Estaba nerviosa no dejaba de moverme de un lado a otro, tenia mis emociones a flor de piel que no sabia como sacarlo de mi interior. Escuche un llanto infantil y me acerque para consolar a mi camaroncito, este al verme se movio inquieto entre los brazos de su nana, lo tomé entre mis brazos y le di un beso en la mejilla con todo el amor y el cariño que sentia por el. Sonrei feliz, aun recordaba con exactitud aquel cuerpo tan pequeño y rosado que se movia entre mus brazos, ya habia pasado tres meses desde el nacimiento de Luka y ya era tenia las misma facciones que su padre, Luka se acurrucó en mi pecho y cerro sus hermosos ojitos. La puerta se abrio y vi la emoción en los ojos de Loren, ella tomo a mi hijo y sonrio emocionada.
- ¡Es la hora Charlotte!.
Suspire emocionada mientras tomaba el ramo de flores, camine de la mano con Raphael mientras sentia un nudo en mi garganta, porque hubiera deseado que mi mamá estuviese conmigo, Raphael observó mi rostro y beso mi mejilla p
No sé cuánto tiempo llevaba de pies mientras observaba como un montón de pomposo ejecutivo, ególatras discutían entre si de algo que en lo personal no entendía nada pero que al parecer era sumamente importante para ellos, suspire cansada, me sentía sofocada y harta ¿Porque precisamente hoy me puse una falda tan pegada al cuerpo?, sentía que me estaba cortando la maldita circulación, me sentía como una sardina enlatada y lo más divertido de esto, era que ya era una sardina que dentro de pocos meses ya iba estar caducada. Miró a todos lados para dejar de estar tan aburrida hasta que me encuentro con los ojos de mi maravilloso jefe y nótese mi sarcasmo, Jayce Maximiliano Rolling, hijo de la gran fortuna Rolling Salvatore, este niño mimado y déspota es heredero de uno de los casinos más grande y prestigioso en toda Europa y con más 10 sucursales no solo en Europa, sino en todo Latinoamérica, y Estados Unidos. El Rolling Casino, sus ojos me observan con burla ante mí incomodid
Jamás en toda mi vida me había sentido tan.... ¡incomoda!, aunque estuviese volando en primera clase como una celebridad gracias a mi jefe que odia la clase turista, pero bueno ese no era el tema principal, lo que realmente me tenía ansiosa era tener la hermosa cabellera negra, que por cierto olía muy bien como a manzana verde, era estar cerca de mi encantador jefe en mi hombro entumiéndolo, y es que desde que el avión despego e hizo sus dos escala he tenido a Jayce en mi hombro balbuceando y babeando mi camisa de los escandaloso, algo que se mira divertido es verlo con los ojos medio abierto, aprovechando la oportunidad. Tomó mi teléfono para atesorar este momento tan único en la historia y sin pensarlo dos veces me tomo una selfie con el mientras este tiene la boca abierta, sin duda alguna esto. ¡vale oro puro! Guardo mi teléfono y Saco mi libro favorito de Tabitha Suzuma, hoy quería llorar y
- Estúpido Jayce y su estúpida habitación más grande que mi apartamento y mi vida, lo odio con todo mi ser, no dejo este trabajo porque si no me muero de hambre.No dejaba de maldecir a Jayce, estaba molesta como se atrevía ese hígado encebollado no pedir una habitación para mí, acaso yo lo compartiría con ese ser tan: Arrogante, mujeriego, mimado, inmaduro y malditamente sexi, ¡Señor que acabo de decir! Voy al restaurante del hotel cuando veo toda la comida inmediatamente se me hace agua la boca y mi estómago ruge diciéndome: ¡Tenemos Hambreishon! (Si amigos mi estómago tampoco sabe ingles), tomo un plato y me sirvo un filete con salsa blanca, puré de papa y ensalada, y para acompañar las 5 libras que subiré con mi respectiva soda de dieta para guardar la línea.- ¡Al diablo la dieta! - Miro la montaña de comida que tengo enfrente.Después de comer como si nunca hubiese un mañana me levanto y me voy al bar del hotel, el lugar estaba con una excelente iluminación,
