No sé cuánto tiempo llevaba de pies mientras observaba como un montón de pomposo ejecutivo, ególatras discutían entre si de algo que en lo personal no entendía nada pero que al parecer era sumamente importante para ellos, suspire cansada, me sentía sofocada y harta ¿Porque precisamente hoy me puse una falda tan pegada al cuerpo?, sentía que me estaba cortando la maldita circulación, me sentía como una sardina enlatada y lo más divertido de esto, era que ya era una sardina que dentro de pocos meses ya iba estar caducada. Miró a todos lados para dejar de estar tan aburrida hasta que me encuentro con los ojos de mi maravilloso jefe y nótese mi sarcasmo, Jayce Maximiliano Rolling, hijo de la gran fortuna Rolling Salvatore, este niño mimado y déspota es heredero de uno de los casinos más grande y prestigioso en toda Europa y con más 10 sucursales no solo en Europa, sino en todo Latinoamérica, y Estados Unidos. El Rolling Casino, sus ojos me observan con burla ante mí incomodidad y me hace una seña para que me acerque a él.
- ¿Se le ofrece algo señor? - le habló de la manera más formal del mundo.
- Puedes pasarme el sobre amarillo que tienes entre tus manos y otra cosa, podrías sonreír estas causando mala impresión, pareciera que estas cansada – susurra con naturalidad mientras sonríe como si nada.
¡A este hombre yo lo mato lo juro!
- ¿Qué? - susurre lo más bajo que puede, aunque claro estaba súper indignada. - ¿Acaso crees que soy tu payaso de circo?
- ¡Hazlo Charlotte Moretti!, ¡es una orden de tu jefe! - sonrió de manera amable.
¡Uyy, como odio que diga mi nombre completo con ese aire soy mejor que tú te lo recuerdo!
Me fui de su lado y volví a mi lugar y empecé a sonreír como idiota para complacer a mi descerebrado jefe rogándole a Dios, Buda, Gandhi o a cualquier persona o entidad divina para que esto se acabara pronto.
.................
-Puedes irte Charly Darly - sonrió de manera arrogante mientras se aflojaba su corbata.
-Sabes que odio que me digas así. - Lo mire de manera fulminante deseando su muerte.
-Ohhhh vamos, cuando estábamos en primaria amabas que te dijera así, antes eras un terrón de azúcar ¿acaso ya no me quieres como antes?, mi amada secretaria. - hizo un leve puchero.
-Tú mismo lo acabas de decir cuando estábamos en primaria, ahora no, así que por favor deja de fastidiarme. - Tome mis cosas y me fui de ese lugar hasta que escuché de nuevo su voz.
- ¡Nos vemos Charly Darly!
¡Lo odio!
Llegue a mi apartamento cansada, me lanzo al sofá tirando mis llaves quien sabe dónde después las buscaría como loca mañana pero ahora eso es lo de menos, siento una lamida en mi mano derecha, me enderezo y veo a mi gata bolita, me siento feliz de que no esté aruñando mis medias para que obtenga algo de su atención, acarició su cabeza y me levantó a buscar su comida, le doy su comida y busco algo para mi hasta que escucho que alguien toca mi puerta. Me levanto y camino de manera lenta hasta que abro y veo una cabellera rubia.
-Loren te lo juro no estoy de humor, hoy tuve un trabajo de la puta madre así que lo único que menos quiero es salir.
Loren es mi mejor amiga de la secundaria, es una gran fotógrafa profesional desde preparatoria dijo que iba ser fotógrafa y no iba seguir el sueño de sus padres de ser una gran abogada de renombre como ellos, casualmente y por obra del maldito destino ella es prima de nada más ni nada menos que Jayce ósea mi jefe.... gracioso ¿no?
-Dime, ¿que hizo Jay ahora?, porque si te volvió hacer un informe de 50 páginas te juro que le iré a patear las bolas. La última vez esquivo el golpe.
- ¿Que?, ¡claro que no!, aunque pensándolo bien no sería una mala idea, no. Es eso hoy estuve una junta casi todo el día y estoy muerta y mañana tengo que viajar a los Ángeles con él.
Me siento de golpe en el sofá y los cojines amortiguan mi caída libre a lo que Loren me observa de pies a cabeza.
- ¿Rolling te llevara de viaje?, dime que no está metido en drogas, ¿Desde cuándo te lleva de viaje?, pensé que llevaría a su otro asistente la pechugona copa C.
-Renuncio desde que su marido vio mensajes subido de tonos entre ellos, tú sabes todo el mundo caen ante el encanto Rolling.
- ¿Y a ti no te gusta? – Me sonríe con picardía. - Es apuesto, tiene dinero, habla 7 idiomas, podría ser tu Sugar Daddy o tu abuelito - Ríe divertida mientras toma una botella de agua de la refrigeradora - Ambas opciones no estarían tan mal, además tú no eres tan fea Charlie, solo deberías peinarte un poco más este pelo rizado, y pintarte los labios y usar tacones alto porque eres algo baja, pero eres hermosa.
