Estoy aterrada, ni siquiera puedo expulsar el aire contenido en mis pulmones, sus fosas nasales están totalmente abiertas y aún así respira por la boca, estoy totalmente paralizada, mis músculos están tan tensos que se niegan a responder a las órdenes de mi cerebro.
Estoy aterrada, ni siquiera puedo expulsar el aire contenido en mis pulmones, sus fosas nasales están totalmente abiertas y aún así respira por la boca.
—Necesitas controlarte — es lo primero que sale de mi boca, una burlona carcajada se escapa de sus labios y eso me da aún más miedo, el vehículo sigue su curso y me pregunto si el chofer se da cuenta de lo que pasa por aquí atrás.
—Dime la verdad —demanda con voz ronca, la
Camino por la ciudad hasta encontrar una pequeña tienda de disfraces en medio de la ciudad. Al caminar se me ha ocurrido una idea, ese hombre testarudo no puede simplemente encerrarse en su burbuja, este es uno de los malos ratos que tenemos que enfrentar, no voy a dejarlo solo justo ahora. —Señorita, ¿puedo ayudarla en algo?— una señora de mayor edad pregunta cuando me ve mirar los anaqueles desde afuera. —De hecho, sí, le haré una pequeña sorpresa a mi novio pero no me tiene que reconocer, necesito un buen disfraz que me ayude con eso—trato de parecer relajada, ella me mira con una sonrisa traviesa y me hace seguir hasta adentro del local, la veo buscar entre toda la tienda y sacar un par de prendas de distintos estantes, las analiza un poco antes de mirarme y después sonríe abiertamente para tenderme las bolsa
Lo primero en lo que se centran mis ojos es en el bulto hecho por sábanas sobre la desordenada cama pero sé que él no está ahí, el bulto es demasiado pequeño para mantenerlo dentro, escucho la cadena del retrete ser jalada y siento como he dejado de respirar, el picaporte de la puerta se mueve y en un segundo la puerta es abierta, nuestros ojos se conectan por un breve segundo pero solo eso me basta para saber que ya ha vuelto en sí. —Hola —saludo torpemente sin moverme de mi lugar. —¿Cómo has entrado aquí? —suena enojado y confundido, trato de decir algo pero entre todas las reacciones que pasaron por mi mente está es la última que esperaba. —He engañado a la seguridad, quería hablar contigo y—me encojo de hombros con una media sonrisa para tratar de ocultar mi nerviosismo pero él no cambia ese semblante de enoj
Después de varias distracciones Escorpión y yo estamos finalmente listos para salir de la habitación .—No le diremos nada a el equipo, ¿cierto?— le pregunto temerosa—Creo que son lo bastante inteligentes para darse cuenta por sí mismos de nuestra relación —hago una mueca de disgusto pues no quiero tratos especiales o miradas incómodas por el resto de la gira.—Tienes razón —confieso mientras me toma de la mano y salimos de el cuarto, el guardia se sorprende al vernos salir de la habitación pero su mirada se queda fija en mí, ¡ha descubierto quien soy sin mi disfraz!—OH! Señor, yo.. yo no sabía, ella —el pobre hombre tartamudea excus
Narrador omnisciente Los pasos del joven hombre se escuchan por todo el solitario pasillo, sus manos están hechas puños mientras trata de seguir su camino hacia delante, el nudo en la garganta le permite apenas respirar y justo cuando cree que la incomodidad no puede llegar más alto alcanza a ver la silueta del hombre mayor, está de espaldas sentado frente a una pequeña mesa pero aún así puede reconocerlo. —¿Puedo hablar contigo?— es una pregunta tonta porque no tiene opción, no en este lugar, pero algo hace que muy dentro de él algo vuelva, esa vulnerabilidad lo invade. —Hace mucho que no venías por aquí, ¿acaso no tenias ganas de visitarme? —el tono de voz del hombre mayor se carga de ironía, ambas manos están sobre la mesa y su mirada se pierde frente a él, incluso cuando no mira su rostro sabe que es la única
Narra Damon Después de salir de esa jodida cárcel paro un taxi y me dirijo al centro comercial donde he dejado a Jo Ann , sé que tendrá muchas preguntas por hacerme y me preparo mentalmente para saber contestarlas sin que se asuste por mi escalofriante pasado. El taxi para justo en la entrada, le digo que espere mientras voy a buscarla aunque no tardo demasiado pues la veo sentada en una banca apartada de todas las tiendas con solo una sola bolsa de compras. —Pensé que con dos horas llenarías el taxi de bolsas— le hago saber llamando su atención, una sonrisa aparece en su rostro al verme y la veo negar levemente mientras se para de su lugar y camina a lado mio. —No soy una aficionada de las compras, solo he comprado un regalo para unas amigas —ella busca algo dentro de su bolso mientras
Despierto adormilada en el asiento del avión, no sé en qué momento aterrizamos pero los pasajeros ya han dejado sus asientos vacíos. —Debiste haberme despertado— le reclamo a Escorpión mientras me levanto deprisa. —Te veías demasiado adorable, no he podido hacerlo —nuestras miradas se cruzan y en mi mente me pregunto si esta personalidad está dentro de su persona, muy escondida del boxeador ganador de campeonato mundiales. Caminamos sin ninguna prisa por el aeropuerto para llegar a los taxis hasta que un aroma inunda mis fosas nasales, miro a mi alrededor en busca del olor proveniente, es una pequeña tienda de dulces, en cuanto mis ojos se posan en los coloridos empaques me dan unas ganas de comer todo. —¡Espera! —paramos de caminar y tomo su mano para guiarlo hasta
Sigo moviendo mi pie al ritmo de la música de mis auriculares, Escorpión está entrenando para su pelea en la noche y no hemos vuelto a tocar el tema de sus demonios pasados por más que he insistido. –Hola Jo –los chicos llegan a mi lado con una ropa deportiva y una media sonrisa, quito los audífonos de mis oídos y centro mi atención en ellos. –Qué raro –murmura John con el ceño fruncido visualizando el ring y regresando su mirada a mi consecutivamente. –El ¿Qué? –le pregunto sin importancia. –Trofeo no te está mirando –me encojo de hombros bajando la mirada, me duele que haga las cosas de esta forma pero no quiero que se me note. –Hemos tenido algunos problemas y simplemente ha decidido ignorarme –ellos me miran en silen
Escorpión se ha negado a seguir entrenando este día a pesar de mis súplicas, por otro lado estoy completamente feliz de que se haya quedado a mi lado, el día se ha pasado volando y ahora nos preparamos para salir hacia su pelea. –¿Estas lista? –me pregunta saliendo del baño listo para irse, asiento con la cabeza tomando la mano que me ofrece y salimos juntos de la habitación. John y Frank nos esperan en la salida del hotel listos con los carros para irnos, subimos sin mucha demora y arrancamos hacia la arena. El mismo tráfico provocado por los espectadores hace el viaje más lento y como siempre tenemos que tomar la entrada trasera para pasar desapercibidos. No puedo evitar suspirar cuando estamos apunto de llegar, los viajes a la arena siempre me causan nervios. –Hey