Stefan
Mi chica me mira algo aturdida y es que no es para menos, he conseguido burlar la seguridad de su padre y ella no sabe porque…
La miro como me examina cuidadosamente y luego una ansiedad se deja ver en su rostro dejándome algo extrañado.
—¿Estás bien? —pregunto y ella asiente rompiendo el contacto y caminando para el baño. Lleva puesta una pijama de pantalón y una blusa de tirantes. Para el clima que hay afuera debe de estar muerta de frío, aunque la casa cuenta con calefacción. Escucho como se lava los dientes y luego se deja caer en la cama como una niña, haciendo que su cuerpo rebote en el colchón y reacomodándose en la almohada. No espero más y comienzo a deshacerme del traje hasta dejarme en ropa interior. Me adentro en su cama y no me quedo quieto hasta conseguir que su cuerpo se pegue al mío. Aspiro su aroma y la relajación que tanto
VirginiaTodo está listo abajo y ahora solo me dedico a recoger mi oscuro cabello en una cola de caballo para que se pueda lucir más el bonito vestido al cuerpo color beige. Es de seda y se amolda muy bien a mi figura.Me miro en el espejo y me siento muy satisfecha con el reflejo, es extraño, antes no reparaba demasiado en mirarme ahora… desde que Stefan está en mi vida me he sentido mucho más deseada.Esta mañana sus palabras me han asustado bastante. Sin dudas la química que existen entre ambos es muy notoria sin embargo el hecho de que me confiese que siente que está enamorado me ha dejado helada… yo también siento algo cada vez que lo veo y cada vez que se va; no estoy segura de que se trate de amor… ya que este sentimiento para mi es desconocido. Nunca me he enamorado, he sentido atracción por hombres, he sentido deseo sexual pero amor… ese amor que mi madre i
Stefan No he podido ni acercarme a Virginia a explicarle… ese idiota de Robert no la ha dejado ni un minuto y la fiesta está a punto de acabarse. Estoy sentado en una de las mesas más cercanas a donde están ellos. He intervenido sus celulares, sé de lo que han hablado, sé que Virginia se ha involucrado en el proyecto comunitario del idiota y que trabajará en el y con él… me llena de furia y celos ver como le rosa la mano, mirarla sonreír tanto, si ella solo sonreía conmigo… me arrepiento de no haberle hablado de esto antes. Miro como Robert se pone de pie y le toma de la mano. Quiero arrancarle cada dedo que la ha tocado, ella es mía y él va a enterarse de ello. Virginia se ve alcoholizada y no deja de reír. Caminan en dirección a la casa y puedo ver como Robert se despide de Massimiliano con una gran sonrisa. Se adentran a la casa y yo no lo pienso más, me dirijo hacia su habitación. No es necesario mucho esfuerzo para cruzar la casa después de deshabilitar
Virginia Han pasado dos días desde la última vez que vi a Stefan, no he hecho mucho conmigo y la verdad es que tampoco me siento que las ganas de hacerlo. Termino mi desayuno y mi padre habla con mi madre sobre un par de asuntos pendientes. Robert me ha hablado y hemos quedado de vernos este fin de semana para conocer el asilo y las tareas en las que les estaré apoyando. Yo no estoy del todo segura que sea lo mejor, he pensado varias veces en irme a Italia, no quiero estar aquí ni estar cerca de lo que me recuerda a él. Sorprendentemente no he podido sacarlo de mi mente. —¿Virginia? —llama mi padre y yo le miro—. ¿Irás con nosotros a la cena? —¿Cuál? —pregunto sin ganas —La de caridad, será hoy —tomo un suspiro y niego. —La verdad no me siento bien padre, solo quiero descansar —él me mira de mala gana. —Tal vez esté Robert, me has dicho que te ha agradado —asiento —Si, pero quiero estar sola —mi padre hace una mala cara
Virginia—En serio, no lo es —digo sin aliento y él se adentra sin permiso.—¿Qué ha pasado? —pregunta y yo cierro la puerta detrás de él. La verdad es que no tengo ánimos ni fuerzas para discutir.—¿A qué has venido?, creo que fui…—¿Qué ha pasado Virginia?, ¿te han hecho daño? —niego—. ¿Por qué estás llorando?—¿Y eso a ti que te importa? —digo de mal agana y él me mira con esos ojos que han logrado volverme al mundo real.—Más de lo que crees —bufo—Deberías de preocuparte por tu esposa y su difunto bebé…—En un momento hablaremos de ello Virginia, ahora solo quiero que me digas si alguien te hizo daño —lo miro con la vista cansada, con el corazón roto y reconociendo que
StefanHemos degustado un par de filetes, ensalada y un par de postres deliciosos. Ahora tenemos la barriga llena y ambos vemos al frente sin dejar de tocarnos las manos. Me siento mucho más tranquilo ahora, los últimos días han sido horribles para mí.Aun no puedo creer que la tenga en mi regazo, aun no puedo creer que puedo sentirla de nuevo y nada ni nadie va a separarme de ella. Escucho como mi móvil timbra y es Rex.—Diga —contesto y mi hombre más fiel indica que Massimiliano ha salido de su casa en búsqueda de Virginia. Menudo idiota—. Nos iremos a mi casa en una hora más.—Está bien —dice antes de terminar la llamada y miro como Virginia me dirige una mirada de confusión.—¿Qué pasa? —pregunto y ella no deja de mirarme.—Has dicho que iremos a tu casa —asiento—. ¿Por qué?
VirginiaDespierto abrazada al torso de este imponente hombre. Escucho como respira de manera pesada y sé que está perdido en sus sueños, pero no me deja ni moverme un poco. Sé que la noche ha llegado y el reloj anuncian las 3 de las mañana. En reiteradas ocasiones me despierto a esta hora, no es nada nuevo, sobre todo en mis episodios de ansiedad, hoy no me he despertado por ansiedad si no por simplemente comodidad.Aun no logro entender mi obsesión por tener cerca a este hombre, y sobre todo lo bien que se siente. Estoy desnuda en su regazo y pienso que no habría un mejor lugar.Me remuevo un poco hasta liberarme de su agarre para ponerme de pie e ir en búsqueda del baño. Recorro la habitación pero no encuentro una puerta que p
StefanEstoy en un sueño profundo, siento que mi cuerpo realmente ha descansado y siento también el calor del cuerpo de Virginia. Escucho como la vibración de mi celular es insistente así que estiro el brazo y lo tomo de la mesa de noche que tenemos al lado, sin mirar quien es respondo.—Diga —y la voz de Massimiliano me quita el sueño que antes me sumía.—Quiero saber donde está, ya han pasado más de 24 horas y no sé de ella, encargate de esto Stefan —carraspeo y miro como Virginia se remueve en mi regazo.—Si, está bien —alcanzo a decir.—Jenna está inconsolable, solo quiero que l
VirginiaHe tomado una larga ducha, Stefan está recostado en el sofá tecleando en su móvil, tiene el ceño fruncido y una mala cara. Me siento a su lado y me mira con una media sonrisa dibujada en su rostro.—Yo no te compro esa sonrisa —digo y él bufa—Estoy tratando de crear tu desaparición sin que lo sospechen —silbo y subo mis piernas a las suyas.—Es cosa tuya, yo te lo he dicho, puedo hablar con mi padre y decirle que me iré a Italia con su jefe de seguridad.—Si, claro—dice de manera incrédula.—Piensas demasiado las cosas, como si eso pudiera darte