Esto era una maldita broma y de la pesada, mi amiguito, mi salvador y el chico que baila mejor que yo, ¡Es un Rolling!, ahora si quería vomitar y no solo vomitar también me quería desmayar o que la tierra me tragase y me escupiera en las Bahamas con dos hombre sexy, pero bueno ese no sería mi caso, sonrió de manera nerviosa mientras Demian se sienta a lado de Jayce y dan inicio a la reunión o más bien a mi calvario.Después de casi una hora de hablar sobre el nuevo casino que harían en el hotel y en el barrio chino, Jayce no deja de hablar con algunos hombres regordete dueños de algunas empresas de construcción, bostezo cansada y salgo de la sala de reuniones aspiro el aire fresco y limpio algo de sudor que tengo en mi frente, cuando siento que alguien toca mi hombro.-Así que trabajas para Jayce estoy encantado de verte de nuevo, ayer no me dejaste llevarte a tu habitación
No dejaba de caminar de un lado a otro, por un momento pensé que había hecho un hueco en el suelo. ¡Genial ahora me lo cobraría en el hotel!, no podía dejar de pensar en la cucaracha voladora de Jayce, aunque me diera un ataque tenía que admitirlo, pero estaba muy preocupada por él, y es que a pesar de todo yo quería a ese idiota, pero obviamente jamás se lo diría eso solo quedaría guardado dentro de mí. Observe el reloj que había en la pared solo había pasado dos horas desde que había salido a ''Pensar'', ya no podía seguir aquí sin hacer nada, tomo mis llaves y mi celular hasta que escucho un ruido en la puerta me acerco y ahí estaba él y con una caja de pizza a lo que mi estómago reacciona inmediatamente ( Maldito traicionero, cuando volvamos a Italia, te pondré a dieta), después de amenazar a mi estómago, veo el rostro de
No sé si era un deja vu, o no sé qué rayos me estaba pasando estaba viviendo lo mismo de hace algunos días, Jayce estaba acostado en mi hombro mientras balbuceaba algo incoherente, llenando de nuevo mi camisa de Batman que por cierto cabe mencionar era nueva con su asquerosa saliva, saque de nuevo mi teléfono y me tome una selfie con él y con un niño que se unió haciendo una mueca divertida. El viaje a los Ángeles fueron una de las mejores experiencia que había vivido en mi vida, cuando era pequeña y aun papa no se le había ocurrido mandar toda nuestra fortuna al demonio, nos gustaba viajar por toda Italia, o simplemente viajar a España donde papa tenía muchos "Amigos", que nos abandonaron cuando se enteraron que habíamos perdido todo, no solo a papa lo habían rechazado si no a nosotras nos habían dejado a nuestra suerte, solo la familia Rolling Salvatore estuvo ahí para nosotros. Estaba agradecida no solo con Vivian y Raphael sino también con un pequeño mocoso que ahora vivía
Sabía que este momento algún día me pasaría o quizás lo viviría, estar viendo a la persona que amo en este mundo viéndome como si fuera lo más hermoso que haya existido en este planeta y no es que no lo me crea, pero es bueno oírlo de vez en cuando de la persona que amas, me sentía nerviosa por la forma en la que me miraba, tomo mis manos y la besos de manera tan tierna, que sentía mis piernas como gelatina, sonrió de lado.-Jamás había tenido el valor para decirte lo que siento, tal vez me vayas a rechazar y lo entiendo siempre he actuado como un idiota y nunca he valorado a la maravillosa mujer que tengo enfrente y hoy en este lugar te lo diré. Te amo y eres lo más importante para mí, nunca te dejare no habrá otra chica en mi vida sino tú. ¿Quieres casarte conmigo? - Sonrió mientras se arrodillaba y mostraba una pequeña ca
¿Alguna vez has hecho algo realmente estúpido?Y si buscas una repuesta de mi parte te lo diría inmediatamente, con una maravillosa y corta repuesta como: ¡SI!, había hecho la estupidez más grande que la torre de Babel, más grande que el edificio de Tapei, más grande que… al diablo ya saben de qué hablaba en ese momento, me sentía avergonzada, incomoda, y extraña, de la mil millones de persona me tuve que acostar con Jayce, que precisamente es mi Jefe, ¿ Acaso tenía un parasito en el cerebro, o ratas?, no sabía a donde ver o más bien a quien ver, Rolling no dejaba de verme de arriba hacia abajo sin una pizca de vergüenza alguna, me cubrí con mis manos mis pechos, lo que me pareció tonto, porque estaba vestida y además él ya me había visto desnuda y al juzgar por el dolor que tenía en mi cuerpo, habíamos hechos sexo extremo. Me miro y me hizo seña para que lo siguiera, y como la sumisa en potencia que soy, lo seguí nos sentamos en la sillas que había en su cocina y me sir