EvelynDoy un paso atrás y sonrío cuando veo concluida mi primera pintura en casi tres años. Pasé mucho tiempo negada a tomar un pincel, me autosaboteaba diciendo que la musa me había abandonado, que jamás volvería a ser la artista que fui, y en eso no me equivoqué, no seré la misma nunca más, soy otra versión de mí misma, como persona y como artista.La experiencia me ha enseñado que vivimos en un cambio constante, que lo que hoy fue, quizás mañana no será. He aprendido a aceptar las cosas como son y no como deseo que sean, claro, que gran parte de lo que nos sucede es consecuencia de nuestras acciones. Hay mucho que escapa de nuestro control, pero también hay mucho que depende de nosotros. Si no hubiera decidido hacer algo para salir adelante, seguiría como estaba, tal vez peor. También aprendí que nadie es autosuficiente, que siempre, siempre, hace falta alguien que te apoye, alguien que te diga “no te rindas”, alguien que te motive a continuar remando aunque sientas que no vas a n
EvelynUna hora más tarde, estoy sentada en un sillón frente a mis hermanos, que ocupan el sofá y me miran expectantes. Saben que les diré algo importante, pero no tienen idea de cuán importante. Se ven un poco asustados, la verdad. Ellos se preocupan por mí más de lo que deberían.—No sé cómo empezar… —Me mojo los labios y trago saliva. Me sudan las manos y mi corazón late con fuerza, estoy tan nerviosa que apenas puedo estar sentada. Siento la urgencia de beber una copa de vino, o tal vez algo más fuerte.—Tómate tu tiempo, Eve —pronuncia Simon en tono tranquilizador.Asiento y espero a estar lo más lista que pueda.—Hace unos meses, cuando Elise fue a verme en mi apartamento, me dijo que no soy hija de Maximilian —revelo de un tirón, de otro modo, no hubiera podido decirlo.—¿¡Qué!? —grita Simon abriendo mucho los ojos.—¡Mierda! —espeta Sebastian a su vez.Los dos están sorprendidos, no esperaba que fuera de otra forma, jamás se me llegó a cruzar por la cabeza que ella me diría al
Evelyn¡Al fin es viernes! Nathan regresa hoy y no puedo estar más feliz. Tuvo que alargar su viaje dos días por un problema que se presentó, pero finalmente regresa. Decir que me ha hecho falta sería un eufemismo. Hemos hablado todos los días por videollamada, pero no es lo mismo que tenerlo junto a mí, olerlo, sentirlo, que me toque, que me bese, que me haga el amor… Extraño despertar en las mañanas con él mirándome embelesado y que me diga: «buenos días, mia bella» y me bese sin importarle mi aliento. Extraño dormirme entre sus brazos y que me susurre: «te quiero, ten dulces sueños conmigo». Extraño gritarle desde el baño que presionó la pasta dental en el lugar incorrecto y él se disculpe. Y puedo seguir mencionando cosas que extraño de él, pero no terminaría nunca.Entro a la galería y saludo a Kerstin, quien me espera con mi dosis de café de cada día, la primera, porque al ritmo que llevo, para poder mantenerme en pie, debo tomar al menos dos más. Terminé mi segunda pintura aye
EvelynPedimos de comer los mejores shawarmas de la ciudad cuando me pica el hambre, me salté el almuerzo y estoy famélica. El repartidor no tarda en llegar y devoramos todo en menos de veinte minutos, no era la única hambrienta. Recojo los recipientes vacíos y los desecho en la basura mientras Nathan me prepara un banana split. Me encanta el helado y él me tiene tan consentida que siempre puedo encontrar en el refrigerador un recipiente con cada uno de mis sabores favoritos: chocolate, fresa y stracciatella. Tampoco faltan las cerezas, el sirope y las chispas de chocolate.—Gracias —pronuncio con una gran sonrisa cuando pone delante de mí el plato con mi postre. Le clavo la cucharilla a la bola de fresa y me llevo la porción a la boca ante su atenta mirada—. Ya, para de mirarme.—No puedo, estoy muy enamorado de ti — modula con una sonrisa sensual. Todavía no supero lo atractivo que es.—Tonto —pongo los ojos en blanco, pero me gusta cuando me dice cosas así.Me guiña un ojo y se ocu
