DÍAS DESPUÉS… Espero impacientemente en el aeropuerto, muevo el peso de mi pierna de un lado a otro, suelto aire, observo al hombre perfecto que viene caminando arrastrando la maleta, tiene el cabello despeinado y algo de barba, corro hasta él, me mira y sonríe abriendo los brazos para recibirme, le doy un abrazo de koala, aparentándolo con fuerza con los brazos y las piernas, le beso toda la cara y los labios. —Te extraño —Me dice. —Ya estoy aquí. —Aún así, te extraño —Me aprieta con fuerza y me besa. Seguro que estamos haciendo una escena, pero no me importa, le paso los dedos por el cabello, necesitaba tanto tenerlo cerca, veo un flash me separo de Rowan y es Alex con una cámara instantánea. —Que bonita pareja —sonríe. —Muérete —Rowan le dice. Suelto una risa, suelto a Rowan y Alex me abraza. —Hola cuñadita, ¿me extrañaste? —Me rodea el cuello con su brazo. —Sí, ¿pero qué haces aquí? —Fui a alcanzarlos donde va Amelie siempre hay buena fiesta, así que decidí ir a f
Rowan abraza a su madre que no deja de llorar, Amelie arregla todo lo del hospital, Alex está dormida en mi hombro, se cansó de tanto llorar. Me limpió un par de lágrimas que se me escapan y suspiro. Susan sufrió un infarto y la están atendiendo, miró a Rowan, no se ve para nada bien, Amelie regresa, se sienta a mi lado. —Ve con él, te necesita, yo puedo quedarme con Alex y con Joanna, Bea y Amanda vienen para acá, no tienen que preocuparse por nada, ya está todo solucionado, solo ve con él. —Gracias. Cambio de lugar con Amelie, Alex se medio despierta pero vuelva a acomodarse en el regazo de Amelie, voy con Rowan, Joanna se levanta y va a donde Amelie, la abraza y sigue llorando. —Todo va estar bien, no tienes que preocuparte —Le susurró abrazándolo. —Nada va a estar bien, Lizzy, nada —Inhala y exhala. —Él es el que debería estar allá adentro, no ella. —Susan es muy fuerte, lo sabes, además tiene que ver a nuestros bebés y mimarlos mucho, estará bien, mi amor. Necesitas tener
De regreso en el hospital dejan que Rowan pase a ver a su abuela, su madre y hermanas también están aquí. Su tía Grace y su primo Gabe llegan también y pasan a ver a Susan, gracias Dios o lo que sea?está fuera de peligro y solo hay que mantenerla en observación y no puede tener emociones fuertes o que la alteren, pero en unos días podrá volver a casa.Rowan se sienta a mi lado y suelta un largo suspiro. —Te dije que todo estaría bien. —Por eso confío en ti, vamos a casa, la abuela me dijo que me veo peor que ella, además quedé de verme con Bea ahí, necesito hablar con ella de ciertos asuntos. Me rio.—Vamos. Llegamos a casa, Bea nos espera en la entrada, nos abraza a los dos.—Trajeron la correspondencia —dice. —Estás son tuyas y estas tuyas —Nos entrega sobres a cada uno. —¿Tan mal te pago que ahora eres cartera? —Rowan dice. —Sí.Entramos a la casa, nos sentamos en la barra preparo café, Rowan se pone a leer sus cartas y papeleo que son de trabajo, toma un sobre. —No dice qu
[Rowan]Pensar en Lizzy me lastima, duele más de lo que pensé, las fotos y su voz, lo que dijo, todas sus mentiras se repiten una y otra vez en mi mente, le doy un trago a la botella, camino por la habitación de hotel dándole vueltas a lo mismo.Aquí fue donde la encontré, llorando por él, yo fui el estúpido que creyó que algo así lo iba a borrar de la nada, fui yo que pensó que ella podría olvidar a quien amo por años en unos meses, fue mi culpa porque no pude enamorarla, el único imbécil soy yo. Tocan a la puerta, la abro de golpe molesto. —Bea, ya te dije que… —Rowan, abrázame —Danna se me lanza abrazándome por la cintura.¿Qué carajos? —Nos hicieron lo mismo, nos traicionaron —solloza sobre mi pecho. La tomó de los hombros y la separo, sus ojos azules me miran, se para de puntitas para intentar besarme.—Deberíamos de hacerles lo mismo ¿no crees? Me acaricia el pecho metiendo las manos por la camisa abierta, la detengo y me besa el cuello.—Y yo que pensaba que te ibas a qui
