Virginia
Mi padre me tiene tomada de la mano, es extraño, si piensas en retrospectiva, mi padre no era este tipo de padre, ni siquiera cariñoso o amoroso. Mucho tuvo que ver la cuestión que pasó con la ex mujer de Stefan, ahora él expresa más y siento que mi madre ha ayudado bastante en esa maduración, sin duda alguna.
Es casi la medianoche cuando Stefan y yo llegamos a la habitación para por fin poder dormir. Me deshago de la ropa quedándome completamente desnuda y me dejo caer en el colgón nuevo. Es delicioso.
Luego Stefan llega hasta donde estoy y se acurruca junto a mi sin decir nada.
—Estoy muy cansada —digo y él asiente
VirginiaTodo en el lugar está listo, yo también estoy lista y uso mi bonito vestido, me veo una vez más en el espejo y no puedo creer que el momento haya llegado. Miro a mi madre detrás de mí y me sonríe de oreja a oreja.—Te ves hermosa, lo juro —dice y yo me doy la vuelta para abrazarla—No puedo evitar preguntarme si esto realmente está pasando pero si… realmente está pasando —mi madre tiene los ojos llenos de lágrimas pero los limpia de inmediato—. Vamos, te deben de estar esperando.Y juntas salimos de la habitación para después bajar las escaleras y llegar hasta el patio trasero donde está Michael y Alessi, mi padre y mi peque&
VirginiaMe distraje solo un momento, solo estaba caminando en el jardín cuando Karina me ha dicho que se han llevado a mi padre al hospital. Stefan conduce en dirección al lugar que nos han dicho que lo ingresarían.Miro los autos yendo y viniendo en sus días cotidianos, yo siento como si mi paz se hubiera terminado.—Tranquila, ya llegaremos —dice Stefan y yo no respondo, pues no sé que responder, no sé lo que ha pasado, mi madre se fue con él y no responde el móvil. Yo me siento en pánico, pero no puedo ni articular una palabra.Nos adentramos al estacionamiento y rápidamente Stefan baja del auto para venir hasta donde estoy y abrir mi puerta.
StefanLas cosas no han salido para nada como esperábamos. En realidad todo lo que habíamos planeado se ha venido abajo, ahora Massimiliano no está y siento que esto ha perjudicado más de lo que creía a Virginia.Está recostada en la cama y así se la ha llevado por los últimos dos días, esto está comenzando a preocuparme, por eso le he pedido a Jenna que viva con nosotros, así ella tampoco está sola y con Virginia pueden pasar esta situación juntas.Paulino ha venido desde Madrid, apenas se enteró de la muerte de Massimiliano ha dejado todo para venir a acompañar a Jenna, hemos tenido una cena anoche pero nadie ha hablado, Jenna apenas ha levantado la cabeza y trata de parecer fuerte pero todos
VirginiaMi padre nos ha dejado un par de cartas a cada uno y después de ver a Stefan reaccionar de esa manera a sus palabras me he llenado de emoción. Stefan me ha permito leer lo que le ha escrito, también me dijo que le ha dejado un par de cosas para cuidar de nosotros. Lo que ha escrito me ha dejado muy sensible y más porque entonces él siempre supo que Stefan tenía una inclinación hacia mí, hacia lo que hacía, hacia todo lo que tuviera que ver conmigo. Es extraño que haya esperado hasta este momento para hacerlo saber, pudo haber pasado años, él y yo estar casados por años y hasta entonces él lo diría…Miro a mi madre quien está abrazada del papel que mi padre ha escrito, sigue llorando de manera descontrolada. Su sufrimiento me hace
VirginiaHan pasado tres meses desde que mi padre se fue. Aun puedo sentir su último abrazo, aún puedo sentir su beso en mi mejilla y yo solo quiero que él vuelva.Froto mi barriga y siento a mi bebé algo inquieto de nuevo. Estoy en el jardín observando cómo es que van los sembradíos de mi huerto, es un día nublado, en realidad la mayoría del tiempo ha estado así estos meses, son pocos los días de los que podemos disfrutar de un par de rayos de sol y eso me resulta algo triste.Siento el césped en la planta de mis pies, escucho un par de aves cerca de donde estoy, el viento corre y puedo sentirme algo relajada. He dormido mucho mejor ahora, las terapias que hemos tomado han ayudado bastante y ahora puedo decir que m
StefanHan pasado ya algunos meses de la última carta que Virginia leyó. Han llegado dos más las cuales no ha querido leer y simplemente las hemos guardado sin abrir.Me llama la atención que mi suegro ni siquiera se haya tomado el tiempo para dejar ir su imagen. Ha querido estar presente en nuestras vidas por meses enteros, nos ha dejado varias indicaciones las cuales hemos seguido al pie de la letra, salvo por el contacto con Valeria.Me sorprende el hecho de que haya decidido decirle a Virginia de esta manera, ella está a punto de dar a luz y yo lo que menos quiero es que algo la altere y esto se salga de control de nuevo. Ella ha llevado el luto de muy buena manera, ahora ya casi no llora, se ha concentrado en el proyecto de su huerto y el restaurante de comida org&
VirginiaMi cuerpo es un extraño dilema, me siento muy cansada pero no puedo parar de pensar en mi hijo y lo quiero conmigo ahora mismo.—Listo —dice la mujer entregándome a mi hijo, es hermoso, es…—Eres perfecto —digo y pronto lo llevo a mi seno para que comience a comer. Me pregunto donde estará Stefan, es extraño que no estuviese con él. Como si lo hubiese invocado él llega y sé que tiene mala cara pero al cruzar nuestros ojos su rostro se suaviza de inmediato.—¿Estás bien? —pregunto y él camina con los ojos bien abiertos hasta donde estoy, se inclina y me besa la frente.—Eres in
VirginiaMi vida no pudo haber dado un vuelco más grande, desde que los ataques comenzaron en Estados Unidos hemos llegado a suelo italiano y después de la muerte de mi padre todo dentro y fuera de mi ha cambiado.No puedo negar que me ha ayudado bastante, he madurado, he crecido y me he conocido de una mejor manera. Mi hijo está creciendo cada día, los proyectos van aumentando y ahora estamos a punto de abrir nuestro segundo restaurante de comida orgánica.Paulino nos visita de vez en cuando y Michael ha cambiado su residencia aquí, cerca de mamá, Stefan, Massimiliano y yo.Juntos nos ha ido mucho mejor, aunque extrañamos a papá, todo va mejorando. Stefan es un excelente padre, a penas puedo cree