EvelynLloro y sonrío.Un cúmulo de emociones sacude mi interior. Siento tantas cosas a la vez que la cabeza me da vueltas. La sensación es abrumadora.—¿Te arrepientes? —Me pregunta al notar mi cambio de expresión.—No, no. No me arrepiento. Quiero ser tu esposa, me casaría contigo hoy si fuera posible. —Tan pronto lo digo, su angustia se desvanece y una enorme sonrisa le ilumina la cara.—Podemos hacerlo.—No es lo que quise decir —giro los ojos.—Lo sé, bella. —Me atrae hacia él sujetando mis caderas—. Mereces una boda de ensueño, con todo lo que siempre has deseado, te lo debo después de la propuesta menos romántica de la historia.—¿Qué dices? Ha sido una propuesta hermosa —pronuncio con emoción—. Y no necesito una boda de ensueño, con que estés tú y las personas más importantes de nuestra vida es suficiente para mí. Imagino que invitarías a tu hermana, a Collette y a tus amigos.—Siendo honesto, lo único que quiero es que seas mi esposa, el resto es lo de menos.—¿Sabes qué? Tie
Evelyn Me encanta esto porque luego Nathan podrá ver las fotos y yo las suyas y así no nos perderemos nada.En menos de una hora, estoy peinada y maquillada. Adrienne ha hecho un trabajo impecable, me veo muy linda y natural, como quería. Paso al vestidor y me pongo la lencería que compré, un conjunto blanco de encaje con ligueros y medias pantys. De vuelta a la habitación, Keira y Mare me ayudan a colocarme el vestido. Después me coloco los zarcillos y me calzo los pies. Maia lo captura todo moviéndose como un colibrí a mi alrededor. No ha parado de tomar fotos desde que llegó. A mí, al ajuar, a las chicas... Sin duda, Nathan no va a perderse de nada.—¡Te ves hermosísima! —musita Keira mirándome con los ojos brillosos.¡Qué no llore porque lloro yo también! —¡Oh, Eve! Pareces una princesa real. Nathan va a derretirse en el suelo cuando te vea —dice Mare mirándome de arriba abajo.—Quiero verme. —Me acerco al espejo de pie de mi habitación y se me forma un nudo en la garganta. La m
Evelyn Más tarde, luego de retocar mi maquillaje, me paro detrás del lente de Maia y me convierto de nuevo en su modelo. Han creado un precioso set de fotografía con una pared de flores en tonos rosas y blancos. Y añadieron un sofá chaise longue blanco estilo vitange de lo más lindo sobre una alfombra de lujo. Después de un montón de fotos, Maia invita a Nathan a unirse y nos fotografía delante del set en varias poses que nos va sugiriendo. El siguiente escenario es un espacio abierto de la terraza con el atardecer cayendo detrás de nosotros. ¡Amo los atardeceres! Por eso elegí esta hora para casarnos, porque quería un cielo colorido como testigo de nuestro pacto de amor.Una vez que parece tener suficientes tomas de los dos solos, les pide a todos que se acerquen y nos fotografía con cada uno. Y finaliza con una foto grupal en la que salimos riendo, Simon dijo uno de sus chistes y ella no perdió la oportunidad de capturarnos en el acto.Disfruté mucho de la sesión, fue muy linda y d
EvelynUna hora después, Nathan me deja en la galería y se va a trabajar. A las seis celebraremos su cumpleaños en Inspiration en una reunión privada donde habrá otra sorpresa esperándolo. Se va a poner muy contento.La mañana se me va volando en mi taller de pintura, estoy trabajando en una colección que planeo exponer a final de año. A la hora de la comida, voy con Kerstin a un restaurante cercano y regresamos a la galería. Nathan tenía mucho trabajo y no pudo comer conmigo, pasará por mí más tarde con el tiempo justo para ir a casa, cambiarnos y asistir a su fiesta.Estoy en mi oficina atendiendo algunos asuntos de la galería cuando Kerstin entra y me informa que Stella Milano pide hablar conmigo. Su nombre no me suena de nada, le pregunto si la conoce y me responde que no, que es representante de un artista interesado en exponer sus obras aquí. Le pido que la haga entrar y pronto aparece frente a mi puerta una mujer de estatura promedio, esbelta, con una piel blanquísima como la p