¡Miedo!
Eso sentía en ese momento jamás había experimentado ese sentimiento en mi vida, solo una vez que había saltado de un Bongie; pero esto no se comparaba con el sentimiento que tenía en estos momentos, sabia la verdadera personalidad de Demian, pero nunca pensé que el haría esto, intente moverme, pero no tenia la fuerza porque estaba atada de manos y piernas y lo mejor o lo peor no podía ver absolutamente nada.
¡Ahora si había valido!.
Sentí unos pasos a pesar de no ver absolutamente ni una mierda tenía el sentido auditivo más agudo todo podía escuchar, hasta el paso más pequeño de una hormiga, hasta el sonido de las moscas volando, después de escuchar esos pasos sentí un pequeño dolor en mi estomago trate de tranquilizarme porque sabía que era malo para mi bebe, sentí una mano acariciarme el cabello y después un beso en la misma, sentí mi corazón agitarse más rápido que en mar ante un tsunami y luego sentí que alguien me quitaba la venda que tenía en los ojos
Ya me dolía las manos y los pies esta posición me estaba matando me sentía engarrotada, a juzgar por los pequeños rayos de sol ya habian pasado las 24 horas, sonreí triste porque sabía que Jayce ya debía estar en un sanatorio por sus nervios, Sentí un pequeño gruñido en mi estómago sabía que mi pequeño camaroncito tenia hambre y la verdad yo también, fije mi vista en el lugar en el que estaba y senti miedo este lugar estaba deteriorado, apestaba a perro muerto, había vidrios rotos, ratas pasando a toda hora y creo que hasta fantasma había en el mismo, me acurruque un poco más hasta quedar en posición fetal.-¡Lo siento mucho mi pequeño camaroncito!, dije que te cuidaría y mira ni siquiera has comido mi amor, pero no tengas miedo tu padre vendrá por nosotros.- Lloré de nuevo tenía mucho miedo, me sentía cansada y sin darme cuenta me había quedado dormida.Un sonidito algo agudo me hizo despertarme cuando abrí los ojos una rata estaba enfrente de mi, chille del miedo mient
Si me preguntan en estos momentos si realmente soy feliz les diría con toda seguridad que si ¡Lo soy! y eso no lo cambiaría por nada en el mundo, estaba enternecida mientras veía a mi hermoso prometido cargar a nuestro pequeño de un mes, mientras este lo mece para que pueda dormir. Si me preguntan de nuevo de ¿Si estaba arrepentida de haber conocido a Jayce? ¡les diría igual que no!, se que nuestra historia no fue de color rosa, pero como toda pareja tuvimos nuestros altos y bajos, pero eso nos hizo fortalecernos. Y agradecía de que Jayce estuviera a mi lado y a lado de mi pequeño camaroncito.Me recargo en la puerta mientras observo a los dos hombres más bello del mundo profundamente dormidos, saco mi teléfono y les tomo una foto, aun parecía mentira todo lo que había pasado, después del secuestro de Demian lo llevaron a Juicio y le dieron 7 años de Cárcel por secuestro y por estafa, pero como aun teníamos miedo por lo que podía pasar cuando saliera pedimos una orden de aleja
Estaba nerviosa no dejaba de moverme de un lado a otro, tenia mis emociones a flor de piel que no sabia como sacarlo de mi interior. Escuche un llanto infantil y me acerque para consolar a mi camaroncito, este al verme se movio inquieto entre los brazos de su nana, lo tomé entre mis brazos y le di un beso en la mejilla con todo el amor y el cariño que sentia por el. Sonrei feliz, aun recordaba con exactitud aquel cuerpo tan pequeño y rosado que se movia entre mus brazos, ya habia pasado tres meses desde el nacimiento de Luka y ya era tenia las misma facciones que su padre, Luka se acurrucó en mi pecho y cerro sus hermosos ojitos. La puerta se abrio y vi la emoción en los ojos de Loren, ella tomo a mi hijo y sonrio emocionada.- ¡Es la hora Charlotte!.Suspire emocionada mientras tomaba el ramo de flores, camine de la mano con Raphael mientras sentia un nudo en mi garganta, porque hubiera deseado que mi mamá estuviese conmigo, Raphael observó mi rostro y beso mi mejilla p