- ¡Ohh por Dios gracias por tus buenos comentarios! - dije sarcástica. - ¡Claro que no me gusta!, nunca me ha gustado además es un idiota, mujeriego, sabes cuantas mujeres han entrado a su oficina y no precisamente hablar, porque al juzgar por los golpes y gritos no discuten de trabajo, jamás estaría con él ni en un millón de años.
-Pero te gustaba cuando éramos niños.
-Cuando éramos niños tú lo acabas de decir y si trabajo para él es porque no tenía opción mama estaba enferma y créeme la prostitución no estaba entre mis planes, además tú sabes más que nadie que mi familia cayo en la ruina después que mi padre huyera dejándonos con un sinnúmero de deudas y no me pagaban bien en los diferentes trabajos que tuve necesitaba el dinero para que atendieran a mí mama en buen hospital, aunque ella falleció, además aunque no quiera aceptar gano muy bien con él y punto.
Sonrió divertida y se levantó.
-Tú dices eso, pero las cosas podrían ser diferente.
- ¿Qué quieres decir?
- ¡Nada! - acaricio a mi gata y sonrió de manera despreocupada típico en ella. - solo te deseo suerte en tu viaje y si cuidare a tu gata, Cristopher y yo la cuidaremos como si fuera nuestra propia hija.
-Gracias, eres la mejor no sé qué haría sin ti, te prometo traer el nuevo álbum de Sam Smith
La acompañe hasta la puerta y sonrió.
- ¡Suerte en el viaje y usen condón! - grito
Tire la puerta y me tape la cara, acaso está loca Loren jamás estaría con ese engendro del mal ni hoy ni nunca, aunque todo podía pasar.
Jamás en toda mi vida me había sentido tan.... ¡incomoda!, aunque estuviese volando en primera clase como una celebridad gracias a mi jefe que odia la clase turista, pero bueno ese no era el tema principal, lo que realmente me tenía ansiosa era tener la hermosa cabellera negra, que por cierto olía muy bien como a manzana verde, era estar cerca de mi encantador jefe en mi hombro entumiéndolo, y es que desde que el avión despego e hizo sus dos escala he tenido a Jayce en mi hombro balbuceando y babeando mi camisa de los escandaloso, algo que se mira divertido es verlo con los ojos medio abierto, aprovechando la oportunidad. Tomó mi teléfono para atesorar este momento tan único en la historia y sin pensarlo dos veces me tomo una selfie con el mientras este tiene la boca abierta, sin duda alguna esto. ¡vale oro puro! Guardo mi teléfono y Saco mi libro favorito de Tabitha Suzuma, hoy quería llorar y
- Estúpido Jayce y su estúpida habitación más grande que mi apartamento y mi vida, lo odio con todo mi ser, no dejo este trabajo porque si no me muero de hambre.No dejaba de maldecir a Jayce, estaba molesta como se atrevía ese hígado encebollado no pedir una habitación para mí, acaso yo lo compartiría con ese ser tan: Arrogante, mujeriego, mimado, inmaduro y malditamente sexi, ¡Señor que acabo de decir! Voy al restaurante del hotel cuando veo toda la comida inmediatamente se me hace agua la boca y mi estómago ruge diciéndome: ¡Tenemos Hambreishon! (Si amigos mi estómago tampoco sabe ingles), tomo un plato y me sirvo un filete con salsa blanca, puré de papa y ensalada, y para acompañar las 5 libras que subiré con mi respectiva soda de dieta para guardar la línea.- ¡Al diablo la dieta! - Miro la montaña de comida que tengo enfrente.Después de comer como si nunca hubiese un mañana me levanto y me voy al bar del hotel, el lugar estaba con una excelente iluminación,
Esto era una maldita broma y de la pesada, mi amiguito, mi salvador y el chico que baila mejor que yo, ¡Es un Rolling!, ahora si quería vomitar y no solo vomitar también me quería desmayar o que la tierra me tragase y me escupiera en las Bahamas con dos hombre sexy, pero bueno ese no sería mi caso, sonrió de manera nerviosa mientras Demian se sienta a lado de Jayce y dan inicio a la reunión o más bien a mi calvario.Después de casi una hora de hablar sobre el nuevo casino que harían en el hotel y en el barrio chino, Jayce no deja de hablar con algunos hombres regordete dueños de algunas empresas de construcción, bostezo cansada y salgo de la sala de reuniones aspiro el aire fresco y limpio algo de sudor que tengo en mi frente, cuando siento que alguien toca mi hombro.-Así que trabajas para Jayce estoy encantado de verte de nuevo, ayer no me dejaste llevarte a tu habitación
