Él ha dejado las cartas sobre la mesa, tal vez algunas a medias, pero lo ha hecho es un hombre millonario, atractivo, joven, porqué quisiera estar en una relación con una sola chica cuando puede tener a quien él quiera, incluso estando con más de una a la vez.
Creo que, con todo esto, el alcohol a desaparecido de mi sistema, camino lentamente hasta el baño para mirar mi atuendo, mi cabello está todo revuelto y mi maquillaje corrido, suspiro con pesar sabiendo que nunca me imaginé en ésta posición, pensando en cuanto tiempo me he negado a creer que mis amigas pudieran llorar por un hombre y ahora yo lo hago.
Recuerdo que no les he hablado a las chicas, quiero desahogarme con alguien en éste momento, marco su número desde el teléfono de la habitación y al segundo timbre oigo la voz de Vi.
—¿Hola? —su voz
He pasado una noche muy distinta a la que pensaba, Escorpión y yo hemos estado en una sola habitación platicando de cosas sin sentido, acostados sobre la cama y con sus manos abrazando mi cintura, no puedo pensar en un lugar mejor. —Ya ha amanecido y no hemos dormido nada, tal vez estén preocupados por nosotros— digo mientras noto los primeros rayos de luz iluminar la habitación. —¿Crees que se han despertado a ésta hora después de tener una fiesta toda la noche? Seguramente se encerrarán en una habitación sin luz hasta que llegue Daian a regañarlos y obligarlos a limpiar todo— él planta un beso suave en mi cien y envuelve sus brazos con más presión sobre mí, como aferrándose a la idea de quedarnos aquí por más tiempo, sin saber nada de nadie. —Aun así, tenemos que irnos, el vuelo sale en la noche y no he empacad
¿Acaso he escuchado bien? ¿Él me ha llamado su novia? Le he dicho que no necesitaba un término que definiera nuestra relación y él lo ha hecho, nos ha nombrado como novios. Sonrió de la manera más amable que puedo y el nerviosismo entra en mi sistema, este hombre parece formar parte especial en la vida de Escorpión, prácticamente nuestra primera impresión y no estaba preparada para nada. —Bueno ya era hora de que éste hombre tuviera algo bueno en su vida y qué mejor que una dulzura como tú— me guiña un ojo de forma divertida. —Bien, creo que ya la has sonrojado lo suficiente, ya te he dejado tu dinero y ahora me voy— Escorpión trata de llevarnos lejos, pero él se lo impide. —¿Sabes? eso es lo que normalmente le dices a la p**a cuando has terminado de follartela, tú e
Hemos llegado al hotel después de un largo e incómodo camino, los dos bajamos del auto sin decir alguna palabra, pero me sorprendo cuando la palma de su mano envuelve la mía antes de entrar en el elevador y sé que es su forma de decir que todo está bien. Las puertas se abren en el último piso dejándonos ver basura por todo el pasillo, vasos de plástico regados, botellas de vidrio por todo el lugar y ropa de todo tipo sobre el suelo, con desagrado trato de pisar donde no hay nada de aquellas cosas para llegar a la puerta de mi habitación. —¿Aún tienes hambre? —le escucho preguntar cuando estoy abriendo la puerta, miro hacia atrás donde él se ha quedado cerca pero no demasiado, como poniendo una fina barrera de separación entre ambos. —Bueno ya que no completé mi desayuno, si un poco —él deja escapar una pequ
Me encuentro corriendo por los pasillos del hotel, he estado empacando todas mis cosas y no se me ha ocurrido mirar la hora en todo el día y ahora, se me ha hecho tarde para el entrenamiento de Escorpión, estoy vestida con ropa deportiva y una coleta alta como mi peinado, el elevador no tarda tanto y doy gracias a Dios por eso, abro las puertas del gimnasio un tanto agitada y miro como el entrenador, Frank y John llevan lentes oscuros para hacer menos notorios sus ojos rojos por su desvelada la noche anterior.—Siento el retraso- me disculpo saludando a los tres mientras veo como Escorpión corre a una velocidad increíble sobre la caminadora.—Está bien niña, aún no terminamos y por favor solo mantén tu tono de voz al mínimo —asiento mientras lo veo masajear su cien. Voy hacia
Empaco las pocas cosas que me han faltado con pesadez, el vuelo sale dentro de una hora y mi furia solo se incrementa al pensar en Escorpión, él quiere que sea una empleada obediente, ¡pues bien, que así sea!Dejo mi maleta ya hecha sobre la entrada de la habitación y justo en ese momento recuerdo que me falta despedirme de una persona, dejo todo listo y ordenado en mi habitación, incluso cuando sé que no debe ni siquiera que tender la cama cuando es un hotel y hay servicio para ello prefiero hacerlo por mi misma. Con todo hecho salgo rumbo hacia el bar del hotel.—Un vaso con agua por favor —El pequeño bar parece empezar a llenarse no han dado ni las ocho de la noche, y ya hay mesas con copas y tragos llenos, busco entre los trabajadores a uno en especial, veo el perfecto atuendo de Adam sobres
Una arena más, otra ciudad, otro hotel y una nueva pelea.Las ganas de Escorpión se notan por todas partes, en cuanto hemos llegado a la nueva habitación de hotel todos pensamos en descansar y desempacar pero precipitadamente, Escorpión dirigió al grupo hacia el gimnasio, no lo niego, todos tenemos una cara de frustración y cansancio pero en cambio él, no deja de saltar con un ritmo inhumano sobre una cuerda, parece todo un experto aun y cuando no lo había visto hacerlo antes.—Mi cabeza me está matando —murmura John cayendo estrepitosamente en una colchoneta para gimnastas.—Esto debe de ser alguna clase de castigo por parte de él, míralo tan fresco saltando como una dulce niña —me río an
Estoy aterrada, ni siquiera puedo expulsar el aire contenido en mis pulmones, sus fosas nasales están totalmente abiertas y aún así respira por la boca, estoy totalmente paralizada, mis músculos están tan tensos que se niegan a responder a las órdenes de mi cerebro.Estoy aterrada, ni siquiera puedo expulsar el aire contenido en mis pulmones, sus fosas nasales están totalmente abiertas y aún así respira por la boca.—Necesitas controlarte — es lo primero que sale de mi boca, una burlona carcajada se escapa de sus labios y eso me da aún más miedo, el vehículo sigue su curso y me pregunto si el chofer se da cuenta de lo que pasa por aquí atrás.—Dime la verdad —demanda con voz ronca, la
Camino por la ciudad hasta encontrar una pequeña tienda de disfraces en medio de la ciudad. Al caminar se me ha ocurrido una idea, ese hombre testarudo no puede simplemente encerrarse en su burbuja, este es uno de los malos ratos que tenemos que enfrentar, no voy a dejarlo solo justo ahora. —Señorita, ¿puedo ayudarla en algo?— una señora de mayor edad pregunta cuando me ve mirar los anaqueles desde afuera. —De hecho, sí, le haré una pequeña sorpresa a mi novio pero no me tiene que reconocer, necesito un buen disfraz que me ayude con eso—trato de parecer relajada, ella me mira con una sonrisa traviesa y me hace seguir hasta adentro del local, la veo buscar entre toda la tienda y sacar un par de prendas de distintos estantes, las analiza un poco antes de mirarme y después sonríe abiertamente para tenderme las bolsa