No sé cuánto tiempo llevaba de pies mientras observaba como un montón de pomposo ejecutivo, ególatras discutían entre si de algo que en lo personal no entendía nada pero que al parecer era sumamente importante para ellos, suspire cansada, me sentía sofocada y harta ¿Porque precisamente hoy me puse una falda tan pegada al cuerpo?, sentía que me estaba cortando la maldita circulación, me sentía como una sardina enlatada y lo más divertido de esto, era que ya era una sardina que dentro de pocos meses ya iba estar caducada. Miró a todos lados para dejar de estar tan aburrida hasta que me encuentro con los ojos de mi maravilloso jefe y nótese mi sarcasmo, Jayce Maximiliano Rolling, hijo de la gran fortuna Rolling Salvatore, este niño mimado y déspota es heredero de uno de los casinos más grande y prestigioso en toda Europa y con más 10 sucursales no solo en Europa, sino en todo Latinoamérica, y Estados Unidos. El Rolling Casino, sus ojos me observan con burla ante mí incomodid
Jamás en toda mi vida me había sentido tan.... ¡incomoda!, aunque estuviese volando en primera clase como una celebridad gracias a mi jefe que odia la clase turista, pero bueno ese no era el tema principal, lo que realmente me tenía ansiosa era tener la hermosa cabellera negra, que por cierto olía muy bien como a manzana verde, era estar cerca de mi encantador jefe en mi hombro entumiéndolo, y es que desde que el avión despego e hizo sus dos escala he tenido a Jayce en mi hombro balbuceando y babeando mi camisa de los escandaloso, algo que se mira divertido es verlo con los ojos medio abierto, aprovechando la oportunidad. Tomó mi teléfono para atesorar este momento tan único en la historia y sin pensarlo dos veces me tomo una selfie con el mientras este tiene la boca abierta, sin duda alguna esto. ¡vale oro puro! Guardo mi teléfono y Saco mi libro favorito de Tabitha Suzuma, hoy quería llorar y
- Estúpido Jayce y su estúpida habitación más grande que mi apartamento y mi vida, lo odio con todo mi ser, no dejo este trabajo porque si no me muero de hambre.No dejaba de maldecir a Jayce, estaba molesta como se atrevía ese hígado encebollado no pedir una habitación para mí, acaso yo lo compartiría con ese ser tan: Arrogante, mujeriego, mimado, inmaduro y malditamente sexi, ¡Señor que acabo de decir! Voy al restaurante del hotel cuando veo toda la comida inmediatamente se me hace agua la boca y mi estómago ruge diciéndome: ¡Tenemos Hambreishon! (Si amigos mi estómago tampoco sabe ingles), tomo un plato y me sirvo un filete con salsa blanca, puré de papa y ensalada, y para acompañar las 5 libras que subiré con mi respectiva soda de dieta para guardar la línea.- ¡Al diablo la dieta! - Miro la montaña de comida que tengo enfrente.Después de comer como si nunca hubiese un mañana me levanto y me voy al bar del hotel, el lugar estaba con una excelente iluminación,
Esto era una maldita broma y de la pesada, mi amiguito, mi salvador y el chico que baila mejor que yo, ¡Es un Rolling!, ahora si quería vomitar y no solo vomitar también me quería desmayar o que la tierra me tragase y me escupiera en las Bahamas con dos hombre sexy, pero bueno ese no sería mi caso, sonrió de manera nerviosa mientras Demian se sienta a lado de Jayce y dan inicio a la reunión o más bien a mi calvario.Después de casi una hora de hablar sobre el nuevo casino que harían en el hotel y en el barrio chino, Jayce no deja de hablar con algunos hombres regordete dueños de algunas empresas de construcción, bostezo cansada y salgo de la sala de reuniones aspiro el aire fresco y limpio algo de sudor que tengo en mi frente, cuando siento que alguien toca mi hombro.-Así que trabajas para Jayce estoy encantado de verte de nuevo, ayer no me dejaste llevarte a tu habitación
No dejaba de caminar de un lado a otro, por un momento pensé que había hecho un hueco en el suelo. ¡Genial ahora me lo cobraría en el hotel!, no podía dejar de pensar en la cucaracha voladora de Jayce, aunque me diera un ataque tenía que admitirlo, pero estaba muy preocupada por él, y es que a pesar de todo yo quería a ese idiota, pero obviamente jamás se lo diría eso solo quedaría guardado dentro de mí. Observe el reloj que había en la pared solo había pasado dos horas desde que había salido a ''Pensar'', ya no podía seguir aquí sin hacer nada, tomo mis llaves y mi celular hasta que escucho un ruido en la puerta me acerco y ahí estaba él y con una caja de pizza a lo que mi estómago reacciona inmediatamente ( Maldito traicionero, cuando volvamos a Italia, te pondré a dieta), después de amenazar a mi estómago, veo el rostro de