tener la más mínima experiencia en su campo.Me enamoré perdidamente de él, llamaba la atención de cada chica al lugar a donde íbamos, él me hacía sentir...especial, creí que lo era –un nudo se forma en mi garganta y me doy cuenta de lo mucho que duele recordar.–No te lastimes más, te llevaré a tu casa para que descanses un poco y podrás contarme cuando estés lista –Asiento agradecida y dejo el vaso medio lleno sobre la mesa.Recojo mis cosas y caminamos juntos hasta la puerta saliendo hasta su auto.El camino se vuelve silencioso, él no dice nada y
Narra Escorpión Camino rápidamente por los pasillos del hotel, todo el equipo sale tras de mí apurado, John les da su boleto de avión y ellos lo aceptan con cara de duda. –¿Iremos a buscarla? – Daian es la primera en hablar para preguntar, ni siquiera tiene que mencionar su nombre, todos saben que ella es la única que haría esta clase de locuras. –No solo a buscarla, la traeré de vuelta –demando mientras seguimos caminando. –Ya hemos cambiado la pelea, me costó un par de favores más un fajo de billetes malgastados pero aceptaron –informa el entrenador antes de entrar a las camionetas. –Eso era todo lo que me interesaba –murmuro azotando mi puerta, suspiro cuando estoy dentro recargando mi cabeza en el respaldo, solo puedo rogarle a Dios que me ayude a no perderla...a no perderlos. *** Estamos en el aeropuertos con toda la gente apurada por tomar sus vuelos, odio no poder ocupar mi jet privado, incluso esto era mejor con ella a mi lado. –Las maletas están pasando la revisión pod
Narra EscorpiónNo dejo de mirar la pantalla de mi teléfono, he logrado rastrear a Jo Ann, está a dos carros delante de nosotros en una calle demasiado transitada, ya se han dado cuenta de nuestra presencia, saben que vamos por ellos y aunque hacen lo posible por perdernos no lo logran.–Pero que mierda? –murmuro al ver desaparecer el punto que se supone es Jo Ann en el mapa de mi teléfono, los cerebritos en tecnología han logrado incrustar una aplicación a distancia para seguirle el rastro o algo así pero ahora ha desaparecido, pero ni siquiera eso logrará detenerme, también logré que conectaran uno a cada teléfono de su círculo cercano, incluyendo al maestro de cuarta, se que estaban juntos así que ahora lo rastreo a él.–Acelera, ahora –gruño de manera amenazante al chofer, él asiente concentrado mientras le ordeno las calles que debe seguir.–Hacia la derecha y después a… –el punto que rastrea al maestro desaparece igual de repentinamente que el de Jo Ann, ahora sí los hemos perdi
Narra Jo Ann Nadie hace ningún movimiento, mis ojos no se apartan de él en ningún momento, trato de regular mi respiración mientras sigo sosteniendo la herramienta pesada en una de mis manos. –Largo –es todo lo que dice Escorpión con voz firme sin despegar su mirada de mí, expulso el aire de mis pulmones y veo a Harry ser soltado por aquellos matones, trato de caminar hasta él pero la firme musculatura de Escorpión se pone en medio para impedirlo. –Ellos se encargarán –menciona en un tono hostil, pero poco me importa ahora, lo miro por un momento y después sigo mi camino, Harry está tirado en la alfombra mientras trata de recuperar el aire perdido con una fina línea de sangre sobre su labio inferior. –¿Estás bien? –pregunto mientras lo ayudo a pararse, él asiente con un movimiento de cabeza y caminamos hasta la salida mientras se apoya sobre mi para no caer, pero antes de poder salir por completo Escorpión sujeta mi mano deteniéndonos a ambos. –He dicho que ellos se encargan –veo
Tomo la bolsa con ropa que me había dado Vi y camino a paso lento hasta el baño, estoy débil, demasiado, mis piernas tiemblan con tan solo tratar de sostenerse en pie, pero mi deseo por salir de este horrible lugar es mayor. Me cambio despacio y doy gracias a Vi por traer una blusa suya un poco suelta pues una más pegada no me hubiera entrado, el abdomen apenas se me ve abultado pero la ropa de Vi es minúscula por sí sola. Salgo con algunas marcas de las agujas en mis brazos y veo a Vi entrar con una sonrisa y una silla de ruedas entre sus manos. –Conseguí la silla y el número telefónico de un guapo enfermero –exclama con una radiante sonrisa alzando un pequeño papel blanco. –Al menos alguien puede sacar algo bueno de todo esto –me alegro mientras me ayuda a sentarme en la silla, suspiro cuando estoy sentada y pongo la mano en mi vientre, cierro un poco los ojos por el cansancio mientras siento cómo nos movemos por el lugar, hasta que oigo a Vi murmurar una cancionsita de espías.