El sol entra por la ventana, me levanto de la cama, la cabeza me duele, Sally duerme en su cama con tranquilidad, bajo a la cocina por una pastilla para el dolor, tengo náuseas y quiero morirme, escucho la puerta de la entrada. Rowan, entra Sally corre a saludarlo, le lame toda la cara, la abraza antes de dejarla en el suelo, me mira de reojo, camina hasta mi y deja unos papeles sobre la barra. —Pensaba darte eso el otro día, haz con esa información lo que quieras. Se da la vuelta y entra en su despacho, tomó los papeles, son fotografías de Danna y Hans, juntos, el expediente médico de Danna, las ecografías de su embarazo, como Hans aparece como el padre del bebé que tuvo hace unas semanas. Ni siquiera sabía que su bebé ya había nacido. Lo otro es el reporte de las acciones de Aaron cayendo y el perdiendo cada vez más y más dinero, camino hasta el despacho de Rowan, no me mira sigue trabajando en la computadora. —¿Por qué me das esto? —Le pedí a Amelie que investigara
Me termino de ponerme un vestido rojo intenso ceñido al cuerpo y con escote en V, el color del vestido resalta sobre mi piel morena clara, causando un contraste que me encanta, salgo de mi recámara y se los modelo a mis amigas, que están en el sofá, bebiendo y charlando. —¿Y qué opinan de este? —Me doy una vuelta. —Llévate ese, seguro que paras el tráfico. —Emily dice. —Sii, es perfecto —Hannah la apoya. —Pues yo creo que te queda mejor el negro, es más elegante y discreto, este es demasiado vulgar —Danna dice y mis demás amigas la ven mal. —No lo digo de mala manera, es solo que no creo que sea la ocasión de usarlo. Me miró en el espejo de cuerpo completo que tengo en la habitación, Danna tiene razón, es un vestido demasiado provocador y no es para nada el estilo de Aaron, vuelvo a ponerme el vestido negro y Emily tuerce los ojos. —Anda te ayudo a peinarte. —Hannah me dice, llevándome a la habitación. —Yo te pintaré las uñas, tú siéntate ahí y quédate quieta. —Emily s
Rowan Wayne, uno de los hombres más importantes del país, mi mejor amigo de la infancia, su familia y la mía tienen una relación de amistad de hace años, pero a pesar de eso, es la primera vez que lo veo en años. Sus ojos se clavan en los míos, me mira con fastidio, me doy cuenta de las palabras que acabo de pronunciar y de su peso, pero aún así no las retiro y le sostengo la mirada —¿Estás ebria o loca? – se burla. —¿Por qué me casaría contigo? —Porque tú necesitas una esposa, ¿o me vas a negar que estás en una competencia con Gabe por la herencia de tu abuela? —digo y me mira curioso. —Que ya no me lleve contigo no quiere decir que de vez en cuando no acompañe a nuestras madres a beber café o a desayunar, esa es solo una razón y tengo una buena lista de razones si esa no te parece suficiente. —No estoy interesado en casarme contigo, hasta donde sé eres la novia de Smith, ¿qué diría si supiera que estás aquí, haciéndome esa clase de propuesta? —Ya no estoy con él. Mi voz
Él y yo solíamos ser mejores amigos, fue mi único acompañante hasta que Danna llegó a mi vida, pero había algo en la manera en que Rowan actuaba, que me hacía sentir curiosidad hacia él, seguramente y conociéndolo él me veía como la molesta chiquilla que lo seguía a todas partes, durante la adolescencia nos distanciamos un poco, pero seguíamos juntándonos de vez en cuando o pasábamos las vacaciones juntos, él se ponía más guapo con los años, si la mitad del colegio estaban locas por Aaron, la ciudad entera estaban detrás de Rowan y él no se hacía el difícil, siempre ha tenido esa fama de mujeriego, nunca le di demasiada importancia, hasta aquel verano en Bali. —Te quiero a ti — dice suave, sus palabras me llevan a todos esos momentos juntos. No se bien que cara pongo, pero al verla empieza a reírse burlescamente. —Estoy jugando Lizzy, no te haré nada. —Bueno, si no es eso ¿qué quieres entonces? —Nada, ya te dije no estoy interesado en casarme, ni siquiera en broma, me gus