Virginia
Me distraje solo un momento, solo estaba caminando en el jardín cuando Karina me ha dicho que se han llevado a mi padre al hospital. Stefan conduce en dirección al lugar que nos han dicho que lo ingresarían.
Miro los autos yendo y viniendo en sus días cotidianos, yo siento como si mi paz se hubiera terminado.
—Tranquila, ya llegaremos —dice Stefan y yo no respondo, pues no sé que responder, no sé lo que ha pasado, mi madre se fue con él y no responde el móvil. Yo me siento en pánico, pero no puedo ni articular una palabra.
Nos adentramos al estacionamiento y rápidamente Stefan baja del auto para venir hasta donde estoy y abrir mi puerta.
StefanLas cosas no han salido para nada como esperábamos. En realidad todo lo que habíamos planeado se ha venido abajo, ahora Massimiliano no está y siento que esto ha perjudicado más de lo que creía a Virginia.Está recostada en la cama y así se la ha llevado por los últimos dos días, esto está comenzando a preocuparme, por eso le he pedido a Jenna que viva con nosotros, así ella tampoco está sola y con Virginia pueden pasar esta situación juntas.Paulino ha venido desde Madrid, apenas se enteró de la muerte de Massimiliano ha dejado todo para venir a acompañar a Jenna, hemos tenido una cena anoche pero nadie ha hablado, Jenna apenas ha levantado la cabeza y trata de parecer fuerte pero todos
VirginiaMi padre nos ha dejado un par de cartas a cada uno y después de ver a Stefan reaccionar de esa manera a sus palabras me he llenado de emoción. Stefan me ha permito leer lo que le ha escrito, también me dijo que le ha dejado un par de cosas para cuidar de nosotros. Lo que ha escrito me ha dejado muy sensible y más porque entonces él siempre supo que Stefan tenía una inclinación hacia mí, hacia lo que hacía, hacia todo lo que tuviera que ver conmigo. Es extraño que haya esperado hasta este momento para hacerlo saber, pudo haber pasado años, él y yo estar casados por años y hasta entonces él lo diría…Miro a mi madre quien está abrazada del papel que mi padre ha escrito, sigue llorando de manera descontrolada. Su sufrimiento me hace
VirginiaHan pasado tres meses desde que mi padre se fue. Aun puedo sentir su último abrazo, aún puedo sentir su beso en mi mejilla y yo solo quiero que él vuelva.Froto mi barriga y siento a mi bebé algo inquieto de nuevo. Estoy en el jardín observando cómo es que van los sembradíos de mi huerto, es un día nublado, en realidad la mayoría del tiempo ha estado así estos meses, son pocos los días de los que podemos disfrutar de un par de rayos de sol y eso me resulta algo triste.Siento el césped en la planta de mis pies, escucho un par de aves cerca de donde estoy, el viento corre y puedo sentirme algo relajada. He dormido mucho mejor ahora, las terapias que hemos tomado han ayudado bastante y ahora puedo decir que m
StefanHan pasado ya algunos meses de la última carta que Virginia leyó. Han llegado dos más las cuales no ha querido leer y simplemente las hemos guardado sin abrir.Me llama la atención que mi suegro ni siquiera se haya tomado el tiempo para dejar ir su imagen. Ha querido estar presente en nuestras vidas por meses enteros, nos ha dejado varias indicaciones las cuales hemos seguido al pie de la letra, salvo por el contacto con Valeria.Me sorprende el hecho de que haya decidido decirle a Virginia de esta manera, ella está a punto de dar a luz y yo lo que menos quiero es que algo la altere y esto se salga de control de nuevo. Ella ha llevado el luto de muy buena manera, ahora ya casi no llora, se ha concentrado en el proyecto de su huerto y el restaurante de comida org&
VirginiaMi cuerpo es un extraño dilema, me siento muy cansada pero no puedo parar de pensar en mi hijo y lo quiero conmigo ahora mismo.—Listo —dice la mujer entregándome a mi hijo, es hermoso, es…—Eres perfecto —digo y pronto lo llevo a mi seno para que comience a comer. Me pregunto donde estará Stefan, es extraño que no estuviese con él. Como si lo hubiese invocado él llega y sé que tiene mala cara pero al cruzar nuestros ojos su rostro se suaviza de inmediato.—¿Estás bien? —pregunto y él camina con los ojos bien abiertos hasta donde estoy, se inclina y me besa la frente.—Eres in
VirginiaMi vida no pudo haber dado un vuelco más grande, desde que los ataques comenzaron en Estados Unidos hemos llegado a suelo italiano y después de la muerte de mi padre todo dentro y fuera de mi ha cambiado.No puedo negar que me ha ayudado bastante, he madurado, he crecido y me he conocido de una mejor manera. Mi hijo está creciendo cada día, los proyectos van aumentando y ahora estamos a punto de abrir nuestro segundo restaurante de comida orgánica.Paulino nos visita de vez en cuando y Michael ha cambiado su residencia aquí, cerca de mamá, Stefan, Massimiliano y yo.Juntos nos ha ido mucho mejor, aunque extrañamos a papá, todo va mejorando. Stefan es un excelente padre, a penas puedo cree
Mi vida no pudiera estar peor. Mi matrimonio se ha acabado. Andrea está loca. Mi hijo está en una etapa incontrolable en su vida. Y yo sólo me limito a embriagarme por las noches y dirigir un imperio millonario por el día. ¿De qué sirve tanto dinero si no tienes nada verdaderamente valioso en tu vida? No tengo una mujer que me reciba con los brazos abiertos después de trabajar, que me cocine y me haga sentir importante para alguien. O tal vez, un hijo que se acerque a pedir consejos y hablar sobre la chica que lo trae vuelto loco. Yo no tenía nada. Hasta que llegó ella. No puedo dejar de pensarla. Es impresionante su control, el manejo de sus emociones. Es abrumadora. Quiero ser parte de su día, de su vida. Es
—Necesito que envíes estos paquetes cuanto antes —entrego el par de cajas a Agustín, el encargado de paquetería—. Tienen que llegar esta misma tarde.—No te preocupes Jenna, quedará solucionado —asiento y tomo mi carpeta de pendientes a realizar. Coloco una pequeña raya diagonal a la frase “entregar los paquetes” —. Te notas un tanto cansada.—Lo estoy —digo sin aliento, y niego varias veces con la cabeza.—El regreso del jefe nos tiene a todos un poco alterados.—Ni que lo digas. Continuaré, ten un lindo día —me despido con la mano y comienzo a caminar en dirección a mi oficina.Y