[Romina] Despierto con un terrible dolor de cabeza, buscó a Rowan con la mano y en vez de su tonificado cuerpo me encuentro con un un pecho femenino, abro los ojos, Hannah duerme boca arriba a mi lado, quito mi mano, veo la hora y la fecha, grito.—¡Me caso hoy! —Me levanto de la cama como histérica.—Callate —Bea dice desde el suelo. —¡Joder, tengo que ir a trabajar! —Se sienta en el piso asustada. —Ah, no hoy es día libre. —Vuelve a acostarse. Mi madre entra a la habitación con tazas de café , nos mira a todas y niega molesta. —Les dije que se portaran bien, ¿por qué Emily tiene una gorra de policía? —No sé —miento. —Tómense esto, dense un baño y bajen a desayunar. —Sí, mamá. Sale de la puerta, despierto a Hannah y a Emily, Alex está dormida en la tina, Taylor está dormida en un sofá para una persona y Bea sigue en el suelo, le gritó a todas para levantarse, son mis damas de honor y de honor no tienen nada. —¡Arriba! —les gritó. Se levantan molestas, nos bebemos el café y b
Años atrás. Los amigos de mis padres volvieron después de vivir un tiempo en otra ciudad, mi mamá me compro un horrendo vestido verde, que me hace ver como un sapo según mi hermano Edward, vendrán esta tarde con sus hijos. Entro a la habitación de mi hermano para que me ayude con los zapatos, está en su escritorio dibujando y escuchando música clásica. —Edd, me ayudas con los cordones. —Sí, pero ya te he enseñado como debes de hacerlo. —Lo sé, el conejo, pero no puedo, se desatan cuando camino. Edward se agacha para atarme los cordones, me explica una vez más cómo debo de hacerlo. —¿Bailamos? —me da la mano y sonrió. —Sí, pero no sé. —No importa, yo te enseño —Me alza poniéndome sobre sus pies y bailamos lentamente. —Eres el mejor hermano —lo abrazó. —Soy el único que tienes —se ríe. —Aún así eres el mejor. —Vamos abajo antes de que mamá nos grite. Bajamos las escaleras, Edward se pone a hablar con papá, las personas no tardan en llegar y no quiero que me
Nos despedimos de todos antes de subir a la limusina, Rowan le dice algo al chofer, antes de sentarse a mi lado, el auto avanza, Rowan me besa desesperado, lo empujo por el pecho.—No en el auto.—Me voy a morir —Se mete entre mis piernas y me río por su dramatismo —¿Qué traes abajo de todo este vestido? –Me recorre las piernas con las manos. —Espera, contrólate o si no, no te daré nada.—Es nuestra noche de bodas, tienes que dármelo todo —Me muerde los labios.—No. Lo quito de encima, se pasa las manos por el cabello, me acomodo en mi asiento, después de un rato, el auto se detiene, golpean el cristal.—Vamos —Rowan me dice. Lo miró confundida, baja del auto dándome la mano, estamos en una callejón, abre la puerta de un edificio y hace que entre yo primero, me guía por unas escaleras, ayudándome con el vestido, abre una puerta con un código, entro y lo miro mal.—Me trajiste al hotel, eres un descarado. Reconozco el hotel, es la misma suite donde le dije que nos casáramos, Rowan
Llegamos a nuestro primer destino, Mykonos, Grecia, nos dejan en hotel, es precioso, Rowan me toma de la mano, es de noche, pero aún así puedo ver la maravilla de paisaje que nos acompañará estos días, nos entregan la habitación y nos dan unas bebidas como bienvenida, entro a la habitación es bonita y con el estilo del lugar, me dejo caer en la cama, Rowan le da propina la botones y cierra la puerta.—¿Tienes hambre? —No, estoy muy cansada, nuestro primer día como esposos, fue dentro de un avión. —Duérmete. Lo miró acomodar las maletas, abre la suya, se quita la playera y el cansancio se me olvida por completo.—Esposo.—¿Sí? —Ven aquí y hazme el amor, es una orden. Se coloca encima de mi, comiéndome la boca, enredó mis piernas en su cintura, aferrándome a sus brazos, me quitó la blusa dejando mis pechos libres, succiona mi piel y protesto.—No hagas eso, es malo para la salud. —Dijste que podía hacerlo después de la boda. —Leí un artículo el otro día donde un hombre murió a ca
