Virginia
—En serio, no lo es —digo sin aliento y él se adentra sin permiso.
—¿Qué ha pasado? —pregunta y yo cierro la puerta detrás de él. La verdad es que no tengo ánimos ni fuerzas para discutir.
—¿A qué has venido?, creo que fui…
—¿Qué ha pasado Virginia?, ¿te han hecho daño? —niego—. ¿Por qué estás llorando?
—¿Y eso a ti que te importa? —digo de mal agana y él me mira con esos ojos que han logrado volverme al mundo real.
—Más de lo que crees —bufo
—Deberías de preocuparte por tu esposa y su difunto bebé…
—En un momento hablaremos de ello Virginia, ahora solo quiero que me digas si alguien te hizo daño —lo miro con la vista cansada, con el corazón roto y reconociendo que
StefanHemos degustado un par de filetes, ensalada y un par de postres deliciosos. Ahora tenemos la barriga llena y ambos vemos al frente sin dejar de tocarnos las manos. Me siento mucho más tranquilo ahora, los últimos días han sido horribles para mí.Aun no puedo creer que la tenga en mi regazo, aun no puedo creer que puedo sentirla de nuevo y nada ni nadie va a separarme de ella. Escucho como mi móvil timbra y es Rex.—Diga —contesto y mi hombre más fiel indica que Massimiliano ha salido de su casa en búsqueda de Virginia. Menudo idiota—. Nos iremos a mi casa en una hora más.—Está bien —dice antes de terminar la llamada y miro como Virginia me dirige una mirada de confusión.—¿Qué pasa? —pregunto y ella no deja de mirarme.—Has dicho que iremos a tu casa —asiento—. ¿Por qué?
VirginiaDespierto abrazada al torso de este imponente hombre. Escucho como respira de manera pesada y sé que está perdido en sus sueños, pero no me deja ni moverme un poco. Sé que la noche ha llegado y el reloj anuncian las 3 de las mañana. En reiteradas ocasiones me despierto a esta hora, no es nada nuevo, sobre todo en mis episodios de ansiedad, hoy no me he despertado por ansiedad si no por simplemente comodidad.Aun no logro entender mi obsesión por tener cerca a este hombre, y sobre todo lo bien que se siente. Estoy desnuda en su regazo y pienso que no habría un mejor lugar.Me remuevo un poco hasta liberarme de su agarre para ponerme de pie e ir en búsqueda del baño. Recorro la habitación pero no encuentro una puerta que p
StefanEstoy en un sueño profundo, siento que mi cuerpo realmente ha descansado y siento también el calor del cuerpo de Virginia. Escucho como la vibración de mi celular es insistente así que estiro el brazo y lo tomo de la mesa de noche que tenemos al lado, sin mirar quien es respondo.—Diga —y la voz de Massimiliano me quita el sueño que antes me sumía.—Quiero saber donde está, ya han pasado más de 24 horas y no sé de ella, encargate de esto Stefan —carraspeo y miro como Virginia se remueve en mi regazo.—Si, está bien —alcanzo a decir.—Jenna está inconsolable, solo quiero que l
VirginiaHe tomado una larga ducha, Stefan está recostado en el sofá tecleando en su móvil, tiene el ceño fruncido y una mala cara. Me siento a su lado y me mira con una media sonrisa dibujada en su rostro.—Yo no te compro esa sonrisa —digo y él bufa—Estoy tratando de crear tu desaparición sin que lo sospechen —silbo y subo mis piernas a las suyas.—Es cosa tuya, yo te lo he dicho, puedo hablar con mi padre y decirle que me iré a Italia con su jefe de seguridad.—Si, claro—dice de manera incrédula.—Piensas demasiado las cosas, como si eso pudiera darte
VirginiaStefan se ha ido, dijo que tenía que atender asuntos de mi padre y terminar por gestionar mi desaparición. Me he puesto una pijama de pantaloncillo corto y una blusa de tirantes y sobre de eso un batón. He penado en que tal vez debería hablar con mamá y decirle que estoy bien, pero la verdad es que no quiero tener contacto alguno con mi padre, no por ahora.Salgo de la habitación y voy por las escaleras que están a media iluminación y nada de sol entra por las ventanas y eso que son apenas las 3 de la tarde. En la parte de abajo también la iluminación es reducida, voy en búsqueda de la cocina y después de revisar el comedor, dos salas de estar y un despacho por fin doy con ella. Hay una mujer mayor con canas y uniforme. StefanNoto como Virginia se ha quedado dormida en mi regazo. La he hecho mía 3 veces, ebria pero consciente, además ella es mía ahora y para siempre.Siento su piel, es suave y pálida, su cabello está algo alborotado y cubre mi pecho. La he visto cuando llegue, bailaba de manera sensual frente a la ventaja y agradezco que los cristales estén polarizados y a prueba de balas porque juro que si alguien la hubiese visto le sacaría los ojos.Repaso los pendientes que han quedado, por lo menos Massimiliano ya está más tranquilo al darle una ubicación ficticia del celular de Virginia quien se supone estaría en Italia.Ahora al ver a Massimiliano pude sentir el desespero que puede serCapítulo 17
VirginiaMe he aburrido en el balcón, he dormido un par de horas y Yolanda ha preparado una deliciosa comida, he paseado por la enorme biblioteca que tiene Stefan y he encontrado un libro interesante sobre encontrar tu yo. Sinceramente no sé si tengo un Yo.He paseado por el resto de las habitaciones y estoy por entrar a la última, son las 8 de la noche y no sé nada de Stefan, solo espero que esté bien. Abro la puerta y me encuentro con una habitación a oscuras, al encender la luz me encuentro con extrañas estanterías cubiertas por metal.Trato de abrir una y es bastante difícil, como si tuviera seguro o… no lo sé. Luego me giro y encuentro una estantería de armas en la pared. Trago saliva y puedo notar que estoy su
Stefan Las cosas en el cuartel no van bien, he matado a cinco hombres más, estoy tratando de sacar información pero la sangre me ha sobrepasado, quiero decir que, uno comienza a matar y es difícil volver a este mundo. Estar conscientes y no perder la cabeza. Ahora estoy bebiendo whisky tratando de tranquilizarme y dejar que alguno de mis chicos siga el interrogatorio de esos idiotas, estoy exhausto quiero ver a mi Virginia y… estoy cansado de esto. Después de varios días de estar solo con ella, el hecho de perder esa paz me abruma al punto de no saber si quiero seguir con este estilo de vida. —¿Todo bien? —pregunta Rex y yo niego. —Me tienen harta esta gente —y bebo el resto del vaso—. Quiero irme a casa y terminar con todos. —Vaya…