24. Poder.

Cuando despierto Rowan no está en la casa, bajo a la cocina con Sally siguiéndome, le sirvo de comer y preparo huevos para el desayuno, escucho la puerta y Sally ladra moviendo la cola, Rowan entra y me sonríe.

—Hola, mi amor, ¿quieres? —digo sentada en la barra.

—Dame —Abre la boca y le meto el tenedor con comida.

Viene con ropa de gimnasio y algo sudado, me levanto, le doy un beso corto en los labios, sirvo otro plato y se lo pongo enfrente.

—Gracias, ¿Sara y Emma no han llegado? Les pedí que llegaran más tarde para que no te despertaran.

—No, no deben de tardar.

—¿Ya estás lista para ser una sexy mujer de negocios?

—Tenías que recordarme que tengo que ir a esa junta, pensaba pretender que no me acordaba.

Rueda los ojos, se levanta y agarra la botella de jugo de naranja bebiendo directamente del envase.

—¡No hagas eso! Tenemos vasos —lo regaño.

Vuelve a sentarse con el envase en las manos, lo deja sobre la barra y lo miró mal.

—Yo también quería jugo.

—Pues toma —Se encoge d
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