Despierto encima de Rowan, me le quito de encima aún molesta, hablo con mi madre y después con mis amigas, les cuento lo hermoso del lugar y lo bien que me lo pasé. Tomo un baño, Rowan sigue dormido, tengo hambre y a mí me importa un carajo, si se molesta o no, me pongo un vestido amarillo con flores blancas, descubierto de los hombros y con una apertura en la pierna, me pongo las sandalias y un sombrero, bajo al restaurante a desayunar. Cuando regreso a la habitación, Rowan ya está despierto, bañado y cambiado, habla por celular, revisando cosas en la computadora portátil, exhalo molesta, lo ignoro saliendo al balcón. —En una hora nos vamos —dice saliendo. —Yo no voy a ir a ningún lado contigo. —No te estoy preguntando. —Soy tu esposa, no tu esclava, no tengo que acompañarte si no quiero. Se pasa las manos por la cara con frustración, me mira cansado. —Está bien, quédate si quieres —suspira. Se da la vuelta volviendo a la cama, está molesto al igual que yo, que horror
Los días pasan, vamos a Santorini, Atenas y Naxos, todos igual de hermosos, finalmente estamos en Bangkok, Tailandia, nuestro último destino.—Le voy a enviar a mi madre todas las fotos que tomamos, para que las imprima y les compre un marco para ponerlas en la pared de la escalera —digo dejándome caer a la cama.Rowan entra con las manos llenas de bolsas con cosas que compré, en cada ciudad ha sido así, las deja sobre el suelo. —¡Oye, son regalos para nuestros amigos y familia! Trátalos con amor.—Me has hecho caminar como un burro cargando todo eso, estoy harto. —Cada quien carga como quiere, tu problema, mi amor. Acomoda las bolsas y se acuesta a mi lado, pasando su brazo por debajo de mi cuello, está algo bronceado y suspira.—Mamá ya sabe, lo del embarazo de la amante de mi padre.—¿Y qué dijo? —lo miro sorprendida.—¿Qué va a decir? Nada, Amy me llamó, se enteraron porque la mujer le envió un mensaje con la ecografía, dijo que mi madre se limpió las lágrimas y le preguntó si
Cuando despierto Rowan no está en la casa, bajo a la cocina con Sally siguiéndome, le sirvo de comer y preparo huevos para el desayuno, escucho la puerta y Sally ladra moviendo la cola, Rowan entra y me sonríe. —Hola, mi amor, ¿quieres? —digo sentada en la barra.—Dame —Abre la boca y le meto el tenedor con comida. Viene con ropa de gimnasio y algo sudado, me levanto, le doy un beso corto en los labios, sirvo otro plato y se lo pongo enfrente. —Gracias, ¿Sara y Emma no han llegado? Les pedí que llegaran más tarde para que no te despertaran. —No, no deben de tardar. —¿Ya estás lista para ser una sexy mujer de negocios?—Tenías que recordarme que tengo que ir a esa junta, pensaba pretender que no me acordaba. Rueda los ojos, se levanta y agarra la botella de jugo de naranja bebiendo directamente del envase.—¡No hagas eso! Tenemos vasos —lo regaño. Vuelve a sentarse con el envase en las manos, lo deja sobre la barra y lo miró mal. —Yo también quería jugo.—Pues toma —Se encoge d
El mensaje de Aaron me desconcentra.—¿Qué pasa? —Nada, nada, vamos. Salimos de la oficina de Rowan, me toma de la mano, bajamos por el ascensor hasta el último piso, le doy un vistazo a la empresa y la comparo con la de Aaron en definitiva todo lo de Rowan mas es lujoso, más grande e imponente, nada se le iguala.Me abre la puerta del auto, subimos y otro mensaje me llega. “Seguro que me extrañas tanto como yo a ti, ¿por qué no vienes y nos quitamos las ganas? Podemos pasarla bien como antes, entiendo tus señales, todo este lío de casarte y comprar mi empresa es porque estás necesitada de mi atención, te daré toda la que quieras si vienes.” Bloqueo el celular y lo arrojo al fondo de mi bolso, Rowan me mira de reojo.—¿Está todo bien? —Sí, mi amor, correos del trabajo, ya sabes. —Vale, ¿dónde quieres ir a comer? —Hay un restaurante japonés muy bueno cerca de aquí. Le doy la dirección y maneja hasta allí, siento el celular vibrar en mi bolso pero lo ignoro. —Traes mala cara,