No dejaba de caminar de un lado a otro, por un momento pensé que había hecho un hueco en el suelo. ¡Genial ahora me lo cobraría en el hotel!, no podía dejar de pensar en la cucaracha voladora de Jayce, aunque me diera un ataque tenía que admitirlo, pero estaba muy preocupada por él, y es que a pesar de todo yo quería a ese idiota, pero obviamente jamás se lo diría eso solo quedaría guardado dentro de mí. Observe el reloj que había en la pared solo había pasado dos horas desde que había salido a ''Pensar'', ya no podía seguir aquí sin hacer nada, tomo mis llaves y mi celular hasta que escucho un ruido en la puerta me acerco y ahí estaba él y con una caja de pizza a lo que mi estómago reacciona inmediatamente ( Maldito traicionero, cuando volvamos a Italia, te pondré a dieta), después de amenazar a mi estómago, veo el rostro de
No sé si era un deja vu, o no sé qué rayos me estaba pasando estaba viviendo lo mismo de hace algunos días, Jayce estaba acostado en mi hombro mientras balbuceaba algo incoherente, llenando de nuevo mi camisa de Batman que por cierto cabe mencionar era nueva con su asquerosa saliva, saque de nuevo mi teléfono y me tome una selfie con él y con un niño que se unió haciendo una mueca divertida. El viaje a los Ángeles fueron una de las mejores experiencia que había vivido en mi vida, cuando era pequeña y aun papa no se le había ocurrido mandar toda nuestra fortuna al demonio, nos gustaba viajar por toda Italia, o simplemente viajar a España donde papa tenía muchos "Amigos", que nos abandonaron cuando se enteraron que habíamos perdido todo, no solo a papa lo habían rechazado si no a nosotras nos habían dejado a nuestra suerte, solo la familia Rolling Salvatore estuvo ahí para nosotros. Estaba agradecida no solo con Vivian y Raphael sino también con un pequeño mocoso que ahora vivía
Sabía que este momento algún día me pasaría o quizás lo viviría, estar viendo a la persona que amo en este mundo viéndome como si fuera lo más hermoso que haya existido en este planeta y no es que no lo me crea, pero es bueno oírlo de vez en cuando de la persona que amas, me sentía nerviosa por la forma en la que me miraba, tomo mis manos y la besos de manera tan tierna, que sentía mis piernas como gelatina, sonrió de lado.-Jamás había tenido el valor para decirte lo que siento, tal vez me vayas a rechazar y lo entiendo siempre he actuado como un idiota y nunca he valorado a la maravillosa mujer que tengo enfrente y hoy en este lugar te lo diré. Te amo y eres lo más importante para mí, nunca te dejare no habrá otra chica en mi vida sino tú. ¿Quieres casarte conmigo? - Sonrió mientras se arrodillaba y mostraba una pequeña ca
¿Alguna vez has hecho algo realmente estúpido?Y si buscas una repuesta de mi parte te lo diría inmediatamente, con una maravillosa y corta repuesta como: ¡SI!, había hecho la estupidez más grande que la torre de Babel, más grande que el edificio de Tapei, más grande que… al diablo ya saben de qué hablaba en ese momento, me sentía avergonzada, incomoda, y extraña, de la mil millones de persona me tuve que acostar con Jayce, que precisamente es mi Jefe, ¿ Acaso tenía un parasito en el cerebro, o ratas?, no sabía a donde ver o más bien a quien ver, Rolling no dejaba de verme de arriba hacia abajo sin una pizca de vergüenza alguna, me cubrí con mis manos mis pechos, lo que me pareció tonto, porque estaba vestida y además él ya me había visto desnuda y al juzgar por el dolor que tenía en mi cuerpo, habíamos hechos sexo extremo. Me miro y me hizo seña para que lo siguiera, y como la sumisa en potencia que soy, lo seguí nos sentamos en la sillas que había en su cocina y me sir
Y ahí estaba con cara de póker mientras miraba algún programa en la televisión que sinceramente le había dejado de prestar atención al momento que lo encendí, no dejaba de latir de manera nerviosa mi corazón aun no podía creer en las palabras que habían salido de la boca de Jayce. ¿Desde cuándo había nacido ese sentimiento de el hacia mí?, porque que yo sepa para el siempre fui un cero a la izquierda, es cierto que con el di mi primer beso a los nueves por un juego tonto o más bien por un reto que nos había hecho David, y es cierto que fue mi pareja en el baile de invierno en secundaria, y que también estuvimos en el recital de Romeo y Julieta y.......¡ Santa Virgen Milagrosa! siempre hemos estados juntos, pero obviamente como un digno rival para mí, ya que Jayce siempre sacaba las mejores notas, era el mejor en los deportes, debates, en casi todo. Era como si la perfección hubiese encarnado en él, y lo más divertido es que nunca estudio para ningún examen, mientras yo pasaba horas